jueves, 14 de enero de 2010

La ternura de los lobos - Stef Penney


Paso a comentar esta novela que me ha caido por Navidades, aunque en mi caso no ha sido Olentzaro el culpable, sino la abuela de mi mujer que se mantiene en excelente forma tanto física como intelectual.
Esta novela publicada en España por Salamandra el año pasado, es la primera de su autora, la escocesa Stef Penney, que había recibido el premio británico Costa Book of the Year en 2006 (premio desconocido para mi).
Es una novela de intriga bastante bien escrita, que se desarrolla a finales del Siglo XIX en la Canada colonial en pleno invierno. Me ha parecido entretenida y sin grandes pretensiones.
No me ha sorprendido enterarme a través de Wikipedia que Penney es directora de cine de profesion, ya que en cierta manera se refleja en la forma de escribir algunos pasajes. Aparentemente Penney es también agorafóbica, y esto si me ha sorprendido más, ya que la tundra helada de Canada parece un paraje especialmente agobiante para quien sufre de dicho mal.

Reconozco que me ha gustado que la autora no se sintiera en la obligación de atar todos los cabos sueltos de la intriga al final del libro, aunque los deja bastante ordenaditos.
Yo le pondía ***. Al igual que Pedro, lo teneis a vuestra disposición y también se lee en dos o tres patadas, según lo fuerte que chuteis.
Un abrazo,
Ramón

2 comentarios:

Diego dijo...

Desconocida para mí. Desde luego que tener agarofobia en Canadá tiene sus pelendengues.

Hay muchos novelistas, sobre todo americanos, que en vez de novelas escriben guinoes de películas. Tiene su razón de ser.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo estoy leyendola ahora (llevo ya más de 300 páginas). La encuentro entretenidilla, pero bastante poco creíble, sobre todo en ciertos detalles. Podrían haber pasado, pero tal como lo cuenta no me lo parece. Por ejemplo, no se sabe cuándo transcurre la acción, pero se supone que debe de ser en el último cuarto del siglo XIX: yo la verdad no me imagino a unos inmigrantes escoceses e indios jugando al rugby como si fuesen estudiantes de Eton; cuando describe la habitación de Francis Ross me da la impresión de estar describiendo la habitación de un adolescente de nuestra época; me cuesta entender que en el rudo ambiente de una granja canadiense se esté al tanto de la escritura jeroglífica egipcia. En fin estos son algunos ejemplos, pero podría citar otros muchos...