lunes, 16 de febrero de 2015

Iñaki Uriarte (NY 1946) Diarios 1999-2003.y Diarios 2.004-2.007

Estoy muy agradecido a mi nuera Verónica que me regaló este libro por Navidad. He disfrutado como hacía tiempo que no lo hacía. 

Iñaki nacido en NY es de San Sebastián pero estudió en la Comercial de Deusto de Bilbao, y vive en esta ciudad  desde hace muchos años. Escribe sobre libros en El Correo y en su día en La Hoja del Lunes. No tiene hijos, no trabaja, y le gusta Benidorm. Amante de la soledad. De cultura francesa admira a Montaigne, a quien cita con frecuencia así como a Pascal.

La mejor crítica a su libro, que recibió el Premio Euskadi de Ensayo en castellano 2011 y el Premio Tigre Juan en 2013, sea quizás la que le hace Antonio Muñoz Moñina:

“Pero hoy me ha llegado el libro de Uriarte y ni he trabajado, ni he dormido la siesta, ni he hecho nada de nada, en toda la tarde, nada más que leer, unas veces reconociendo afinidades, otras admirando agudezas de observación personal o política, en cada página y en cada línea admirando un estilo en el que la naturalidad de la escritura es el equivalente exacto de una actitud ante la vida: ironía y templanza, conciencia aguda del paso del tiempo y disfrute pleno de las cosas, no solo los libros, ni mucho menos, también una comida, la cercanía de un gato o de una persona querida, un paseo por una calle normal de Bilbao, el hecho simple y asombroso de estar vivo. Iñaki Uriarte es una de esas voces que siempre gusta escuchar, pero que quizás se agradecen más ahora, cuando hay tanto desmelenamiento, tanta gesticulación en lo que se dice o se escribe en público. A algunos de los predicadores más apocalípticos de ahora Uriarte los conoció antes de que se convirtieran, pero ni siquiera con ellos es cruel, o sarcástico, porque tiene una disposición de tolerancia y bondad que ha fortalecido frecuentando a Montaigne, a Pla, a Cervantes, a Séneca, a los grandes escépticos que supieron dudar de todo sin caer en la misantropía ni en la frialdad de corazón. Lo que escribe Iñaki Uriarte no es del todo un diario, ni ensayos, ni aforismos, ni cuentos, ni crónicas, ni confesiones íntimas: pero es algo de todo eso al mismo tiempo. A mí a veces me recuerda a un Baroja sin amargura”



Una sorpresa muy agradable de un pensador sin pretensión aunque su sencillez esconda una sabiduría y un estoicismo de mucho nivel. Escribe como los ángeles con verbo sencillo pero certero, de esto, de aquello y de los de más allá. El libro está compuesto de reflexiones del autor y de anécdotas de su vida y no llega a las 200 páginas. Le pongo ****1/2

Leo también el segundo tomo de los Diarios 2.004-2007 y me gustan tanto como los primeros. Refuerzo la idea de Muñoz Molina de "las afinidades" que yo tengo con este hombre. Somos de la misma generación, de una clase social parecida, vivimos en la misma ciudad, hemos leído mucho a los pensadores franceses, no tenemos sentimientos nacionalistas. Solo falta que se haga del Athletic o que yo me haga de la Real, cosa difícil..

Y leo el tercer tomo(2.008-2.010)  y lo disfruto. Este tomo lo escribe cuando ya se ha editado el primero y el autor se da cuenta de que ahora es visible, que hay lectores como yo que le tenemos fichado y él está ahora más expuesto. Dada su personalidad supera la prueba sin problemas.

martes, 10 de febrero de 2015

Niebla (1914) de Miguel de Unamuno (1864 – 1936)

Esta novela, es una muestra de la libertad creativa de su autor, que dice haber ideado un nuevo estilo de narración que bautizó con el nombre de nivola, a semejanza de Antonio Machado que a un heterodoxo soneto suyo lo llamó sonite.

El prologo del libro, a requerimiento de Don Miguel, está escrito por uno de sus personajes: Victor Goti, que en el transcurso de la novela nos explica que también está escribiendo una, de características semejantes a la que estamos leyendo. Nos dice que va a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá, sin plan alguno. Los personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen, y su carácter se irá formando poco a poco, aunque a veces su carácter sea no tenerlo. Psicología y descripciones escasas o ninguna: diálogo, sobre todo, diálogo, que los personajes hablen mucho, aunque no digan nada.  

  - Porque a la gente le gusta la conversación por la conversación misma, aunque no diga nada. Hay quien no resiste un discurso de media hora y se está tres horas charlando en un café. Es el encanto de la conversación, de hablar por hablar, del hablar roto e interrumpido.
  - También a mi el tono de discurso me carga…
  - Si, es la complacencia del hombre en el habla, y en el habla viva… Y sobre todo que parezca que el autor no dice las cosas por sí, no nos molesta con su personalidad, con su yo satánico. Aunque, por supuesto, todo lo que digan mis personajes lo digo yo…
  - Eso hasta cierto punto…
  - ¿Cómo hasta cierto punto?
  - Si, que empezarás creyendo que los llevas tú, de tu mano, y es fácil que acabes convenciéndote de que son ellos los que te llevan. Es muy frecuente que un autor acabe por ser juguete de sus ficciones…
  - Tal vez, pero el caso es que en esta novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuere.
  - Pero acabará no siendo novela.
  - No, será…, será…nivola.                       

                     Niebla trata de los amores, venturas y desventuras de Augusto Pérez, maduro burgués, que a la muerte de su madre vive solo con un matrimonio de criados. La historia, siguiendo las reglas arriba enunciadas es ágil, divertida, con toques de humor, que sin duda sirvieron de fuente a Rafael Azcona, y termina confrontando a su agonista con su autor.

También de una novela, como de una epopeya o de un drama se hace un plano, pero luego la novela, la epopeya o el drama se imponen al que se cree su autor. O se le imponen sus agonistas, sus supuestas criaturas. Así se impusieron Luzbel y Satanás primero, Adán y Eva, después, a Jehová. ¡Y ésta si que es nivola, u opopeya o trigedia! Así se me impuso Augusto Pérez.
Cuando me negué a indultar de la muerte a mi Augusto Pérez, me dijo éste:"No quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme, sentirme, dolerme, serme; ¿conque no lo quiere?, ¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió...! ¡Dios dejará de soñarle! ...
                  
Una vez más Unamuno me ha sorprendido y encantado con este excelente libro, que gustó más al público que a la crítica de hace cien años y que se editó en doce idiomas.  Creo que conserva toda su frescura y os animo a que lo leáis. Le he puesto XXXX1/4 y está a vuestra disposición.

Rafa

jueves, 5 de febrero de 2015

Familias como la mía (2011) de Francisco Ferrer Lerín (1942)

Felix de Azúa, en su Autobiografía de papel, en este blog, cuando empieza a escribir en 1965 : 
  Muy pronto el grupo de amigos con el que me trataba (era entonces imposible entrar en el mundo literario si no se iba en compañía), Ferrer Lerín, Ana M.ª Moix, Guillermo Carnero y Gimferrer en Barcelona, Molina Foix, Carrión (Penero y Marías llegaron más tarde) en Madrid,….   

Enrique Vila-Matas en Bartleby y compañía, su libro sobre escritores que dejan de escribir dice:
   Me he encontrado con un reportaje sobre el poeta llamado Ferrer Lerín, un  hombre … que de muy joven vivió en Barcelona, donde era amigo de los entonces incipientes poetas Pere Gimferrer y Félix de  Azúa. Escribió en esa época unos poemas muy osados y rebeldes, pero a finales de los sesenta lo dejó todo y se fue a vivir a Jaca, en Huesca…donde vive desde hace treinta años dedicado al minucioso estudio de los buitres.

Pero, Ferrer Lerín volvió a escribir prosa: Niquel (2005), Bestiario (2007) y Papua (2008) y poesía: Ciudad propia (2006), Fámulo (2009) Premio Nacional de la Crítica.

Y a finales del pasado Octubre, Ignacio Echevarría en el El Cultural,  dice: 
  Familias como la mía, de la que en su momento les hablé  con  entusiasmo, me sigue pareciendo una de las pocas novedades realmente  portentosas que ha dado la narrativa española en los últimos tiempos

El libro está dividido en dos partes: la primera es una versión revisada de Níquel (2005), la singular historia de Pablo Amatller Moragas, alter ego de Ferrer, muchacho perteneciente a una familia burguesa catalana, cuya ruina le obliga a abandonar los estudios de medicina y a convertirse en un buscavidas que vive del poker. El distanciamiento de su mundo da pie a duras críticas al catalanismo y a otros aspectos de la sociedad barcelonesa.
El servicio militar interrumpe y cambia la vida de Pablo al trabar amistad con Balta con quien al terminar la mili forma un grupo de ornitólogos que se convierten en especialistas en rapaces y emprenden una entusiasta defensa de las aves carroñeras, implantando muladares para su alimentación.
Los hechos superan a nuestro protagonista que huye a Barcelona, y trata, sin conseguirlo, de volver a vivir del poker. Amatller pone fin a esta situación confusa al entrar a formar parte de una organización de espías. Siguen escenas de divertido erotismo. Este sosiego dura poco ya que Ferrer gusta de romper equilibrios con derivas rebosantes de crudeza.     

La segunda parte se llama Nora Peb, complementa y repite hechos reseñados en la primera parte. Son dignas de mención las Notas al final de la obra.

El libro es realmente original y con abundantes momentos magnéticos, eclipsados por otros tremendistas y en ocasiones algo farragosos.

Le he puesto XXX3/4 y está a vuestra disposición.

Rafa