lunes, 10 de marzo de 2014

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (1568) de Bernal Díaz del Castillo (1495-1584)


Bernal Díaz del Castillo nació en Medina del Campo en 1495 y a los dieciocho años se embarcó rumbo a las Indias.  En 1517 se enroló en Cuba en la primera expedición de Francisco Hernández de Córdoba, para explorar el continente. Aunque la expedición fue un fracaso, los indios mataron a más de la mitad de los soldados incluido el propio Hernández de Córdoba, pero el descubrimiento de la costa del Yucatán impulsó una nueva expedición dirigida por Juan Grijalva en 1518, en la que Bernal también participó. El resultado fue algo mejor que la anterior, pero sin apenas rescatar, conquistar y poblar regresaron a Cuba.
En la Historia verdadera… Bernal inicia su relato con estas dos primeras expediciones y dice y vine la tercera vez, en 1519, con el venturoso y  esforzado capitán Don Hernando de Cortés…y que ningún capitán y soldado pasó a esta Nueva España tres veces arreo (seguidas).

Es en 1553 cuando Bernal inicia la redacción de este hermoso, sencillo y directo relato de la increíble hazaña, han pasado 24 años. Los hombres que acompañan a Cortés en la expedición son pocos. Después de desembarcar y de varias duras batallas y para evitar que regresen a Cuba deciden dar con todos los navíos al través (no los quemaron como dice la leyenda, pero si los inutilizaron) y añadir los tripulantes a los soldados, superando los cuatrocientos hombres, que se dirigen a México.

Siguen  escaramuzas con diversas tribus sometidas a los aztecas con las que Cortés llega a acuerdos, una de las cualidades que distinguen a este hombre del Renacimiento, que les permite la entrada sin ninguna violencia en la asombrosa ciudad de México, implantada en un lago, e ir al encuentro de Montezuma con el que Cortés mantendrá una singular relación.

La edición de La historia de la Conquista de México de Francisco López de Gómara en 1552, que el propio Bernal comenta en su obra y de la que alaba su retórica, pero por sus inexactitudes y el excesivo protagonismo de Hernán Cortés (se dice que fue encargada por él buscando títulos y prebendas) y el poco mérito atribuido a los conquistadores, hace que en 1568 publique La historia verdadera…, quedando vivos, malviviendo, solo cinco partícipes de la conquista, pocos muertos de su propia muerte (muerte natural). Con ello Bernal quiere mostrar que la participación en las decisiones de capitanes y soldados, incluido él, sea constante y se esmere en contar con gran detalle los acontecimientos, haciendo frecuente referencia al relato de Gómara, matizándolo o contradiciéndolo. Este diálogo con los lectores, como el de la segunda parte del Quijote, sobre la autenticidad de lo que cuenta, hacen de la narración algo realmente original.

Diego Velásquez, gobernador de Cuba, envidioso por la suerte de Cortés, envía a Pánfilo Narváez con un fuerte contingente de tropas para prenderlo.
Como ejemplo del estilo narrativo de Díaz del Castillo os incluyo este párrafo, del capítulo CXV, que hace una curiosa alusión a nuestros paisanos:
Como estaba platicando Cortés con el gran Montezuma, como lo tenían de costumbre, dijo éste a Cortés:”Señor Malinche - Marina, importante personaje en la conquista, intérprete, esclava, amor de Cortés del que tuvo un hijo -, a todos vuestros capitanes y compañeros os veo andar desasosegados, también he visto que no me visitáis sino de cuando en cuando, y Orteguilla el paje me dice que queréis ir de guerra sobre vuestros hermanos que vienen en los navíos y que queréis dejar aquí en mi guarda a Pedro de Alvarado, hacedme merced que me lo aclaréis, para que si yo en algo os pudiere servir y ayudar, que lo haré de mm, buena voluntad…  no querría que os viniese algún desmán, porque vos tenéis muy pocos soldados a caballo , y esos que viene son cinco veces más; y ellos dicen que son cristianos como vosotros y vasallos de ese vuestro emperador, y tienen imágenes y ponen cruz, y les dicen misa, y dicen y publican que sois gentes que vinisteis huyendo de Castilla de vuestro rey y señor, y que os vienen a prender y a matar, en verdad que yo no os entiendo. Por tanto mirad primero lo que hacéis”. Y Cortés le respondió con un semblante muy alegre, que si no le ha venido a dar relación dello, es como le quiere mucho y por no le dar pesar con nuestra partida, y que por esta causa no le he dejado, porque así tiene por cierto que Montezuma le tiene buena voluntad. Y que cuanto a lo que dice, que todos somos vasallos de nuestro gran emperador, que es verdad, y de ser cristianos como nosotros, que sí lo son; y a lo que dicen que venimos huyendo de nuestro rey y señor, que no es así, sino que nuestro rey y señor nos envió para verle y hablarle todo lo que en su real nombre le ha dicho y platicado; y a lo que dice que trae muchos soldados y noventa caballos y muchos tiros y pólvora, y que nosotros somos muy pocos, y que nos vienen a matar y prender, nuestro señor Jesucristo, en quien creemos y adoramos, y nuestra señora Santa María, su bellísima madre, nos dará fuerzas, y más que no a ellos, pues que son malos y vienen de aquella manera. Y que como nuestro emperador tiene muchos reinos y señoríos, hay en ellos mucha diversidad de gentes, unas muy esforzadas y otra mucho más, y que nosotros somos dentro de Castilla, que llaman Castilla la Vieja, y nos nombran por sobrenombre castellanos; y que el capitán que está ahora en Cempoal y la gente que trae que es de otra provincia que llaman Vizcaya y que tienen la habla revesada, como a manera de decir como los otomis de tierra de México, y que él verá cuál se los traeríamos presos; y que no tuviese pesar por nuestra ida, que presto volveríamos con victoria.
 (Según las notas de A. Delgado Gómez y L.A. Arozena, la entrevista, aunque pintoresca, es para el historiador Solís cierta en lo esencial. Hugh Thomas se refiere a los vizcaínos.en su Conquista de Mexico, pag 408. Pero la comparación de los vascos con los otomíes suena bastante improbable y nadie la menciona salvo Díaz del Castillo.)

El texto tiene casi mil páginas de letra menuda, pero el relato contagia la sensación de vivido y es fascinante. Lo he leído en la edición de BIBLIOTHECAHOMOLEGENS y en la de LinKgua digital (I y II) de Kindle. Le he puesto XXXX1/2 y está a vuestra disposición.

Rafa

Nota: Christian Duverger en su reciente obra Crónica de la eternidad afirma, creo que es un disparate, que Bernal Díaz del Castillo no es el autor de La Verdadera Historia…  sino que esta obra fue escrita por el propio Cortés.


lunes, 3 de marzo de 2014

Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920) de Miguel de Unamuno (1864 - 1936)

 ¿Por qué ejemplares? Cervantes llamó ejemplares a las novelas que publicó después de su Quijote porque no hay ninguna de quién no se pueda sacar algún ejemplo provechoso. Y Unamuno las llamó ejemplares por que las da como ejemplo de vida y realidad.
Las novelas son breves y según Don Miguel, aunque sus agonistas tengan que vivir aislados y desconocidos, sabe que vivirán.
En Las dos madres, Raquel siente que el infierno está en el centro de su vientre estéril y desea que su Don Juan se case con otra joven de la que nazca un hijo que le sea entregado.
En El Marqués de Lumbría, el Escudo de Armas de la casona solariega siempre con las ventanas y balcones cerrados, por el horror al aire libre y a las moscas, vehículos de contagio de enfermedades plebeyas, es el origen y el centro del drama.
En Nada menos que todo un hombre, la hermosura de Julia usada por su padre como mercancía, la arrastra hasta la locura y con ella al altivo Alejandro, incapaz de expresar todo el amor que le profesa.
Las tres historias muestran el dramático fin de las víctimas bien sea a manos de sus antagonistas que con voluntad y astucia las superan o por ellas mismas causando su propia destrucción.

El prólogo, lo escribió después de las novelas, y es tan atractivo que me permito abusar de vuestra atención trascribiendo gran parte del capítulo II.

Nada hay más ambiguo que eso que se llama realismo en el arte literario. Porque, ¿qué realidad es la de ese realismo?
Verdad es que el llamado realismo, cosa puramente externa, aparencial,…, se refiere al arte literario y no al poético o creativo. En un poema--y las mejores novelas son poemas--, en una creación, la realidad no es la del que llaman los críticos realismo. En una creación la realidad es una realidad íntima, creativa y de voluntad. Un poeta no saca sus criaturas--criaturas vivas--por los modos del llamado realismo. Las figuras de los realistas suelen ser maniquíes vestidos, que se mueven por cuerda y que llevan en el pecho un fonógrafo que repite las frases que su Maese Pedro recogió por calles y plazuelas y cafés y apuntó en su cartera.
¿Cuál es la realidad íntima, la realidad real, la realidad eterna, la realidad poética o creativa de un hombre? Sea hombre de carne y hueso o sea de los que llamamos ficción, que es igual. Porque Don Quijote es tan real como Cervantes; Hamlet o Macbeth tanto como Shakespeare,….
¿Qué es lo más íntimo, lo más creativo, lo más real de un hombre?
Aquí tengo que referirme, una vez más, a aquella ingeniosísima teoría de Oliver Wendell Holmes sobre los tres Juanes y los tres Tomases. Y es que nos dice que cuando conversan dos, Juan y Tomás, hay seis en conversación, que son
Tres Juanes: 1. El Juan real; conocido sólo para su hacedor  2. El Juan ideal de Juan, nunca el real y a menudo muy desemejante de él; 3. El Juan ideal de Tomas, nunca el Juan real, ni el Juan de Juan, a menudo muy desemejante de ambos.
Tres Tomases: 1. El Tomás real; 2. El Tomás ideal de Tomás; 3. El Tomás ideal de Juan.
Es decir, el que uno es, el que se cree ser y el que le cree el otro…
…Pues si esto os parece un lío y no sois capaces, no ya sólo de comprenderlo, más de sentirlo y de sentirlo apasionada y trágicamente, no llegaréis nunca a crear criaturas reales y, por tanto, no llegaréis nunca a gozar de ninguna novela, ni de la de vuestra vida. Porque sabido es que el que goza de una obra de arte es porque la crea en sí, la re-crea y se recrea con ella.

A este libro de Don Miguel, sobre todo por su prólogo, le he puesto xxxx y está a vuestra disposición.
Rafa