martes, 24 de marzo de 2009

Varios relatos, autores, y otras zarandajas.

Siguiendo siempre la huella de Rafa he leído "La leyenda del Santo Bebedor" de Joseph Roth, pequeño relato de 88 páginas escrito en 1939 en Paris, relato de género un tanto autobiográfico pues su protagonista es un borracho aficionado al ajenjo como el autor. La historia es truculenta y nos muestra a una piltrafa de hombre dominado por sus pasiones alcohólicas de las que no consigue salir a pesar de los milagros que le van sucediendo y que él se encarga de boicotear. Rafa le ponía cinco estrellas y respetaré su calificación.

Como no encontraba la otra recomendación de Rafa, "Los ojos del hermano eterno" de Stefan Zweig, he leído "Carta a una desconocida" otro relato de género corto de 86 páginas escrito en 1992 y que fue el guión de la famosísima película de Jean Fontaine y Louis Jourdan. El relato nos lleva a conocer a una mujer desquiciada por su amor obsesivo hacia un artista vienés y tiene como base la carta póstuma que ella escribe a su amor con el que ha tenido un hijo frente a cuyo cadáver escribe. Es terrible y podría haber servido como guión para alguna de las series radiofónicas de los años cincuenta en las que las mujeres españolas derramaban mares de lágrimas. No le pongo nota. Además me acuerdo siempre de "El mundo de ayer" obra autobiográfica del autor de lectura obligatoria.

Otras recomendaciones de Myriam Artiach y de Quique Yanque que también apoya Tere, son las novelas de Robertson Davies:

- "Trilogía de Deptford"
- "El quinto en discordia"
- "Mantícora"

- "El mundo de los prodigios"

Se me acumula el trabajo y no he acabado con Tucídides, mecachis.
Diego

lunes, 23 de marzo de 2009

La cultura de las satisfacción. John Kenneth Galbraith

Siguiendo un impulso investigador vuelvo a leer este libro (Ariel Sociedad Económica-188páginas) que me gustó en su día, 1992, como he podido comprobar por la cantidad de subrayados que tenía. Mira que tengo pendiente la lectura de muchas de vuestras recomendaciones, pero uno siempre ha sido un poco anarquico.

Este hombre (1908-2006) fue en su día un reconocido economista americano, keynesiano, y muy crítico con la política del “laisser faire” de los gobiernos de los EEUU.
Dado que el libro estaba escrito en una época de recesión, quise comprobar si seguía manteniendo su vigencia y he comprobado que así es. Algunos comentarios sobre el sistema siguen siendo válidos. Os copio algunos:

“La consecuencia posterior fue que la solvencia de numerosos bancos, incluida la de algunas de las instituciones más grandes y prestigiosas del país, quedó dañada mortalmente o, al menos, en entredicho. Tuvieron un recorte los créditos de los que quebraban o corrían peligro de ello y también de otros, por miedo y como ejemplo. La industria de la construcción sufrió una acusada reducción en su actividad y sus trabajadores quedaron en el paro. Siguió una recesión general. Cualquier aviso a tiempo de lo que estaba sucediendo habría sido excepcionalmente mal recibido, se habría considerado un nuevo ataque al reinado benéfico del "laisser faire" y una intromisión específica en el mercado.

Sin embargo, en consonancia con las excepciones a esta regla, los bancos pudieron ser finalmente salvados, con la fianza del gobierno. Garantizar los depósitos bancarios una aportación bastante cuantiosa a la satisfacción era admisible, así como la seguridad de que si un banco es lo suficientemente grande no se le permitiría quebrar. La actuación preventiva del Gobierno no era admisible; el rescate gubernamental posterior se consideró sumamente aceptable.”

“No menos oportuno y acomodaticio era, entonces como ahora, el compromiso social con el “laisser faire”, la doctrina que se cree que apareció en Francia en el siglo XVII, aunque siguen discutiéndose sus orígenes concretos. Consiste, como ya se indicó, en la creencia de que la vida económica conlleva incorporada la capacidad de resolver sus propios problemas y que todo se resuelve del mejor modo posible al final.”

Así pues he disfrutado comprobando que no tenemos solución y que, gracias a Dios, las crisis económicas se acaban resolviendo, y que los gobernantes siguen siendo igual de incapaces a la hora de cambiar el rumbo de las mismas.
Un abrazo.

Diego

domingo, 15 de marzo de 2009

Antonio Tabucchi

En mi ruta un tanto anarquica de libro en libro con las consiguientes paradas me he encontrado con un librito de relatos de la editorial "Compactos Anagrama" "Pequeños equívocos sin importancia" de Antonio Tabucchi. He empezado a leerlo y me ha recordado a este autor cuya novela "Sostiene Pereira" tuvo mucho éxito en los años 90 y fue llevada al cine en la que fue la última película del divino Marcello Mastroiani el año 1996.

"Sostiene Pereira" es una novela excelente para leer en vacaciones. Para los españoles tiene un atractivo especial pues describe la historia de un periodista portugués (Marcello Mastroiani en la película) que se ve involucrado en la pelea entre el fascismo y el comunismo en la época de la Guerra Civil Española en Portugal. El personaje es maravilloso y la sensibilidad portuguesa del autor italiano exquisita.



Como consecuencia del éxito de "Sostiene Pereira" escribió en la misma época una novela policíaca, "La cabeza perdida de Damasceno Monteiro" que, aunque no le llega a la suela del zapato, tiene su gracia, y que acabo de leer.



Resulta curioso resucitar estos recuerdos de un autor que ha desparecido del mapa del mismo modo que desaparecieron autores de más éxito en aquellos años, por ejemplo Milan Kundera cuya "Insoportable levedad del ser" fue, y quizás siga síendo, de lectura obligatoria.

sábado, 14 de marzo de 2009

Alan Bennett. Una lectora nada común

Libro recomendado hace tiempo por Rafa y que tenía en la lista de lecturas pendientes. Una pequeña joya.

El argumento no puede ser más británico. La Reina empieza a leer por casualidad y no puede parar. La lectura se convierte en una pasión. Aprovecha Bennett la ocasión para hablar de la lectura en general, y al final de la escritura. El estilo es típicamente británico con ese humor tan fino que les caracteriza.

Dice Bennett entre otras cosas:

"Lo que así mismo estaba descubriendo era que un libro llevaba a otro, nuevas puertas se abrían donde quiera que mirase y los días no eran lo bastante largos para leer todo lo que ella quería"

"A los libros no les importaba quien los leía o si alguien los leía o no. Todos los lectores eran iguales, ella incluida. La literatura, pensó, es una mancomunidad, las letras, una república" Curioso que diga esto una reina...

“No pones la vida en los libros. La encuentras en ellos”

Editorial Anagrama 118 páginas. Le pongo cuatro estrellas.

Un abrazo.
Diego

domingo, 8 de marzo de 2009

Anales. Tácito.

Con permiso de Asís publico su comentario sobre este libro.

He vuelto a leer este libro capital para el conocimiento de la historia de Roma y para la ciencia política, y también, para convencernos de que no hay culebrón como la realidad..Tácito no tan sólo escribe la crónica de los emperadores, sino que opina; opina con singular desparpajo. Véanse unas muestras:

1.- El cambio en el poder.
Al morir Fraates, rey de los partos, Tiberio nombra rey a su hijo Vorones, a quien había tenido toda su vida de rehén en Roma, cuyas costumbres había adoptado.
"Los bárbaros lo recibieron encantados, como es normal cuando el poder se renueva", pero luego "como tenía costumbres distintas de las suyas, detestaban tanto las buenas como las malas"

2.- Conveniencia, aplicable a España, de que los cargos públicos se elijan para un corto período de tiempo.
El Senado propone a Tiberio que se elijan por cinco años, y éste les dice que "a duras penas se evitaba que alguien se sintiera ofendido en las elecciones anuales, aunque la esperanza del corto plazo consolaba del rechazo; pero ¿cuánto sería el odio de los que se vieran rechazados hasta, por lo menos, dentro de cinco años?”
"Ya demostraban arrogancia a las personas cuando la designación era anual, ¿qué pasaría si desempeñasen el cargo durante cinco años?"

3.- El Terror como forma de gobierno.
Tiberio manda asesinar a Gayo Silvio, que había mandado un poderoso ejército durante siete años y había recibido los honores del triunfo en la guerra contra los germanos, porque "cuanto mayor fuera la altura de la que cayese, mayor sería el pánico que se apoderaría de los demás".

4.- Ya había matatías, como en Sevilla.
Claudio prohibió que se hicieran préstamos a los hijos de las familias con intereses pagaderos a la muerte de estos.

5.- Nerón asesina a Británico.
Británico y Octavia eran hijos de Claudio y de Mesalina; a Octavia la habían casado con Nerón. Nerón hace que envenenen a Británico en el curso de un banquete al que asistía junto a Octavia. Británico muere allí mismo.
"Octavia, a pasar de la inexperiencia de sus años, había aprendido a ocultar el dolor, el amor y todos los demás afectos. Por eso, tras un breve silencio, se reanudó la alegría del convite"

6.- Lo que Tiberio opina sobre Nerón, eso que no vivían en España.
"Ninguna de las cosas humanas es tan efímera como la fama de un poder que no se asienta en su propia valía"

7.- Peligro de las bromas pesadas, asesinato de Vestino.
"Vestino, estrecho camarada de Nerón, despreciaba la cobardía del príncipe y el otro tenía miedo de la agresividad de aquel amigo que se burlaba a menudo de él con esas bromas de mal gusto que, cuando tiene mucha parte de verdad, dejan detrás de sí un amargo recuerdo"

8.- Ejecución de 400 esclavos. El bien común justifica los medios.
Pedanio Segundo fue asesinado por un liberto en su propia casa. La ley romana condenaba a una muerte atroz a los esclavos del asesinado en su propia casa, pero muchos senadores opinaban que ello era un abuso contra tantas personas.
Gayo Casio alega que Roma se había hecho muy grande con la afluencia de gentes de todas partes y que "todo ese revoltijo no se podrá reprimir si no es con el miedo. Todo gran escarmiento tiene algo de injusto, pero lo que va en contra de cada uno en particular queda compensado por el interés general".

9.- Editorial "El Ruedo Ibérico" de aquel entonces.
Fabricio Veynetón había escrito unos libros injuriosos contra varios ciudadanos romanos. Nerón lo destierra y ordena quemar los libros "que fueron muy buscados y leídos mientras resultó peligroso conseguirlos. Después, la libertad de poseerlos trajo como consecuencia su olvido"

10.- Allanamiento ante el poder.
Séneca, preceptor de Nerón, aterrorizado ante la creciente frecuencia de los asesinatos de éste, le pide permiso para retirarse de la vida pública para dedicarse a cultivar su espíritu, y le ofrece que todos sus bienes sean administrados por su apoderados y que pasen a engrosar su patrimonio. Nerón se niega. El malvado Tácito apostilla "Séneca, tal como terminan todas las conversaciones con los poderosos, le dio las gracias". ¿No habéis tenido alguna experiencia al respecto?

11.- Los cristianos, poco populares.
Se corre el rumor de que Nerón causó el incendio de Roma, y "para eliminar tal rumor, Nerón buscó unos culpables y castigó con las penas más refinadas a unos que el vulgo odiaba por sus maldades y llamaba cristianos. Esta funesta superstición, reprimida por el momento, volvería a extenderse por la Ciudad, a donde confluyen desde todas partes y donde proliferan toda clase de atrocidades y vergüenzas"

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El libro está publicado en Alianza Editorial, con unas notas muy claras (600 páginas)

Un abrazo Asís