lunes, 15 de noviembre de 2010

Moby Dick (1851). Herman Melville (1819-1891)

Dicen que Moby Dick es la mejor novela americana y no voy a decir lo contrario. Quizás sea un poco larga -870 páginas- y un poco pesada en su primera parte en la que Ismael nos describe en detalle las carácterísticas de los cetáceos. Sin embargo luego nos metemos dentro del barco con su capitán Ahab y su tripulación y seguimos las consideraciones que con tanto acierto nos va haciendo Melville-Shakespeare, y la aventura de la pesca del cachalote asesino.

Otra de las pegas que tiene el libro es que muchos hemos visto la película de Huston con Gregory Peck de capitán Ahab y echamos en falta la acción que necesariamente impone el cine.

Me han llamado la atención los aspectos económicos de la pesca-caza de las ballenas cuyo rendimiento hizo que las gentes se aventurasen a pescar-cazar a un animal tan grande y tan fácil de pescar. Melville nos habla del leviatán y de la maldad intrínseca de Moby Dick quizás para justificar las carnicerías que ha hecho el hombre en su marcha evolutiva. El romanticismo de cuando los vascos pescábamos ballenas a tiro de txalupa desapareció cuando aparecieron los barcos modernos con sus harpones explosivos lanzados desde el barco.

A Ramón y a Peter les ha parecido un poco pesada. No obstante le voy a dar ****


Aquí tenéis al cachalote blanco comíendose una txalupa. La obra está basada en el ataque de un cachalote de estas características al barco Essex de Nantucket que resultó hundido, y en el testimonio de algunos marineros que vieron un cachalote blanco cargado de harpones y con instintos agresivos.

4 comentarios:

Rafa dijo...

Libro que, a sabiendas de que es algo tubo, tengo en la mesilla a la espera del arponazo que me anime a incarle el diente. Tu entrada, seguro que ayuda.

Billy Budd, Benito Cereno y Bartleby, a pesar de Vila-Matas, son estupendas.

Un abrazo
Rafa

Rafa dijo...

Que yo sepa , la Academia todavía no ha quitado la hache a hincarle. Escuso mi licencia.

Rafa

Peter dijo...

Me da rabia porque debí coger este libro con expectativas equivocadas y quizás por eso me pareció un tremendo ladrillo. Me temo que iba buscando una ligerita de aventuras y me topé con un tratado sobre las ballenas, de las que se aprovecha todo (como del cerdo), y la naturaleza humana. Eso sí, le doy la razón a Diego cuando dice que cuando se publicó no existía Jaques-Yves Cousteau y a aquellos les debió impresionar muchísimo.

Diego dijo...

En la época en que se publicó tuvo que ser un libro apasionante pues el bueno de Melville te mete dentro del barco y hay momentos en los que casi consigue qu te marees. Además la pesca-caza de las ballenas no estaba tan desprestigiada como ahora.
Que lo disfrutes. Ya contarás.