domingo, 23 de octubre de 2011

La devoción del sospechoso X (2005) de Keigo Higashino (1958)


Novela galardonada con los premios más importantes a la novela policíaca en Japón. Su autor es muy apreciado en su país, donde ha publicado trece novelas negras y fue dado a conocer el pasado año en estos pagos gracias a un artículo en el Wall Street Journal.

La historia tiene inicialmente cierta semejanza, aunque lejos de su dureza, con OUT, novela comentada en este Blog. Una mujer acosada, en su propio hogar, por su ex-marido, se defiende y con la ayuda de su hija mata al agresor.  

La acción se dividirá, entre la encuesta policial, llevada por unos detectives metódicos y sin grandes intuiciones, pero amigos de un Profesor de Física que las tiene de sobra y las asesinas, ayudadas por un vecino (el devoto sospechoso) que es a su vez un genio de las matemáticas y antiguo compañero de estudios del Físico.

Aunque con personajes mejor construidos que los de la novela clásica de detectives, ésta sigue fielmente su filosofía, donde la gracia reside en el ingenio del problema y su solución. Es una gozada el último cuarto del libro.

Le he puesto XXXX, y está a vuestra disposición

Rafa

4 comentarios:

maria losada dijo...

Siguiendo las recomendación de Rafa,acabo de terminar esta novela policiaca a la japonesa que me ha encantado. Gracias

Diego dijo...

A mí también me ha gustado mucho. Estoy de acuerdo con la reseña que hizo Rafa en su día. El lector conoce a los autores del crimen y cómo lo cometieron lo que en vez de hacer el relato aburrido lo hace intersante pues el lector sabe que algo va a pasar. La relación entre el sospechos X y el físico que trabaja para la policía tiene más fondo del que parece. Yo le he encontrado una aplicación en el Bridge. Lo bonito en resolver el problema, ahí está la belleza del juego.

Diego dijo...

Gracias a María por recomendármelo y por prestarme el libro.

Mercedes dijo...

A mí me ha gustado sólamente la resolución del problema, o sea el último cuarto, como comenta Rafa. La verdad es que les he cogido un poco de manía al policía y físico investigadores. Igual es lo que pretende el autor.