jueves, 29 de mayo de 2008

Caos calmo

Acabo de terminar esta excelente novela de Sandro Veronesi, editada por Anagrama (512 páginas, 23 €) y galardonada con el prestigioso Premio Strega del 2005.
Próximamente se estrenará su versión cinematográfica, protagonizada por Nanni Moretti, que según creo ha cosechado también varios premios en Italia.

Su protagonista Pietro Paladini, alto ejecutivo de Televisión, sufre un episodio doloroso que desencadena una reacción singular, que a su vez lo transforma en centro y depósito de dolores y confidencias de todos cuantos le rodean.

La novela mantiene un excelente ritmo donde se alternan momentos de fuerte dramatismo con semblanzas irónicas de la sociedad financiera, logrando el autor que amemos a los personajes merced a un cálido humor que envuelve toda la historia.

Rafa

lunes, 26 de mayo de 2008

Judíos, moros y cristianos. Camilo José Cela.

He disfrutado mucho con esta guía de viaje por Castilla la Vieja. El personaje del vagabundo, Don Camilo con treinta y pocos años, da una dimensión humana al estudio geográfico, sociológico e histórico. El vagabundo es un observador ilustrado que pasa olímpicamente de todo y se limita a ver pasar lo que pasa. Para contar todo esto, el vagabundo usa un lenguaje castellano floreado por vocablos tradicionales y localizaciones geográficas con nombres preciosos. El vagabundo es uno más del paisaje, aunque a veces salga del mismo para hacer algunas humildes observaciones. Describe una época que ahora puede parecer remota – 1946 a 1952, y 1955- pero que el que suscribe vivió un poco en sus veraneos de Vitoria – 1948 a 1955.

Una Castilla la Vieja poblada de todo tipo de animales salvajes, truchas, cangrejos, águilas, garduñas, zorros, lobos, etc. y domésticos, mulas, burros, caballos, etc. que se integran con unos seres humanos miméticos con la naturaleza en la que viven. Todavía no se ha masificado la huida hacia las grandes urbes y el paisanaje vive como en tiempos ancestrales. De vez en cuando aparece un automóvil y el vagabundo hace auto stop y viaja en tren.

Los paseos del vagabundo están llenos de un fino humor.

Después de haber leído “Viaje por el Pirineo de Lérida”, sólo me queda “Viaje a la Alcarria” que leeré en cuanto pueda y después de dejar que trascurra un poco de tiempo, para no empalagarme.

Es curioso que el autor dedique el libro a su padre que era profesor de Geografía, “esa ciencia misteriosa que no se sabe ni dónde empieza ni dónde acaba”

Diego

miércoles, 21 de mayo de 2008

"Campos de Castilla" Antonio Machado

Estuvimos el fin de semana pasado en Molinos de Duero, Soria, en casa de Javier Panera y me llevé como lectura las “Poesías Completas de Antonio Machado de la Colección Austral, Edición de Manuel Alvar”, una edición magnífica en la que Manuel Alvar ilustra y guía al lector por las galerías repletas de belleza de la obra de Don Antonio.

Repasé los poemas tantas veces leídos de “Campos de Castilla”. Todos me gustan menos “La Tierra de Alvargonzalez”. En este poema que os transcribo, Antonio aparece contradictorio. Empieza con una descripción precisa de la decrepitud de la ciudad de Soria y termina diciendo que está “tan bella bajo la luna”. Quizás en aquellos momentos estuviera enamorado de su Leonor.

VI

¡Soria fría, Soria pura,
cabeza de Extremadura,
con su castillo guerrero
arruinado, sobre el Duero;
con sus murallas roídas
y sus casas denegridas!

¡Muerta ciudad de señores
soldados o cazadores;
de portales con escudos
de cien linajes hidalgos,
y de famélicos galgos,
de galgos flacos y agudos,
que pululan
por las sórdidas callejas,
y a la medianoche ululan,
cuando graznan las cornejas!

¡Soria fría! La campana
de la Audiencia da la una.
Soria, ciudad castellana
¡tan bella! bajo la luna.


Visitamos la Plaza de España, donde está la Audiencia, y en una de las casas había una pancarta enorme colgando de un balcón que decía: “Olé tus cojones, Numancia”. Un choque con la realidad.

martes, 13 de mayo de 2008

Trevanian de Alvaro Cortina

He leído esta “opera prima” de Alvaro Cortina a la vez que me encontraba con el autor en una boda el pasado sábado. Es una persona encantadora y estuvimos buscando algún editor entre los invitados mientras hablábamos de esto y de aquello. Como le comenté por e-mail, no me siento capacitado para hacer una crítica de su novela pues, aparte de mi incapacidad como crítico literario, es la primera vez que leo un libro de un autor a quien conozco, a cuyos padres y tíos conozco, a cuyos hermanos conozco y cuyas circunstancias, contadas por su madre Elena Urdampilleta, conozco. Es decir que leyendo el libro encuentro demasiadas referencias personales del autor de las que no me puedo despegar.

La novela tiene un hilo conductor un poco discontinuo y baja un poco el interés del lector en el espacio que va desde la confesión del asesinato de Pull hasta que vuelve a hablar de las razones que le llevaron a cometerlo. Sus divagaciones intelectuales son muy buenas y comparto con él su afición a Cioran, y su dificultad para terminar las novelas de Bolaño, pero la primera parte divaga sobre asuntos cotidianos que te hacen perder un poco la tensión. Los pasajes oníricos son muy buenos y la trama lateral de los casos en los que interviene como detective privado también. El asunto de las cabezas de los cadáveres es puro Chesterton.

El personaje de Trevanian puede darle muchas alegrías, pues me da que tiene madera para ello, pero quizás debería hacerse un esquema más completo de la personalidad del personaje.

Hace gala al autor de una erudición literaria muy importante.

Algunos elementos comunes a este tipo de novela suelen ser: Intriga: en este caso bien con la salvedad de la falta de tensión. Sexo: poco. Violencia: contenida. Humor: magnífico. Introspección: abundante.

Alvaro quiere seguir escribiendo, a lo que le animé.

Un abrazo.