En la divertida novela de Alan Bennett "Una lectora nada común"(xxxx) cuenta:
La reina estaba leyendo un texto sobre las Brontë pero piensa que para conciliar el sueño necesita otra cosa. Encuentra un libro de Ivy Compton-Burnett, un libro duro de roer y recordaba que casi se había quedado dormida cuando había tratado de leerlo anteriormente.
Ni por asomo: la novela que había encontrado lenta ahora le parecía de un dinamismo refrescante, seca aún pero de un modo cáustico. Leyó la novela con placer y sin tropiezos, riéndose de observaciones que apenas pretendían ser jocosas. Y a través de todo el texto oía la voz de Dame Ivy, nada sentimental, severa y juiciosa.
Aunque no se dice el título de la obra que está leyendo la reina, creo que es totalmente aplicable a "Una herencia y su historia"(1959), que sin duda te puede tumbar o gustar como ha sido mi caso y llegar a calificarla con xxxx.
La acción se desarrolla en una mansión Eduardiana donde aistimos a un dramático choque con sordina de las debilidades humanas.
Esta escritora inglesa (1884-1969) perteneció a una familia de doce hermanos, ocho de ellos chicas, que nunca se casaron. Su vida literaria empieza en 1925 llegando a escribir veinte novelas con estilo y temática semejantes: una mezcla de Oscar Wilde, Wilkie Collins y Sófocles y
algo de P. G. Wodehouse según Michael Dirda célebre crítico del Washington Post.
En la novela apenas se dibuja el ambiente donde se desarrolla la acción y tiene anotaciones mínimas en la descripción o estado anímico de sus protagonistas que sin embargo no cesan de hablar, en contínuos diálogos nada teatrales.
Este libro, que está a vuestra disposición, fué editado por Lumen en el 2007 (286 pag.) con un estupendo prólogo de Natalia Ginzburg.
Un abrazo
Rafa
1 comentario:
Incluyo este libro en mi larga lista de espera, y le pongo las cuatro estrellas.
"Una lectora nada común" de Allan Bennett fue un libro con el que disfruté mucho. Una delicia muy británica.
Un abrazo.
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