lunes, 27 de abril de 2009

Discours sur l’origine et les fondements de l’inégalité parmi les hommes. J. J. Rousseau

Bueno, bueno, qué lectura más maravillosa. Os la recomiendo fervientemente.

La he leído en francés. He descargado el texto de Wikipedia en su versión francesa. Hice la prueba y me ha salido bien, pues Rousseau tiene un verbo fácil y claro y expone sus ideas de manera simple, otra satisfacción intelectual para el lector que así se cree inteligente.


Jacobo, como he acabado llamando a este muchacho, tuvo sus más y sus menos con Voltaire al que no gustó la teoría de que la desigualdad entre los hombres y muchas de sus desgracias tuvieran su origen en la pérdida de su naturaleza salvaje. Aunque sus conocimientos antropológicos fueran limitados, utiliza ejemplos de niños salvajes que no se adaptan a la vida en Europa, y el de las tribus salvajes que tampoco se adaptan a sus colonizadores. Hace también un estudio comparativo de los primeros humanos con el resto de los animales.


La descripción que hace del deterioro de nuestra especie es muy sugerente. Achaca a la creación de la sociedad humana, y a la codicia y la presunción los males del hombre, y añora la felicidad de la vida de los hombres cuando no teníamos que trabajar, aspecto que a mí siempre me ha resultado muy atractivo. Naturalmente Jacobo no ha conocido la sociedad consumista y no nos puede recomendar una alternativa a nuestro sistema económico actual.


Llegué a leer esto por verlo mencionado en los libros de antropología en los que sigo metido y que espero no me lleven a acabar como Don Quijote.


Creo que parte del disfrute ha sido que he considerado el libro como un libro de divertimento, no como un libro científico. Tampoco me ha costado mucho, pues Jacobo hablaba conmigo como si me conociese de toda la vida.

1712-1778

Le pongo cinco estrellas, con vuestro permiso.




Siete casas en Francia de Bernardo Atxaga

Nadie duda que Bernardo Atxaga escribe muy bien: Obabakoak, El hombre solo y Esos cielos, son estupendas, sin embargo tanto El hijo del acordeonista como esta última no alcanzan el nivel de las primeras.

Siete casas en Francia podía haber sido como un esperpento valleinclanesco sobre "la lujuria, la avaricia y la muerte", pero se queda en un cuento "semirrealista" de unos soldados belgas en el Congo a principios del siglo XX que son avariciosos, lujuriosos y criminales y que también podrían ser más absurdos, pero Atxaga no lo permite, y sólo el viejo león en la última frase del libro nos muestra el tono que podría haber tenido el libro.

Tiene 255 pag. y se lee facil. Le he puesto xxx1/2 y está a vuestra disposición.

Rafa




miércoles, 22 de abril de 2009

Madame Bovary de Gustave Flaubert

Siguiendo las lecturas del XIX y antes de entrar en otra de gran tonelaje he tratado de leer en su lengua original Madame Bovary de Gustave Flaubert.

Su obsesión de no repetir una palabra en una misma página, no usar el doble genitivo (Emma llevaba una medalla de oro de su madre), y otras muchas autoexigencias de estilo y fonética, que le obligaron a demorar la terminación de este libro en casi cinco años, hacen que su francés haya resultado para mí difícil y después de leer la primera parte, pasar a una estupenda traducción de Carmen Martín Gaite en Tusquets.

Flaubert era epiléptico como Dostoievski, enfermedad que le obligó a vivir una vida recogida y provinciana en casa de sus padres y dedicada intensamente a la literatura.

Sentía una total aversión por los "burgueses", para él personas unicamente preocupadas por el aspecto material de la vida y que sólo creen en valores convencionales.
Madame Bovary es un drama en que todos los personajes son burgueses, y salvo uno secundario,
Doctor, que es positivo, todos son vulgares, estúpidos o despreciables.
Miembro y víctima de este ambiente es Emma Bovary soñadora de amores románticos que trata de alcanzar con mezquinos amantes.

El autor nos cuenta la historia sin emitir juicio alguno y buscando la imparcialidad y el distanciamiento, lo que hace que resulte algo fría y como dice Somerset Maughan:" aunque sea una debilidad, como lectores, a menudo nos consuela saber que el autor comparte las emociones que nos hace sentir".

Flaubert fué procesado por un delito contra la moralidad pública, del que fué absuelto, por esta narración en que el erotismo que contiene se trata con total delicadeza.

Aunque no sea para mi un tema grato, lo que dobla el mérito, la novela, que por su frescura parece escrita ayer, me ha convencido y me ha gustado. La califico con 8,5/10.

Está a vuestra disposición una edicion de La Pléiade y la mencionada de Tusquets (394 pag.)

Un abrazo

Rafa

lunes, 20 de abril de 2009

Suite francesa de Irene Nemirovsky

Queridos amigos, en esta ocasión voy a comentaros una novela que me ha gustado mucho. Se trata de “Suite francesa” de Irene Nemirovsky. Sólo la introducción, que es un resumen de la vida de la autora, da para varios comentarios. Es una novela inacabada, ya que era judía y, tras ser arrestada por gendarmes franceses, fue deportada a Auschwitz.
La novela aborda dos temas poco gratos para la mayoría de los franceses: la derrota ante los alemanes y su connivencia con ellos. Merece la pena, particularmente, el retrato que hace de la alocada huida de Paris al tener noticias de la derrota. El retrato que hace de la clase dirigente francesa es cruel, no deja títere con cabeza. La traducción es bastante buena, aunque aquellos que manejen el francés con soltura-verbígracia, Chichita- deberían leerlo en francés.

Un abrazo.

Juan

lunes, 13 de abril de 2009

El elefante de Saramago


Peter,


He leido tu post y me animo a hacer el mio propio por dos razones, la primera es que yo acabo de terminar "El viaje del Elefante" de José Saramago y la segunda es que fui yo quien te lo regaló en Navidades.


El libro es un relato ligero basado en un hecho real. La prosa es sencilla y los personajes entrañables, sin un fondo muy profundo pero si suficientemente desarrollados para cogerles cariño.


Se lee de forma fácil y rápida. Saramago mezcla un estilo propio de la época (año 1551 si no me equivoco) con algunos modernismos, haciendo cierto hincapie en ello. Las reflexiones del hindú que dirige y cuida al elefante son ocurrentes y el estilo en general hacen del libro una experiencia divertida aunque como he indicado antes algo ligera.


Aunque el propio Saramago en una entrevista decía sobre el libro que "El significado último podría ser la vida humana, lo que pasa después de la muerte"a mi no me ha parecido tan profundo. En resumen, muy recomendable para leer en un rato muerto, sin grandes pretensiones.
Espero que para ser mi primer post en este blog no me haya enrollado más de la cuenta.
Un abrazo a todos,
Ramón

sábado, 11 de abril de 2009

Los Miserables




Por fin he conseguido terminar Los Miserables, de Victor Hugo. Confieso que me ha cogido en una época de poca lectura, lo cual tratándose de semejante ladrillo es en si mismo peligroso. Quiero decir que en algunos momentos se me ha hecho un poco largo, pese a lo cual lo recomendaría a cualquiera y como mínimo le pondría ****.

El libro es francés desde la primera letra hasta la última, todo se desarrolla en la época en la que - a raiz de la revolución francesa - los gabachos le cogieron el gustillo a levantar los adoquines de la Rue de tal y de cual, y montar unas barricadas tremendas. El personaje central de la novela, Jean Valjean, me parece un heroe fantástico (con permiso de los de la Iliada y de Gandalf el Gris, claro), diferente de otro clásico frances, Edmond Dantés (el Conde de Montecristo *****), pero a la misma altura. El desarrollo del libro como novela me ha encantado, los personajes y sus historias entrelazadas, los malos que luego son buenos y los malos de verdad, el drama, el heroismo, l'amour... No os digo más que al final del libro lloras.

No me atreví a leerlo en francés, que me imagino será una delicia, pero si alguno lo lee con soltura seguro que es mejor todavía. El musical de Broadway no se muy bien como estará adaptado, se me hace difícil puesto que la trama es compleja y el tema no es como para ponerse a cantar. Me apetecería ver una buena adaptación al cine, si la conocéis avisad.

Lo que menos me gustó, y de ahí que en algún momento se me haya atragantado, son las contínuas interrupciones de la trama para introducir pequeños ensayos del autor sobre temas diversos, algunos de interés (la batalla de Waterloo, la revolución francesa, la restauración) y otros que simplemente te cortan el rollo (el sistema de alcantarillado de París, le diferencia entre una revuelta y una revolución). Ha sido un poco como pretender ver El Señor de los Anillos en versión extendida en Antena 3, es decir, con tantos minutos de anuncios como de película.

Por lo demás, ya os digo, me ha dejado muy buen sabor de boca y os lo recomiendo. Sin destripar nada os copio los versos que dan final al libro, que bonitos:

Il dort. Quoique le sort fut pour lui bien etrange,
Il vivait. Il mourut quand il n'eut plus son ange.
La chose simplement d'elle-meme arriva,
Comme la nuit se fait lorsque le jour s'en va.

Ahora tengo dos más ligeritos que me trajo el Olentzero: El del elefante de Saramago (estoy empezando y es agradable de leer, ligerito) y el del erizo elegante. Me he apuntado luego a los hermanos Karamazov, y aunque no leeré de momento a Galbraith me alegro de que existan precedentes tan similares, sobre todo para llevar la contraria a todos los pesados de los medios de comunicación que están empeñados en convencernos de que no los tiene y que estamos ante poco menos que el apocalípsis económico de occidente.

Los hermanos Karamazov

Dostoievski, según sus biógrafos, era vanidoso, envidioso, pendenciero, desconfiado, rastrero, fanfarrón, informal, desconsiderado, en una palabra: un carácter odioso. Pero al mismo tiempo era un hombre generoso que no censuraba a sus semejantes, posiblemente por sus experiencias en Siberia con terribles asesinos con gestos de gran humanidad, y además tuvo un gran amor en su vida, puesto que estuvo profundamente enamorado de su segunda mujer Anna Griegorievna.

Es así que este autor con los rasgos de su contradictorio carácter creó los personajes inolvidables de los hermanos: el exaltado y pendenciero Dimitri, el nihilista Ivan, el bondadoso Aliosha, el envidioso bastardo Smerdiacov, el rastrero y tramposo padre Fiedor, la prostituta Grushenka, la inestable Katia, el santo monje Zósima y muchos más.

Aunque el ritmo es pausado y los parlamentos extensos, la fuerza de los personajes y el nivel del texto mantienen esa tensión que hacen que el interés no decaiga y vivas y disfrutes el libro a lo largo de sus mil cien páginas.

Curiosamente, la novela tenía originalmente como protagonista principal a Aliosha, como se indica en la primera frase de la obra:

"Alexei Fiedorovich Karamazov era el tercer hijo de Fiedor Pavlovich Karamazov, un terrateniente de nuestro distrito tan conocido en tiempos ( y hasta ahora se le recuerda) por su trágico y oscuro fin, que sucedió hace treinta años justos y del que hablaré llegado el momento."

sin embargo aún siendo muy importante su papel, queda algo en la sombra frente a sus hermanos Dimitri e Ivan. La razón es que "Los hermanos Karamazov" que conocemos son las dos primeras partes de una novela más extensa en la que se desarrollaría este personaje y que Dostoievski aunque tenía el esquema no pudo plasmarlo debido a su muerte.

El libro es totalmente recomendable y responde al prestigio que goza. Lo califico con xxxxx.

Yo tengo a vuestra disposición una antigua edición de Círculo de Lectores en dos tomos muy manejable con una fluída traducción del ruso de José Lain Entralgo.

Nota: El error de no haber leído este libro hasta ahora se debe a la película de Richard Brooks
del año 58 (con unos mediocres Yul Brynner y María Schell, aunque Lee J. Cobb, Richard Basehart, Claire Bloom, Albert Salmi etc. lo hacían muy bien) y que engañosamente me hizo creer que me había acercado al mundo de los Karamazov.