lunes, 5 de abril de 2010

Kazuo Ishiguro. Los inconsolables.


Este japonés nacido en Nagasaki en 1954 y criado en Inglaterra se hizo famoso por su novela "Los restos del día" (1989)que fue llevada a la pantalla con ese título.

En este caso Ishiguro nos presenta la historia de un concertista de piano inglés que va a una ciudad centro europea a dar un concierto.

Libro sobrecogedor y extraño en el que el narrador, el pianista Ryder, escribe desde un mundo irreal ¿desde el otro lado del espejo? En este mundo onírico, Ryder no controla totalmente sus actos. El lector sorprendido se deja llevar por esa laxitud y se interesa por el destino de este pobre hombre que pretende actuar como si no pasase nada y como si estuviera consiguiendo lo que se propone cuando realmente los que consiguen lo que se proponen son el resto de los actores que consiguen liar al protagonista para que haga lo que a ellos les conviene. El decorado es surrealista pues el protagonista no conoce esa ciudad centro europea a la que ha ido a dar un concierto ni tampoco a la mayoría de sus habitantes ni los detalles de los dramas personales en los que se ve envuelto.

Un personaje dramático que no épico. Una vida vacía aunque pretenda aparecer como un buen hombre que trata de ayudar a los demás cuando lo que le pasa es que no sabe decir que no y se deja liar aunque vaya contra sus intereses. No he podido dejar de leer el libro pues el autor me ha ido obligando a seguir interesado en el destino de esta historia descabellada.

“Una lectura turbia. Una pesadilla. Me ha resultado difícil saber las intenciones de Ishiguro. Lo poco que he percibido ha sido que la vida tiene muchas más facetas de las que las que solemos considerar normales. En algunos aspectos es un sueño y en otros algo que podría ser real aunque parezca una pesadilla. No he podido dejar de leerlo. El protagonista no controla su vida; ¿la controlamos los demás?"

No le pongo nota, pero se lo recomiendo a los que les gusten las historias torturadas. Un abrazo.

3 comentarios:

Rafa dijo...

Para algunos este libro es el mejor de Ishiguro.
Yo creo que no, y sin embargo cuando lo leí hace quince años, me ocurrió lo mismo que a ti, no se por qué causa, leía y leía ansioso y e hipnotizado este relato semejante a una larga pesadilla.

Le puse XXX1/2.

Un abrazo
Rafa

Diego dijo...

Creo que el morbo que nos ha movido a seguir leyendo una pesadilla como esta, es que Ishiguro toca una música no del todo extraña para nosotros. Nos pone delante de una realidad que hemos soñado o que hemos vivido, una realidad distinta de la forma que tienen de contarla los novelistas normales.

Un abrazo.

Diego dijo...

Me he dado cuenta de que este libro me ha seducido más de lo que me ha gustado.