miércoles, 20 de junio de 2012

Diario de invierno (2011) de Paul Auster (1947)



Fiel a este prolífico autor acabo de terminar este, su nuevo libro, que curiosamente se ha publicado en España antes que en América.

Auster cada cierto tiempo deja sus ficciones y se pone a hablar de si mismo o de su familia. El resultado es ameno y, en general, muy recomendable.
El primer libro de recuerdos es La invención de la soledad (1982), sobre su padre y el homicidio de su abuelo por su abuela. Después El cuaderno rojo (1992) en que el azar y las coincidencias cobran total protagonismo. A salto de mata (1997), sobre sus años de entrada en la literatura y en la vida. Experimentos con la verdad (2000) un refrito de Anagrama de: notas, pequeños ensayos, entrevistas y artículos, con el agravante que la primera parte del libro era el citado Cuaderno Rojo. Y ahora le ha tocado hablar de las cicatrices de su cara, de las casas donde ha vivido, de su mujer, la excelente escritora Siri Hustvedt, con la que se casó en 1981 y de su madre entre otras semblanzas de este Diario de Invierno.

Habla ya antes de que sea demasiado tarde, y confía luego en seguir hablando hasta que no haya más que decir. Después de todo. Se acaba el tiempo. Quizá sea mejor que de momento dejes tus historias a un lado y trates de indagar lo que ha sido vivir en el interior de este cuerpo desde el primer día que recuerdas estar vivo hasta hoy.

Joseph Massot, en su entrevista a Auster, resalta la utilización narrativa en segunda persona, el Tú,

porque para que hubiera un diálogo entre mi Yo y lo que le pasa a mi Yo, necesitaba una distancia. Si miras demasiado cerca un objeto, no lo ves, y aunque con la primera persona sin duda hubiera dado más intensidad a la narración, necesitaba alejarme un poco para ahogar la vanidad y tener los pies en tierra. Me he observado a mi mismo desde fuera como un ratón de laboratorio, en el sentido de que puedo ser un ejemplo de mi especie y los lectores pueden verse reflejados en lo que me ha pasado a mí”.   

Sin embargo el libro apenas contiene hechos dramáticos, bien al contrario es leve, fluido y con encanto, aunque esa facilidad a veces se hace excesiva y abruma.

Le he puesto xxx1/2 y no está a vuestra disposición porque lo he leído en el Kindle.

Rafa    

domingo, 17 de junio de 2012

Luz de Agosto (1932) de William Faulkner (1897–1962)



Estaba deseando hincarle el diente a este libro, que leí sin fuste en 1984 y del que guardaba un buen recuerdo lleno de lagunas. La ocasión surgió con la edición en Kindle de Light in August (The corrected text) ( W.Faulkner (autor), Noel Polk (editor) y Joseph Blotner (colaborador)) que he leído y disfrutado.

Según Bloom, Faulkner, influido por Conrad y Melville es el autor que sigue más vivo de su generación y Luz de Agosto nace en su período mas creativo: 1929 a 1940 en el que escribe sus obras más famosas: El ruido y la furia (1929), Mientras agonizo (1930), Santuario (1931), Luz de Agosto (1932), ¡Absalón, Absalón! (1936), Las palmeras salvajes (1939) y El villorrio (1940).

Frente a Mientras agonizo, que es una novela breve, compuesta por monólogos interiores en un estilo realmente original, Luz de Agosto es una novela larga que sigue las formas del relato clásico, con retrocesos y avances de la historia, sencillos de seguir, pero que el lector no siente que pertenecen a tiempos distintos, sino que son un todo dramático.

El retrato de sus personajes es intrigante y ambiguo, y tanto el de los principales como el de muchos secundarios es magnífico. Lena Grove es la inocencia y el amor. Joe Christmas, Joanna Burden y Gail Hightower son seres complejos de vida atormentada y abrumadora fatalidad. La sociedad en que se mueven es racista, violenta y fanática. Es el Sur Confederado, más de sesenta años después de la Guerra de Secesión.

Le he puesto xxxx1/2, y os recomiendo su lectura.
Un abrazo
Rafa

Adjunto un fragmento de su breve discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura de 1950 :

“Nuestra tragedia actual es el haber padecido tanto tiempo un miedo físico general y universal que no podemos seguir soportando. Ahora ya no existen problemas del espíritu. La única pregunta que se plantea es: ¿En qué momento voy a desaparecer? Es por esto que los jóvenes que ahora escriben se han olvidado de los problemas del corazón en conflicto con él mismo, que por sí solos pueden generar buena literatura, pues sólo de eso es de lo que vale la pena escribir y justifica la zozobra y la extenuación. Debe aprenderlos de nuevo y caer en la cuenta que lo esencial de todas las cosas es experimentar temor; y una vez asimilado, borrarlo de la mente para siempre, sin dar cabida a nada, salvo a las antiguas verdades del corazón, las verdades universales, que cuando ausentes hacen de cualquier historia algo efímero y vano: el amor, el honor, la piedad, el orgullo, la compasión y el sacrificio. En tanto no lo haga así, trabajará bajo una maldición. Escribirá no acerca del amor, sino de la lujuria, de derrotas en las que nadie pierde nada de valor, de victorias sin esperanza, y lo peor de todo, sin misericordia o compasión. Sus congojas no llorarán sobre osamentas universales, ni dejarán cicatrices. No escribirá del corazón, sino de glándulas.

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 Creo que el hombre no sólo resistirá: sino que prevalecerá. Es inmortal, no por ser el único entre los animales que tiene una inextinguible voz, sino por que tiene un alma, un espíritu capaz de compasión, sacrificio y resistencia. El deber del escritor y del poeta es escribir acerca de estas cosas. Y es su privilegio ayudar al hombre a resistir, animándole, haciéndole recordar el valor, el honor, la esperanza, el orgullo, la compasión, la piedad y el sacrificio, que han sido la gloria de su pasado. La voz del poeta no necesita ser simplemente el testimonio del hombre, bien puede ser uno de sus apoyos, de los pilares que le ayuden a subsistir y prevalecer"

lunes, 11 de junio de 2012

Nancy Mitford (1.904-1973) Trifulca a la vista (1.935)


Reeditado en 2.010, edición española 2.011. Título original: “Wigs on the green”    237 páginas  


Uno de los primeros relatos de esta escritora británica de la alta sociedad que generó en su día una gran controversia, pues hizo que sus hermanas Nancy y Diana le retiraran el saludo por la forma poco respetuosa en la que describe el movimiento fascista en Inglaterra. Ambas hermanas visitaron Alemania en aquellos años y conocieron personalmente a Hitler. Mosley, el marido de Nancy lideró el movimiento fascista en Inglaterra y aparece en el libro como “El Capitán”. Este problema lo describe la prologuista Charlotte Mosley.
Nancy Mitford
Leído desde la perspectiva de un lector español del año 2.012 el problema de los movimientos fascistas en la Europa de los años 30 del siglo XX pierde interés y queda arrollado por la chispa del relato, una lección de literatura satírica y cómica,  escrito por una persona muy inteligente. He tenido la sonrisa en la boca durante la mayor parte de la lectura, y en muchos momentos me he reído abiertamente. Una maestra en la descripción de los personajes y de las situaciones. Chispa se llama la figura.

La historia consiste en la estancia de dos jóvenes desocupados londinenses en un pequeño pueblo, Chalford,  en el que viven desde un matrimonio anciano de la nobleza rural, conservadores a ultranza, pasando por los burgueses de turno, completándose el reparto con una joven fascista, Eugenia, nieta de los nobles, y dos mujeres jóvenes que se han ido de casa en busca de aventuras.

La historia es muy simple con los típicos flirteos entre los jóvenes y con la organización de una función en casa de los nobles que acaba en un festejo divertidísimo que ofrece la oportunidad a Mitford de lucirse. Entre las varillas de este abanico se puede entrever lo que piensa Mitford de su país y de sus compatriotas.

Os recomiendo su lectura al igual que hice con “A la caza del amor” de esta misma autora y sobre el que hice una crónica en este blog. Esta vez  subo la nota a **** 1/4   

viernes, 8 de junio de 2012

Doctor, ¡¡no consigo leer!!

Hace ya muchos meses, muchísimos, que no consigo leer dos libros seguidos, o ni siquiera uno.

No encuentro el momento, ni el lugar, ni el libro. Aunque esto último me parece mucho decir: libros hay de sobra, el problema lo tengo yo.


En estos tiempos he intentado por todos los medios encontrar la novela que me sedujese, y he probado de todo. Después de terminar atragantado con 1Q84 de Murakami, probé con "Kokoro", de Natsume Soseki. Curioso, pero lento, y lo dejé en la página 79.

 Más tarde me regalaron un e-reader, y probé a leer en inglés. La vuelta al mundo en ochenta días. Voy por la mitad, pero hace semanas que no lo toco (se quedó sin batería.......). También probé con un autor de garantías, Vargas Llosa ("El Sueño del Celta"). Mismo resultado. Página 71. Entre tiempos, he leído algún cuento de Asimov, por aquello de tener la sensación de haber terminado algo. Para seguir, probé con Deshielo y Ascensión, de Álvaro Cortina Urdampilleta. Lo cogí con ganas, pero tampoco hubo suerte. Desesperanzado, compré lo último de Alatriste, y aunque llegué hasta la página 113 lo tuve que dejar (esta vez por malo).

 En mi último intento de reconciliarme con la lectura he optado por el manga, AKIRA, de Katsuhiro Otomo, distinto y muy recomendable, al menos en su género.

 Y para terminar, dos libros "frikis" y muy interesantes: "Hervir un oso" de Jonathan Millán y Miguel Noguera; y la Ortografía Básica de la Lengua Española, de la RAE.


Doctor, ¿qué me pasa? ¿qué puedo hacer?

Mario Muchnik (Buenos Aires 1.931). Oficio editor (2.011)



Este editor argentino, hijo de editor argentino, criado en Europa, nos cuenta su vida como editor. Cuenta sus éxitos y sus fracasos, las veces que ha cambiado de empresa, las veces que ha vendido su editora, y las miserias y las grandezas del oficio. Lo hace con una prosa fácil y animada que hace que el lector se interese por el oficio. 329 páginas bien impresas; ¡faltaría más!

Hace una descripción completa de en qué consiste el oficio de editor, oficio maravilloso  que hace que un escritor pueda ver sus manuscritos publicados para que los lectores puedan comprarlos y leerlos. Entre las actividades necesarias para que este oficio sea posible está el Comité de Lectura cuyos miembros son los que hacen la criba previa a los manuscritos seleccionados. Aquí le veo a Rafa en su salsa. Esto es lo que se les exige a los miembros del comité:

“Un editor que decide crecer y publicar más de ocho o diez libros por año, necesita asistencia para leer un número suficiente de originales. Se sirve para ello de lectores externos a quienes les paga una suma razonable por cada libro sobre el que presenten un informe escrito.

Este informe ha de resumir el tema de la obra en pocas líneas; ha de describir su contenido en tres o cuatro párrafos; ha de pronunciarse escuetamente sobre ciertos aspectos como el grado de dificultad de lectura, la calidad del estilo, la importancia de la tesis (si es un ensayo); y ha de dar a la obra una nota, de 0 a 10, en cuanto a la conveniencia de ser editada. A partir de estos informes de lectura el editor escoge los pocos libros que le resulten tentadores y los lee. Y decide, caso por caso.”

Más o menos lo mismo que pretendemos hacer en nuestro blog, y con la misma finalidad: seleccionar los libros apetecibles dentro de la barahúnda que ofrecen las librerías.

Muchnik disfruta con su oficio, en el que es un profesional reconocido por el sector y orgulloso de ser uno de los elegidos en la meca de la edición, la Feria del Libro de Frankfurt, a la que es invitado todos los años y también a la cena que Carl Hansen Verlag organiza todos lo jueves para los elegidos. Allí disfruta de la compañía de los grandes editores europeos.

Habla de sus buenas relaciones personales y profesionales con algunos de los autores más importantes del siglo XX

El libro termina en un tono un poco pesimista ante las amenazas de todo tipo que sufre el mundo editorial, incluida la tecnológica. Muchnik sigue anclado en el libro impreso y en los sistemas tradicionales de edición y distribución y ve que ese mundo está cambiando rápidamente. Dada su afición a los refranes le aconsejaría este: “If you can’t beat them, join them”

Recomiendo su lectura a Rafa, y para los demás interesados en el sector le pongo **** 

lunes, 4 de junio de 2012

HHhH (2009) de Laurent Binet (1972)



Con este libro el joven profesor de la Universidad de Paris obtuvo el Premio Goncourt de primera novela en 2010.

Es una novela acerca de la Operación Antropoide, o del atentado efectuado el 27 de Mayo de 1942 en Praga por dos miembros de la resistencia checa, lanzados meses antes en paracaídas en la zona anexionada por Alemania, sobre Reinhard Heydrich, protector de Bohemia y Moravia, director de la GESTAPO, y de la Oficina de Seguridad del Reich, alma del Holocausto y responsable directo en la conferencia de Wannsee de la presentación del proyecto de la denominada Solución Final. El libro cuenta la aterradora biografía de esta enigmática figura al tiempo que nos ilustra sobre los antecedentes de la ocupación de Checoslovaquia.

El curioso título: HHhH, es el acrónimo de Himmlers Hirn heisst Heydrich, en español: El cerebro de Himmler se llama Heydrich, refiriéndose a la influencia del Carnicero de Praga sobre el SS-Reichsführer.

Independientemente de la riqueza de información que goza el libro, su
originalidad reside en la singular forma de contar la historia en la que el propio autor, Laurent  Binet, se convierte en personaje, que discute sobre fuentes, hechos, duda sobre la veracidad de afirmaciones, busca la forma más honesta de exponerlos y muestra un conocimiento enciclopédico de películas, novelas y documentos sobre el tema, todo manejado con gran viveza.

La narración del atentado es soberbia y el final de la historia muy emocionante. Le he puesto xxxx y está a vuestra disposición.


Rafa