miércoles, 28 de mayo de 2014

Un antropólogo en Marte y Alucinaciones. Oliver Sacks.


Oliver Sacks escribió este libro en en 2.013 a sus 79 años de edad. En él  trata sobre varios casos neurológicos relacionados con las alucinaciones de todo tipo. No me ha enganchado a pesar del buen recuerdo que guardaba de su libro “Un antropólogo en Marte” escrito en 1995 y que paso a comentar.

Sacks es un neurólogo estadounidense que es además un buen divulgador científico. En "Un antropólogo en Marte",  trata del cerebro y de su comportamiento en siete historias de gente “anormal” El autor se hizo famoso con su libro “Despertares” (Awakenings), cuya versión cinematográfica fue protagonizada por Robert de Niro y Robin Williams.

En las siete historias trata el autor de entender cómo funciona el cerebro de gentes que, bien por nacimiento, caso de los autistas, bien por enfermedad, caso de “El último hippie”, o por accidente, no son normales y tienen un comportamiento y una comprensión de la realidad “diferente” de la que tenemos los que nos consideramos “normales”. Me ha llamado poderosamente la atención la dificultad que tiene un hombre que “vuelve a ver” - gracias a una operación de cataratas - después de no haber visto mas que luces y sombras desde la tierna infancia. Tiene unas dificultades tremendas para “ver” lo que vemos los demás, pues, según especula el autor, no tiene desarrollado el cerebro para ver como vemos los que lo hemos desarrollado poco a poco desde nuestro nacimiento. El hombre no sabe “mirar”.

He descubierto también el mundo de varias personas con autismo que han podido desarrollar sus capacidades hasta en algún caso contarle al autor cómo perciben ellos su diferencia y su dificultad para ser “normales”Para desarrollar sus capacidades las personas con autismo requieren de muchos cuidados para poder salir adelante.

Escribe de manera profesional tanto en el uso del lenguaje como en el de los conceptos. Evita teorizar en exceso y se pone constantemente en el lugar de la persona a la que se refiere la historia y a quien conoce y estudia.

Lo leí con verdadero placer, y me dejó con las ganas de atacar  alguno de los libros de la amplia bibliografía que usó el autor.

Sin embargo no he podido terminar su libro “Alucinaciones”Una pena.

jueves, 22 de mayo de 2014

Un holograma para el rey (2012) de Dave Eggers (1970)


Este libro fue finalista del USA Nacional Book Award del 2012 y considerado por la crítica del New York Times uno de los cinco libros de ficción más interesantes editados en ese año.

Alan Clay, empufado vendedor de poca monta, ha encontrado, a sus 54 años, un trabajo que puede sacarle de sus agobios: la venta de un sofisticado sistema informático al rey Abdalá de Arabia Saudí.
Clay y su grupo de jóvenes técnicos, con los que se siente algo desplazado, esperan en la inhóspita y parcialmente construida moderna Ciudad Económica la llegada del rey para realizar la demostración del equipo.
Pero el rey no llega.     
La situación recuerda al de la obra de Beckett, Esperando a Godott y Eggers, partiendo de un arranque semejante, nos mete en el dramático y en ocasiones absurdo papel de las personas en este nuevo mundo industrial.

La novela es ágil y su antihéroe protagonista está vivo, te interesan sus problemas y le sigues con cariño.

Le he puesto XXXX, y está a vuestra disposición
Rafa

Nota: Nuestro Rey Juan Carlos en su reciente visita a Arabia tampoco pudo ver a Abdalá, que justificó su ausencia por su avanzada  edad, tiene 93 años.  

martes, 20 de mayo de 2014

La familia de Pascual Duarte. Camilo José Cela. *****


Tremendismo llaman al género de esta primera novela de Cela editada en 1.942 cuando Cela tenía 26 años de edad, cuando la violencia de la Guerra Civil en España todavía perfumaba las vidas de los españoles, y cuando el mundo se destrozaba en una apoteosis de violencia del hombre contra el hombre nunca vista.

Una novela que el tiempo ha tratado bastante bien y que quizás sorprenda a los jóvenes que vivan hoy en un ambiente social mucho menos sangriento que el del argumento de la novela. 

En poco más de 200 páginas Pascual Duarte escribe sus memorias desde la cárcel en la que espera el cumplimiento de su sentencia de muerte por los crímenes que ha cometido. Empieza así dichas memorias que fecha en mayo de 1.937:

“Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos
cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el
destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por
sendas diferentes al mismo fin: la muerte”

Pascual Duarte nace y vive en un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz. Sus padres son pobres, prácticamente sin formación, y violentos. Dice Pascual Duarte al respecto:

"La verdad es que la vida en mi familia poco tenía de placentera, pero como no nos es dado escoger, sino que ya -y aun antes de nacer- estamos destinados unos a un lado y otros a otro, procuraba conformarme con lo que me había tocado, que era la única manera de no desesperar"

Escrita en este castellano que me ha resultado sofisticado para una persona casi analfabeta y que ha recibido una educación primitiva, la novela representó el paso de Cela de la poesía a la narrativa y es el libro en español traducido a más lenguas junto con El Quijote. Hay quien comenta que el estilo de la novela es el “carpetovetonismo”; bien pudiera ser.

Os recomiendo su lectura. La violencia que destila la acción contrasta con la versión que Pascual Duarte hace de los hechos. En este aspecto la novela es una más de la larga lista de novelas, obras de teatro, óperas, películas, y otras obras de arte basadas en la violencia. 

martes, 13 de mayo de 2014

El amor en los tiempos del cólera (1.985) Gabriel García Márquez (1927-2014) **** 1/2


Gabriel García Márquez  acaba de morir dejándonos un legado maravilloso. De ese legado he elegido esta novela, que no había leído. Al leerla he resucitado al autor y a sus personajes; es lo que tiene la literatura. Gracias Don Gabriel por dejarnos esta herencia de la que podremos disfrutar por muchos años sin más esfuerzo que el de abrir una de sus novelas y comenzar a leer. 

 La novela trata de la historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe a lo largo de más de sesenta años. Una historia muy bella y muy bien estructurada. No es esto sin embargo lo que más me ha cautivado si no la forma de escribir de este monstruo del español.¡Qué maravilla de lenguaje y qué maravilla de recursos gramaticales! Esta maestría ha hecho que me haya encontrado en los lugares que describe como si estuviera allí, viendo los paisajes que describe, a los personajes que se mueven por el escenario, oliendo los perfumes tropicales, y, sobre todo, sintiendo lo que sienten sus protagonistas. He llorado de emoción en muchas ocasiones, y he reído con la chispa de sus comentarios.

 La novela no tiene mucho del famoso realismo mágico asignado a García Márquez, pero su forma de escribir me ha hecho soñar con que un día yo pudiera hablar como él escribe; eso sí que sería mágico. Copio esta escena del encuentro entre el Dr. Juvenal Urbino y la jamaicana Barbara Lynch como ejemplo de su forma de escribir:

"El doctor Juvenal Urbino la había conocido cuatro meses antes, esperando el turno en la consulta externa del Hospital de la Misericordia, y se dio cuenta al instante de que algo irreparable acababa de ocurrir en su destino. Era una mulata alta, elegante, de huesos grandes, con la piel del mismo color y la misma naturaleza tierna de la melaza, vestida aquella mañana con un traje rojo de lunares blancos y un sombrero del mismo género con unas alas muy amplias que le daban sombra hasta los párpados. Parecía de un sexo más definido que el del resto de los humanos.

La señorita Lynch era de una belleza interminable.

Había ido a la consulta externa porque sufría de algo que ella llamaba con mucha gracia cólicos torcidos, y el doctor Urbino pensaba que era un síntoma de no tomar a la ligera. De modo que palpó sus órganos internos con más intención que atención, y mientras tanto iba olvidándose de su propia sabiduría y descubriendo asombrado que aquella criatura de maravilla era tan bella por dentro como por fuera, y entonces se abandonó a las delicias del tacto, no ya como el médico mejor calificado del litoral caribe, sino como un pobre hombre de Dios atormentado por el desorden de los instintos.

La señorita Lynch, en cambio, se abandonó en sus manos, y cuando no tuvo ninguna duda de que el médico ya no estaba pensando en su ciencia, dijo:

-Yo creía que esto era no permitido por la ética.

Él estaba tan ensopado de sudor como si saliera vestido de un estanque, y se secó las manos y la cara con una toalla.

-La ética --dijo- se imagina que los médicos somos de palo"

¿Para qué tengo que leer libros de reciente publicación y de dudosa calidad teniendo la posibilidad de disfrutar de una lectura tan maravillosa como esta?