miércoles, 11 de noviembre de 2009

Eneida de Virgilio

Aunque seguro que para los bloggers es sobradamente conocido, me tomo la libertad de daros la vara con este introito.

Virgilio vivió entre el 70 y el 19 a.C., años turbulentos de guerras civiles entre Julio Cesar y Pompeyo primero y entre Augusto y Marco Antonio después.
Cuando Augusto toma el poder quiere iniciar la reconciliación nacional y encarga a Virgilio un poema que ensalce las gestas del Emperador.
Virgilio se pone a trabajar el año 29 y va derivando el argumento de su poema épico al viaje de Eneas desde Troya a la desembocadura del Tiber y su establecimiento en el Lacio, mostrando que con él se inicia la historia de Roma, que tendrá su culminación en su descendiente Augusto.

No parece que Virgilio estuviera muy satisfecho de la propaganda política de Augusto contenida en su poema y cuenta la tradición que antes de publicarlo y viendo próxima su muerte pidió fuera quemado.

El poema, muy homérico en su estilo y metro, está dividido en doce libros: los seis primeros son una maravilla y nos cuentan la caída de Troya y la huída, con sus familiares y compañeros, del piadoso Eneas llevando a hombros a su padre; los viajes tempestuosos; sus amores con Dido (primera reina de Cartago); la muerte de Dido (¡qué joya el aria de de la ópera de Purcell!); el descenso a los infiernos y la llegada de los troyanos a Italia.
Los seis últimos son de guerras y muertes , semejante a la Iliada pero lejos de alcanzar su grandeza.
Sin embargo se aprecia, algo muy personal, probablemente reflejo de las muertes vividas por el autor, que muestra en partes del relato un tono elegíaco y un cansancio por la dificultad de detener la guerra y llegar a pactos duraderos para lograr la paz.

A pesar de que la segunda parte baja, el conjunto me ha gustado y no es baladí que Dante eligiera a Virgilio como su guía en el descenso a los infiernos, donde curiosamente encuentran al astuto Ulises.

He leído la versión de Rafael Fontán Barreiro , en una edición económica, pero muy bien editada por Alianza Editorial (la misma versión que se puede leer o bajar de Google).

Le he puesto xxxx1/4

Un abrazo

Rafa

2 comentarios:

Diego dijo...

No la he leído pero me animaré, Rafa. Desconocía que fuera un encargo por el que supongo que Virgilio, más poeta que narrador, obtendría pingües beneficios de su patrocinador.

El lamento de Dido de Purcell es magnífico y un gran canto funeral que dice:
"Thy hand, Belinda; darkness shades me
On thy bosom let me rest
More I would, but Death invades me
Death is now a welcome guest

When I am laid, am laid in earth,
May my wrongs create
No trouble, no trouble in thy breast;

When I am laid, am laid in earth,
May my wrongs create
No trouble, n trouble in thy breast;

Remember me, remember me
But ah! forget my fate

Remember me,
But ah! forget my fate

Remember me, remember me
But ah! forget my fate

Remember me,
But ah! forget my fate"

Bellísimo.
Un abrazo.

Diego dijo...

Rafa, he terminado con cierta dificultad la lectura de La Eneida. Como bien dices este fue un encargo del Emperador para hacer propaganda de Roma y en el mismo intervino uno de los primeros agentes comerciales conocidos, Mecenas, que es el que le consiguió el encargo.
Evidentemente Virgilio da coba a mansalva al Emperador y a los romanos.
En plan epopeya La Ilíada me parece mucho mejor.