miércoles, 25 de noviembre de 2009

"Misa Negra" de John Gray



Libro que me prestó, con su recomendación, mi cuñado Juan, y que he leído con gusto. El autor es un politólogo de éxito en el mundo anglosajón desde cuya perspectiva cultural escribe sobre los destinos de la humanidad. Hace un repaso de la sangre derramada desde la Revolución Francesa, pasando por los bolcheviques, los nazis, y más recientemente por la guerra de Irak.

Su tesis es que, estos males se generaron por dos razones, la primera, que los gobiernos occidentales creyeron que la acción política podía originar una modificación de la condición humana, y dos, que, algunos de ellos creyeron que el terror de origen humano tenía la capacidad de crear un mundo nuevo. Con estas dos hipótesis hace un análisis descarnado del desastre de la guerra de Irak. Da mucho miedo comprobar que los EEUU fueran capaces de meter a su país en la guerra de Irak manipulando a sus ciudadanos, y que estos reeligieran a George W. Bush.

Una pena que, cuando da su opinión sobre el futuro próximo, solo mencione de pasada el calentamiento global, y no mencione para nada el sistema económico actual. Predice, con Fukuyama, que las grandes guerras entre países se han acabado, y recomienda el realismo como sistema de actuación.

Es una pena que el autor no se aleje un poco más para tener perspectiva, como hacía mi querido Claude Lévi-Strauss recientemente fallecido.

La edición es de Paidós, tiene unas 300 páginas, y un índice bibliográfico amplio. Le pongo tres estrellas y media y se lo recomiendo a los que les guste el ensayo político.

Un abrazo.

4 comentarios:

Peter dijo...

Suena tremendo, habrá que reservarlo para un estado de ánimo reflexivo y analítico.

Resulta irónico que después de tantos años matándonos por la supremacía económica y cultural/religiosa al final la paz duradera haya llegado de la mano de los intercambios comerciales entre países, hasta el punto de que las guerras no compensen económicamente.

Porque no dudo que el día que empiecen a compensar nos volveremos a aniquilar, eso sí que está en la naturaleza humana...

Diego dijo...

Lo que plantea Pedro es un debate de mucha altura. El libre comercio ha cambiado el panorama y ha sido un invento maravilloso que, entre otras cosas, está haciendo un reparto mejor de la riqueza. Las empresas están reemplazando a las cúpulas de los ejercitos lo cual deja el uso de la fuerza en manos de los locos. El tío Juan, y otros blogueros, podrían terciar sin duda.

Un abrazo.

Diego dijo...

Se me había olvidado mencionar que el autor del libro menciona en varios casos a Dostoyewski. Como leí recientemente el libro "Los endemoniados" de este autor que nos recomendó Rafa, os diré que me hizo gracia el anacronismo de los anarquistas y nihilistas que protagonizan la obra escrita en 1875. Naturalmente no tiene ninguna gracia, pues el sueño ruso desembocó en Stalin y se llevó por delante a más de veinte millones de almas. Ni los chicos de Pol Pot mejoraron el record. ¡Qué brutos somos!

Un abrazo.

Juan dijo...

El interés del libro es que aborda una tesis ahora muy en boga: la continuidad entre cristianismo y las ideas de progreso heredadas de la Revolución Francesa. En su opinión, estas últimas no son más que versiones secularizadas de aquel. En cuanto al futuro, niega esa obsesión, no menos religiosa, de cristianizar a todos los pueblos, al igual que hicieron los conquistadores al llegar a lo que llamaron Nuevo Mundo, imponiéndoles democracia y libre mercado.

Un abrazo.

Juan