Hola, queridos.
Las vacaciones de verano han acentuado de manera enfermiza mi predilección por la vagancia. No sé cómo os habrán tratado a vosotros. Yo empecé vagueando y volviendo a los clásicos como disculpa. Así pues he seguido con el magnífico Quijote, con Don Guillermo y sus Macbeth, Romeo y Julieta, Julio César, y con Jorge Manrique y sus obras amatorias.
Aparte de esto he leído “Viaje a la Alcarria” que me prestó mi hijo Pedro y con cuya lectura he completado los libros de viaje de Don Camilo. Me ha gustado tanto como los otros dos pues en los tres usa el viajero los mismos instrumentos para contarnos lo que va viendo. Un género al que le tengo afición. Dice Don Camilo entre otras cosas:
… porque este libro no es una novela si no más bien una geografía…
Parece que no, pero en el campo, sentados al borde de un camino, se ve más claro que en la ciudad eso de que, en el mundo, Dios ordena las cosas con bastante sentido.
Luego he leído “A portrait of the brain”de Adam Zeman, un neurólogo del comportamiento y del conocimiento, libro recomendado por The Economist y que me ha encantado. A través de diez patologías cerebrales hace un repaso a la historia del conocimiento del cerebro. Pone por las nubes a nuestro Cajal, lo que sorprende favorablemente. Se lo he pasado a la Doctora Zumárraga, mi hermana única.
Y por fín y siguiendo las recomendaciones de Rafa y de Juan, he leído “Salir a robar caballos” de Per Petterson, novela de 269 páginas de fácil lectura y un poco depresivo para un meridional. El protagonista, un noruego de 67 años, se retira a la soledad de los bosques noruegos y repasa su vida y sobre todo el verano de su juventud que pasó con su padre en un sitio similar en el año 1948. Una historia muy bien contada y unas soledades un poco agobiantes. Como ejemplo esta reflexión:
Uno de mis muchos miedos es convertirme en el hombre de la chaqueta arrugada y la bragueta abierta ante la caja registradora de la Cooperativa, con manchas de huevo en la camisa, y demás cosas, porque el espejo de la entrada ha dejado de cumplir con su cometido; un hombre a la deriva sin anclaje en ningún sitio más que en sus pensamientos flotantes en los que el tiempo ha perdido su linealidad.
También he empezado la “Autobiografía” de Bertrand Russell, libro recomendado por Fernando Savater en su libro “Despierta y lee”, y que promete mucho pues el personaje es un fuera de serie. Me comentó Alvaro Cortina que alguien le había dicho que lo que contaba Sir Bertrand en su autobiografía era mentira. Yo le dije que no me importaba que fuese mentira siempre que fuera interesante; después de todo: ¿qué es verdad, y qué es mentira?
Un abrazo.
Diego
2 comentarios:
Yo he desperdiciado todo agosto en la lectura de Un mundo sin fin (ken follet, más de 1.100 páginas): best-seller aburrido, largo. Muy folletín, muy telenovela (barata). Altamente perjudicial.
En estos momentos, Un Mundo Feliz (Aldous Huxley), mucho mejor. Asusta un poco lo parecido (en algunas cosas) con el mundo de hoy en día. Trabajo. Consumo. Drogas. Todos muy ordenaditos.
Abrazos.
Gracias por la recomendación de no leer este tocho. Nos libras de un trabajo al que muchos de nosostros nos sometemos al no considerar la posibilidad de dejar un libro a medias.
Yo tengo una ciertaaversión a los llamados "best sellers".
Un abrazo
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