jueves, 31 de octubre de 2013

Operación Dulce (2012) de Ian McEwan (1946)


Esta vez tenemos a un McEwan sentimental y jovial con el relato en primera persona de las aventuras y desventuras de Serena Frome en la Inglaterra de los setenta.
Serena es una guapa moza, enamoradiza y de buen conformar, lectora entusiasta de novelas que acaban bien, aunque las primeras líneas con que se inicia ésta parecen decir lo contrario:

Me llamo Serena Frome y hace casi cuarenta años me encomendaron una misión secreta del Servicio de Seguridad británico. No salí indemne. Me despidieron dieciocho meses después de mi ingreso, tras haberme deshonrado yo y haber arruinado a mi amante, aunque sin duda él colaboró en su perdición.

El libro es un homenaje al lector, a los libros, principalmente novelas, a los escritores y a la creación literaria.

He dicho que leía rápido…Podía engullir de un bocado visual un trozo de texto o un párrafo entero. Era cuestión dejar que los ojos y el cerebro se ablandasen como cera para que la página se me quedara grabada. A la gente que estaba a mi lado le irritaba que pasara de página cada pocos segundos con un chasquido impaciente de la muñeca. Mis necesidades eran simples. No me rompía mucho la cabeza con temas o expresiones acertadas y me saltaba hermosas descripciones del clima, paisajes o interiores. Quería personajes creíbles y quería que me despertasen la curiosidad sobre las cosas que les sucedían. Prefería, en general, la gente que se enamoraba o desenamoraba, pero tampoco me importaba si probaban a ocuparse de otra cosa.
 
Serena entra en el mundo de los espías del MI5 o MI6 tan extraño e inestable entonces como en estos días, y en el de los novelistas, asimismo, tan inestable y extraño como el otro.

…experimenté de nuevo la vaga añoranza y la frustración nacidas de la idea de que estaba viviendo una vida equivocada. Yo no la había elegido. Todo lo había determinado el azar.

McEwan, vuelve a jugar con el narrador, como ya hizo en Expiación, y nos sorprende y encanta con esta excelente novela.    
Le he puesto XXXX y está a vuestra disposición
Rafa

domingo, 27 de octubre de 2013

Javier Marías (1951) Mala índole Cuentos aceptados y aceptables (2012) ****

Colección de treinta cuentos que Marías ha venido escribiendo a lo largo del tiempo y que el autor considera dignos de ser editados juntos en este libro de Alfaguara. Muchos de ellos quizás los hayáis leído previamente en El País, diario en el que fueron publicados en su día, o en algunos de sus libros de cuentos editados con anterioridad a este.

Marías es un escritor de un castellano un poco seco pero efectivo que bien pudiera ser inglés, idioma que domina y muchas de cuyas obras maestras ha traducido al castellano. Como en todos los libros de cuentos “hay de buenos y de menos buenos”. Para mí los mejores son el que da título al libro en el que el protagonista Ruibérriz de Torres, tiene una aventura que acaba siendo peligrosa durante el rodaje en México de una película con Elvis Presley, “La dimisión de Santiesteban” sobre un profesor de inglés que viene a España, “Todo mal vuelve” quizás el más autobiográfico me ha gustado mucho, “Sangre de lanza” policíaca con final inesperado.

«Lo sobresaliente de estos cuentos es la firmeza de su narración, la precisión y la economía de su prosa, su maestría del suspense y de los giros argumentales […] A esto se refieren los escritores cuando hablan de oficio.»
Sara Miller, The Chicago Tribune


Le pongo ****

viernes, 11 de octubre de 2013

El desvío a Santiago (1992) de Cees Nooteboom (1933)


… ¿podría ser también  que cada vez te vas adentrando más, que…tienes la sensación de que vas penetrando más en el alma de un país, y que en este país hay algo que no pudiste encontrar jamás en ningún otro, con todo lo que has viajado? Cuarenta años dura esta historia, es la línea más constante de mi vida junto con la escritura. Y es físico, un año sin el vacío de este país, sin los colores de la tierra y las rocas, es un año perdido.
… Quizá sea lo que más se parece a una historia de amor, con todo lo inexplicable e indescifrable que forma parte de ellas.

Así inicia, este autor holandés, el último capítulo de este libro, que dedica a un viaje a Santiago de Compostela, y que no mantendrá la línea recta y que la palabra camino no significará otra cosa que desvío, el laberinto eterno hecho por el propio viajero que siempre se dejará tentar por un camino lateral, y por el camino lateral de ese camino lateral

Los veinticinco capítulos del libro están fechados, iniciándose el viaje en 1979 y terminando en 1992.

Ese camino lateral es una digresión constante y gozosa sobre cualquier tema que aborda: las iglesias románicas, Homero y la Odisea, los Habsburgo y Velázquez, ETA y Creonte, Castilla, Zurbarán, Asturias y sus reyes, los Taifas, Don Quijote, Pizarro, los Comuneros, Beato de Liébana, el latín y el griego clásicos y muchas más cosas.

Este libro, que adquirí hace veinte años ha vuelto a ser actual porque su autor, casi menorquín de adopción, figuraba en las listas de candidatos al Nobel.

La traducción de Julio Grande es excelente. Le he puesto XXXX1/4 y está a vuestra disposición

Rafa

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Qué hacer con España?, de Cesar Molinas

En esta ocasión la cosa va de reformas. El libro que os comento se divide en tres partes. La primera es un ejercicio de prospectiva sobre el futuro del mundo. Esta parte no es muy original, ya que toma mucho prestado de Fukuyama y de su fin de la Historia. Quizá lo mejor sean sus comentarios sobre el papel de las guerras como elemento cohesionador de la sociedades.

La segunda parte es un examen de la historia de España. Es, en mi opinión, lo más interesante del libro. En este caso el autor nos habla de las anomalías patrias, entre las que destaca el papel de unas elites que desde el siglo XVI han vivido de espaldas a Europa. Molinas da gran importancia al hecho de que la corte se estableciese en medio del páramo manchego. En su opinión ese aislamiento fue el origen de ese capitalismo nacido a la sombra del BOE, del que tanto se ha escrito en la reciente crisis.

En la tercera parte Molinas propone una serie de iniciativas sobradamente conocidas por cualquiera que lee la prensa a diario. Pone particular énfasis en la necesidad de acometer reformas en el sistema político y en el educativo. No es muy original, la verdad, pero está bien que lo diga, aunque le hubiésemos agradecido que nos diese alguna pista de cómo llevar a cabo tales reformas.

Tengo que confesar que, después de leer sus artículos, esperaba más del libro. Como buen reformista, Molinas destila un evidente pesimismo. Aún así, y reconociendo que no es Ortega y Gasset (al que cita mucho), creo que es un libro que merece la pena leer. Le pongo cuatro estrellas.

martes, 1 de octubre de 2013

Antígona, de Sófocles. 442 ac.

Para terminar de rellenar mis ratos libres - salas de espera de aeropuertos, aviones y noches de hotel en localidades con escaso atractivo turístico - me apunté para probar a un curso de la plataforma Coursera sobre la Grecia antigua. Para los que no sepáis qué es Coursera os cuento que se trata de una plataforma para hacer cursos de nivel universitario a través de Internet. Así dicho, suena a que no vas a aprender nada, pero en esto como en tantas otras cosas los americanos son unos monstruos. El curso es entretenidísimo y se aprende bastante (sin entrar en profundidad a ninguno de los temas) con un esfuerzo muy medido. Os copio el link por si os interesa:

Dentro de este curso, el profesor nos puso de deberes leer Antígona, de Sófocles, lo cual me da pie a hacer mi primera entrada sobre una obra de teatro. Me ha pasado un poco como cuando leí a Homero, que me dejó con la sensación de que estos malditos griegos ya habían inventado casi todo lo importante hace 2.500 años. Incluso me ha recordado un poco a Shakespeare. Por boca de Creonte, rey de Tebas, y de sus sobrinas Antígona e Ismene, Sófocles no solo nos cuenta una historia tremenda (la genuina tragedia griega), sino que aprovecha para sentar cátedra sobre varios temas universales. Sobre el dinero, dice:

"...porque entre los hombres, nada, ninguna institución ha prosperado nunca tan funesta como la moneda; ella destruye las ciudades, ella saca a los hombres de su patria; ella se encarga de perder a hombres de buenos principios, de enseñarles a fondo a instalarse en la vileza; para el bien y para el mal igualmente dispuestos hace a los hombres y les hace conocer la impiedad, que a todo se atreve."

Bárcenas, redivivo.  

A lo largo de toda la obra, entre declamación y declamación, he encontrado perlas como esta:

Y tú, que te movías por palacio en silencio, como una víbora, apurando mi sangre... 

O esta otra:

Pero, ante tu desgracia, no me avergüenza ser tu socorro en el remo, por el mar de tu dolor.

En otro momento, Hemón utiliza estas sutilezas para decirle a su Creonte, su padre, que se está equivocado:

Padre, el mas sublime don que de todas cuantas riquezas existen dan los dioses al hombre es la prudencia. Yo no podría ni sabría explicar por qué tus razones no son del todo rectas; sin embargo, podría una interpretación en otro sentido ser correcta.

Ya veis que me ha gustado. Os recomiendo su lectura (breve) y de paso el curso de Coursera. Lo podéis leer online en este enlace: http://www.ciudadseva.com/textos/teatro/sofocles/antigona.htm