Los Santos Inocentes (1981) - Miguel Delibes (1920 - 2010)

Sin duda, lo mejor que he leído este verano. Tenía en la mesilla cuatro novelas del maestro que puse allí cuando murió el año pasado, y como mi mesilla es como un montón de expedientes del Ministerio de Asuntos Sociales, pues hasta este verano no se me ocurrió llevarme un par de joyas a Menorca.

Cuesta un rato adaptarse a la manera en que Delibes eligió escribir esta novela, con una puntuación que me recordó al Saramago de Todos los Nombres (o sea, con ausencia casi total del punto y seguido). Tampoco ayuda demasiado el uso constante de regionalismos, que obligan a hacer un esfuerzo con el diccionario de la RAE en mano y a veces ni con esas. Menos mal que hoy en día el diccionario lo llevas puesto en el iPhone.

Una vez que te acomodas a este peculiar estilo, Delibes consigue que te sumerjas a fondo en las profundidades de un mundo rural donde los señoritos del cortijo hacen de actores secundarios y los protagonistas son los aldeanos de la zona, al servicio de los primeros. El sometimiento de los campesinos se da por hecho y estos asumen su condición de seres inferiores con naturalidad. Paco "El Bajo" es el súmmum del servilismo y acompaña al señorito en sus cacerías ejerciendo de lebrel. El Azarías, para mi gusto el auténtico héroe de la historia, es un retrasado (o se lo hace a propósito) que en el fondo hace lo que le da la gana. Es estremecedora su historia de amor con una grajilla a la que cuida y llama sin cesar "milana bonita".

Le pongo ****1/2 y recomiendo su lectura.