martes, 11 de enero de 2011

Four Fish. Paul Greenberg. The future of the last wild food.

Como dice el mismo autor, este es un: "Fish-in-danger book"

Leo el libro por dos razones, una porque siempre me ha interesado el asunto de la pesca y de la acuicultura, y otra porque lo han recomendado The Economist y The New York Times.

Trata el autor, americano aficionado a la pesca que escribe sobre el tema en el New York Times, sobre los  avatares recientes -desde la llegada del barco de vapor y de la industrialización en general- de cuatro especies, el salmón, la lubina, el bacalao, y el atún. La marcha pone de manifiesto la codicia de la especie humana, su facilidad para dañar a la naturaleza, y su imaginación para arreglar lo que ha destrozado y de paso enriquecerse.

Está muy bien escrito, en un inglés sencillo, con la pasión de un pescador bien informado, y la confianza en el hombre de una americano tipo James Steward o Gary Cooper. El autor me ha ido llevando de la mano desde la naturaleza al desastre multicasual, y de allí al trabajo de investigación de algunos individuos que estudian la forma de criar en cautividad especies tan salvajes como la lubina, el salmón, o el atún.

De paso me ha ido informando de las reglas del mercado de pescado a nivel internacional y de la influencia de "los mercados" en el tipo de pez que comemos, de las instituciones a nivel nacional y mundial para la defensa de los intereses pesqueros. Pasa en cada caso del paraiso en que vivíamos cuando, la pesca abundaba, la demanda de pescado no era muy alta, los barcos eran de vela y las artes de pesca sencillas, no había frigoríficos industriales ni medios de transporte rápidos, hasta la pesca indicriminada y poco romántica que nos llevó a  acabar practicamente con estas especies y con las especies que son su alimento movidos por nuestra codicia.

Una lección sobre la vida en los ríos y mares y otra lección sobre el comportameinto humano. Si en "The Price of Altruism" se dejaba una esperanza a la interdependencia con todos los seres vivos, aquí comprobamos de nuevo que el hombre es un depredador nato. El autor evita tratar el crecimiento demográfico de la especie humana que está en la base de los problemas que tiene la vida  del resto de las especies del planeta.

Wikipedia me ha ayudado a saber a qué peces se refiere el autor a lo largo del ensayo.

En resumen un libro que recomiendo a los interesados en el tema y al que pongo ****.

Queda a vuestra disposición.

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