domingo, 23 de febrero de 2014

La Guerra Carlista I: Los cruzados de la causa (1908) de Ramón del Valle-Inclán (1866-1936)

Cuando empieza su serie sobre la segunda guerra carlista: Los cruzados de la causa (1908); El resplandor de la hoguera (1909) y Gerifaltes de antaño (1909),  Don Ramón había escrito ya las Sonatas (otoño; estío; primavera e invierno) y la obra de teatro Coloquios románticos del Marqués de Bradomín (1902-1905) y dos de las comedias bárbaras: Águila de blasón (1907) y Romance de Lobos (1908), no escribiría la tercera, Cara de Plata, hasta 1922.

Muchas de estas obras se desarrollan en los mismos lugares y tienen personajes comunes: el Marqués de Bradomín, feo, católico y sentimental; Don Juan Manuel de Montenegro, violento y padre se lobos, del que Ramón Barea ha hecho recientemente una excelente interpretación; Cara de Plata, romántico y pendenciero, hijo menor del anterior; Canónigos, mendigos y otros personajes secundarios.
Según los críticos estas obras son un ejemplo destacado de la prosa modernista. El lenguaje de Valle es hermoso, expresivo, sentimental y romántico, diferente aunque igualmente vivo que el de los esperpentos de los años veinte y treinta.

Según su hijo Carlos Luis, Valle-Inclán se sentía carlista, porque defendía costumbres y tradiciones que a él, Señor de espíritu y de sangre, no podía dejarle indiferente. (José F. Acedo Castilla La 2ª Guerra Carlista en las novelas de Valle-Inclán)

  ¡Nunca tal se vio como agora! ¡Dos Reyes en las Españas! 
  ¡Como en tiempo de moros!...
  Son Reyes de distinta ley. Uno buen cristiano, que anda en la campaña y se
  sienta a comer el pan con sus soldados. El otro, como el moro, con más de
  cien mujeres, nunca pone el pie fuera de su gran palacio de la Castilla.

El relato nos cuenta: El regreso del Marqués de Bradomín, a Viana del Prior para vender sus propiedades y obtener dinero para la causa.
La pálida y visionaria abadesa Isabel de Montenegro y Bendaña, prima del Marqués, oculta armas para la guerra en el convento. Temiendo la requisa urge trasladarlas a una defectuosa goleta con riesgo de naufragio por la fuerte marejada.

Os recomiendo empezar con las Sonatas, seguir con las Comedias bárbaras y  la guerra Carlista, y después seguir leyéndole, puesto que es una delicia.
Le he puesto xxxx y está a vuestra disposición.

Rafa  

sábado, 22 de febrero de 2014

José Emilio Pacheco (1.939-2.014) En resumidas cuentas-Antología. ****


Poeta para mí desconocido hasta que su muerte ha hecho que todos los medios de comunicación se acuerden de él para alabarle y publicar artículos sobre su obra. He tenido que pedir este libro en la librería pues no tenían ninguno en stock.

Pacheco en su casa de México
 Sobre todo poeta. Premio Cervantes 2.009. Se escribe mucho en los círculos culturales sobre este poeta con motivo de su muerte pero este poeta es un hombre olvidado, por lo menos fuera de México. Gran parte de las referencias de Google son artículos y noticias sobre su muerte. Era amigo y vecino de Juan Gelman que murió unas pocas semanas antes que él. Se imagina uno que se verían para hablar de su lengua común y de su forma de usarla, magistralmente.

La impresión que he tenido al leer esta antología seleccionada por Hernán Sánchez, es que el tiempo es lo que trae a mal traer al poeta. La mayoría de sus poemas giran alrededor del tiempo. Uno se da cuenta nada más empezar a leer. Ya lo decía Octavio Paz.

“Cada poema de Pacheco es un homenaje al no, al tiempo, que para él es el agente de la destrucción universal, y a la historia, que para el escritor es un paisaje de ruinas”

Pacheco es un poeta que escribe de verdad, sin usar grandes artificios, se le entiende todo lo que dice. Quizás un poco triste en algunas ocasiones dado su tema favorito que es el tiempo. En otros poemas nos cuenta sus análisis de otros aspectos de la vida y lo hace con sinceridad, concisión, y gracejo. Me ha recordado en muchos momentos a Omar Kheyam.

No se puede expresar mejor el papel del que escribe y el de que lee.

Si leo mis poemas en público
le quito su único sentido a la poesía:
hacer que mis palabras sean tu voz,
por un instante al menos.

De los distintos libros de los que extrae el autor sus poemas me ha gustado LA ARENA ERRANTE (1992-1998) del que selecciono estos dos sobre su tema favorito.

MEMORIA

No tomes muy en serio
lo que te dice la memoria.

A lo mejor no hubo esa tarde.
Quizá todo fue autoengaño.
La gran pasión
sólo existió en tu deseo.

Quién te dice que no te está contando ficciones
para alargar la prórroga del fin
y sugerir que todo esto
tuvo al menos algún sentido.

IMAGEN

La foto queda allí. Detuvo un segundo.
Se convirtió en pasado en el mismo instante.
El oleaje del tiempo no cesa nunca.
La vejez nos distancia a cada minuto
de la imagen inmóvil donde quien fuimos
contempla fiel al muerto que seremos.

Y este en el que trata de la convivencia con los demás. 

EL OTRO

Entrará con sangre la eme de muerte
en los marcados a fuego,
no para el Día del Juicio
sino para los fusilamientos en masa,
la Limpieza Étnica, el campo de exterminio,
la Solución Final que de una vez por todas resuelva
e problema del Otro.

La muerte de este hombre me ha llevado a conocerle y a admirarle. Os recomiendo que lo hagáis vosotros también. Le pongo ****

domingo, 16 de febrero de 2014

Campos de Londres (1989) de Martin Amis (1949)


Acaba de editar Anagrama la última novela de Martin Amis, Lionel Asbo El estado de Inglaterra. Las reseñas alaban el libro y destacan que el autor vuelve a sus orígenes, cuando publicó Campos de Londres.
De Amis he leído cosas muy buenas como Dinero, y muy aburridas como La información. El comentario al nuevo libro me ha animado a leer Campos de Londres, que llevaba años “sin caso” en la biblioteca.

Escrita en 1989, Amis sitúa la acción en 1999 terminando el milenio en un Londres tenebroso y decadente, al que parece amenazar un desastre ecológico. A esta ciudad llega Sam Young, novelista americano gravemente enfermo, con la intención de escribir una novela sobre un asesinato, asesinato que aún no se ha producido.

Nos presentará a la futura víctima: la bellísima Nicola Six, fría y manipuladora y a su o sus asesinos: el estafador y jugador de dardos Keith Talent y el squire, bien educado e ingenuo, Guy Clinch.
  
Amis da vida con maestría el ambiente cutre de la pub The Black Cross de Portobello Road frecuentada por Keith, y hace bocetos de muchos personajes, algunos divertidos como Marmaduke, hijo de Guy, que aún gatea, y es el terror de sus padres y de sus niñeras, que casi nunca superan una jornada de trabajo. Pero, las situaciones se repiten, volvemos al mismo triángulo, a los mismos lugares y la novela no despega y sus 570 páginas terminan pesando.

Creo que lo he comentado en otras ocasiones que no me divierte nada hacer una entrada de un fracaso, ya que creo que es eso, algo que no he sabido apreciar y que quizá en otro momento o en otras circunstancias hubiera tenido otros resultados.

Le he puesto XX1/2 y está a vuestra disposición.

Rafa

jueves, 13 de febrero de 2014

Tony Judt (1.948-2.010) El peso de la responsabilidad (1.998) **** 1/2


Un verdadero placer seguir las argumentaciones de Judt. Tiene este hombre una mente mucho más amplia que el común de los mortales por lo que al leerlo me encuentro en un espacio mental e intelectual mucho más amplio que el mío propio y en ello reside el placer que experimento. Añadase a esto que el libro trata de tres intelectuales franceses de mucho nivel que mantuvieron su independencia intelectual en situaciones muy difíciles, la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa y la llegada del sistema soviético,  el crecimiento del fascismo y la llegada al poder de Hitler y Mussolini, la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno de Vichy, la posguerra, y la Guerra de Argelia. Estos intelectuales son Léon Blum (1.872-1.950), Albert Camus (1.913-1.960), y Raymond Aron (1.905-1.983)

Destaca Judt la independencia intelectual que impulsa a estos tres hombres a llevar “el peso de la responsabilidad” frente a la mayoría de sus colegas que ceden a la presión popular y se adhieren a las ultimas corrientes de opinión sin ser capaces de alejarse de las situaciones candentes para poder hacer un buen análisis y luego defenderlo sin considerar su propia popularidad. Los tres se resisten a dejarse llevar por el odio, el rencor, y el afán de revancha, incluso cuando son amenazados.

Cada uno de los capítulos destaca las virtudes de cada uno de estos tres intelectuales. En el  caso de Blum – “El profeta desdeñado” -es el que más sufre en sus carnes la oposición a los comunistas y a Vichy, y el reconocimiento de su origen judío. Su época como político es la de una Francia que se enfrenta al comunismo de la Unión Soviética, al fascismo de Alemania e Italia, y a la inminencia de la guerra. A Camus – “El moralista reticente” - lo trata en su faceta humana y artística sin olvidar sus actitudes en la posguerra desde su posición como hombre de La Resistencia y en la guerra de Argelia. Aron – “El insider periférico”- es el filósofo que se pasa al periodismo en el que acaba siendo un hombre influyente a nivel internacional. Comparte con sus dos compañeros una visión clara contra la Unión Soviética.

Se me ha ocurrido durante la lectura que gente como Judt o como los tres intelectuales que analiza, tienen una finca mental sin fronteras en la que su mente llega muy lejos y lo hace con unos argumentos expresados de manera concisa y precisa. Además Francia y la época en la que vivieron resulta familiar, lo que añade interés al análisis. 

La traducción de Juan Ramón Azaola es magnífica. 

Contiene este libro de 280 páginas numerosas citas de los tres personajes así como una nota bibliográfica con recomendaciones al final de libro. Vamos que he disfrutado mucho y lo recomiendo con **** ½

domingo, 9 de febrero de 2014

Asís Zumárraga (1,935) Cualquiera tiempo pasado fue peor (2.014)

Estas son las memorias de Asís Zumárraga (Bilbao 1.935), Abogado Economista por la Universidad de Deusto y ejecutivo durante 35 años de Dow Ibérica y sus sociedades participadas.

No se amilane el lector ante este prólogo pues en realidad lo que describe el autor de manera desenfadada y en muchos casos jocosa, son sus experiencias profesionales entre los años 1.960 y 1.995.

Asís Zumárraga
Tampoco se amilane por la portada del libro sacada de un libro de lectura publicado en España en 1.941 y comentado, junto con otros aspectos del libro y una entrevista al autor, en la página web:

http://cualquieratiempo.com/

Su lectura me ha recordado a la biografía que escribió en el siglo XVII el Capitán Alonso Contreras, de la que disfruté mucho. Dice Wikipedia al respecto de esta obra:

“El estilo de su escrito, como afirma el propio autor, va seco y sin llover y, sin embargo, es este el principal aliciente de su narración, que es muy ágil, movida e interesante por cualquier concepto, desde el sociológico al histórico y psicológico” 

Este comentario de Wikipedia describe perfectamente lo que ha hecho Asís Zumárraga en su libro. Ambos autores describen sus servicios en defensa de quien les contrata y añaden ambos las vicisitudes que vivieron en el curso de sus trabajos. La diferencia es que las memorias de Asís son actuales y aplicables al mundo de la empresa.

 Asís dice las verdades sin ánimo de ofender a nadie y con el propósito de entretener, ilustrar, y divertirse. Sirva como ejemplo lo que dice el propio autor en la entrevista de la página web:

"El libro se presenta en la forma de consejos a los jóvenes profesionales que quieran seguir su carrera en las grandes empresas industriales, aún a riesgo de provocar el efecto Gutenberg en algún afectado (sentimiento de ira al ver en letra impresa lo que se pretendió ocultar o lo que se creía ya olvidado). En realidad pretendo atrapar (verbo muy de moda tomado del inglés) al lector de modo que no se le caiga de la mano ni un momento. Creo que mis editores confían en mí a este respecto por razones evidentes.

También pretendo provocarles para que se diviertan, rían (aunque la risa sea sardónica), irriten, asombren y sobre todo, para que recomienden la lectura del libro a sus distinguidas amistades, para que funcione el boca a oreja sin el cual las ventas no marchan en esta tierra"

Junto a los casos profesionales de los que fue protagonista como Consejero y Vicepresidente del Consejo de Dow Ibérica, añade al principio sus experiencias de infancia, adolescencia, y juventud, en un Bilbao que define como, “una ciudad fenicia, farisea, levítica, reprimida, sucia, contaminada e insoportablemente aburrida”, y al final otras anécdotas jocosas sobre la vida en general.

Escribe con un estilo coloquial y el lector cree que le está escuchando contar sus batallas en directo.

De todo ello he disfrutado mucho y se lo recomiendo especialmente a los interesados en ilustrarse sobre cómo actuar en situaciones profesionales peliagudas frente a suministradores, clientes, y administraciones locales, nacionales, y extranjeras.

sábado, 8 de febrero de 2014

Autobiografía de papel (2013) de Félix de Azúa (1944)


En este blog se comentó su excelente Autobiografía sin vida (2010) donde gran parte del libro describía su experiencia estética, desde la pintura rupestre hasta la de nuestros días, terminando éste con su amor a la poesía y a los novelistas modernos que trataron de recuperar en la prosa el viejo juego lingüístico puro, inocente, infantil, de cuando había poesía.

En esta ocasión va a ser su paso por los géneros literarios lo que va a conformar esta autobiografía, dividida en: poesía, novela, ensayo y periodismo.
El libro es mordaz y muy ameno y vamos a extraer algunos de sus párrafos, lamentando, por su extensión, no incluir otros muchos jugosos y didácticos.      

Nos cuenta que en la España de su juventud, los sesenta, se sentían ilustrados y estaban persuadidos de que la poesía era la actividad más importante de la literatura…como religión, exigía el sacrificio de la vida, una entrega moral y trascendental en la más pura línea romántica. En esa opción extrema sólo Leopoldo Panero llegó a consumirse hasta acabar encerrado en vida en un manicomio.  

En 1970 Seix Barral edita la antología titulada Nueve Novísimos Poetas Españoles, dividida en seniors y coqueluche (nacidos después del 40) entre los que está nuestro autor. Trataban de romper con la poesía anterior y cayeron fatal a la derecha por su frivolidad y amoralidad y a la izquierda por su elitismo y usar iconos de la cultura USA.
En España se puede ser fascista, teocrático, estalinista  o nacionalista: siempre tienes seguidores y periódicos que te jalean, pero no se puede ser liberal.

En opinión de Azúa  en la actualidad la poesía es cada vez más minoritaria y es en las letras de las canciones donde se refugian excelentes poemas: Lennon, Dylan, Brassens, Ferré o Vian., y por qué no: Bajo el palio sonrosado de la luz crepuscular de Jorge Sepúlveda o Reloj, detén tu camino/porque mi vida se apaga, ¿no podría ser de Machado en lugar de de Los Panchos?

Cita a Gabriel Ferrater: un buen novelista es un poeta que quiere ganar dinero…aunque podría también decirse, con menos crueldad, que es un poeta que quiere ser leído por un gran número de ciudadanos.

Muy interesante el repaso que Azúa hace de la novela, destacando sobre el resto en la España de los sesenta a dos figuras: Benet y Sanchez Ferlosio, que no permanecieron en solitario gracias a la llegada de los excelentes escritores latinoamericanos.
Sus tres primeras novelas (1972-1981) estaban escritas sin contar con el lector. En el 84, escribe una novela histórica y en el 86 decide escribir una novela normal Historia de un idiota contada por el mismo, que se convirtió en un bestseller. Es la novela de la decepción veinte años después de Mayo del 68, la he vuelto a leer hace poco, y aún conserva partes con fresca ironía.

Los últimos capítulos del libro comentan la importante evolución del ensayo en la actividad literaria, así como de los artículos de prensa, y aventuran el futuro a través de blogs u otros medios digitales, sobre lo que no vamos a extendernos por no abusar de su paciencia.

En suma un grato libro que no dudo en recomendar. Le he puesto XXX1/2 y está a vuestra disposición

Rafa

jueves, 6 de febrero de 2014

El origen de la tristeza (2004) Pablo Ramos (1966) y una nueva editorial, Malpaso. *** 1/2



El encargado de la Librería Cámara, la Catedral de las Librerías de Bilbao, me recomienda la lectura de este libro y me habla muy bien de esta nueva editorial, Malpaso, creada por Malcolm Otero Barral, de la familia de editores Barral.

Rafa ha hecho en este blog una crónica del libro “Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee” de Eduardo Lago editado por Malpaso Ediciones.

Pedro Ramos es un joven escritor argentino, y este es su primer libro en cierto modo autobiográfico. El protagonista es Gabriel, un adolescente apodado Gavilán que vive con su familia humilde en Avellaneda (Buenos Aires) en el que convive con una pandilla de chicos de su misma edad y estrato social. A la par que nos narra sus aventuras y experiencias, va expresando sus sentimientos de amistad, desarraigo, y desarrollo personal. Yo he sufrido y he disfrutado con él, con su pandilla y con su familia, y me he sentido unido a este chico. Mérito del escritor.

En el primer capítulo de los tres que tiene el relato, Gavilán con once años se hace amigo de Rolando, un vagabundo que vive en el cementerio y que se gana sus dineros limpiando tumbas. Gavilán asiste entusiasmado a las andanzas de Rolando al que adora. El capítulo más sugerente.

“– He aquí, querido Gavilán, ave rapaz heredera de mi sapiencia, el nido que acoge mi noble alma – dijo por fin mi maestro, con un acento que a mí me pareció de un antiguo caballero español”

Escribe Ramos en españolargentino con giros barriobajeros que se entienden sin problemas. Usa un lenguaje directo, efectivo, y con buen ritmo, lo que hace de su lectura una experiencia agradable.

Marisa es el miembro femenino de la pandilla. Gavilán describe la escena así:

“Entonces apareció Marisa. Tenía el pelo negro recogido sobre la nuca, la cara blanca bien lavada y los pómulos rosados. La miré y me quedé petrificado. Descubrí en ese momento qué era la belleza”

Me ha recordado un poco a todas las novelas y películas de adolescentes pandilleros.

Le pongo *** ½ y seguiré atentamente las ediciones de Malpaso.

domingo, 2 de febrero de 2014

El libro de un hombre solo (1999) de Gao Xingjian (1940)


Autor teatral, poeta, pintor, ensayista y novelista. Nació en China y actualmente está nacionalizado francés, donde fue acogido como refugiado político. Recibió el Premio Nobel de Literatura en el año 2000.

El libro comienza con el encuentro del protagonista con una chica judía alemana en Hong Kong, en 1997 poco antes de que la ciudad volviera a depender de China. Ella le fuerza a que afloren sus recuerdos que para protegerse ha tratado de ocultar y olvidar y contarle su vida a lo largo de la convulsa historia de la segunda mitad del siglo XX chino: Invasión japonesa, Chiang Kai-shek , el Kuomintang y la separación de Formosa (Taiwán); la República Popular (1949), el desastre del Gran Salto Adelante (1958), la Revolución Cultural 1966-1976 y la muerte de Mao Tse Tung (1976); exilio en Francia.  

De niño un anciano monje le auguró una vida difícil llena de desgracias y catástrofes. Como era enfermizo fue su madre, que tenía muy buena educación, la que le enseñó a leer y a escribir: Alababa su trabajo y recurrió a la escritura para confesar sus sueños y sus amores, sembró así las semillas de la catástrofe que vendría más tarde.

Es un libro que tiene mucho de autobiografía, y Gao utiliza la segunda persona “tu” para hablarnos del presente y la tercera persona “el” para hablarnos del pasado.
Si escribes es solo para decir que aquella vida ha existido, mas infecta que un estercolero, más real que un infierno imaginado, más terrorífica que el Juicio Final, y que corre el riesgo de volver un día u otro, cuando se desvanezca el recuerdo.

Son los años 60 y 70 cuando la sociedad china se hace añicos, los ciudadanos espiaban a sus vecinos, los amantes a sus parejas e incluso los hijos denunciaban a sus padres, los artistas destruían sus obras y las personas se obligaban a exponer autocríticas en murales públicos. Se destrozaban familias enviando a sus miembros a campamentos de reeducación o a cárceles, y, como la madre del autor, no podían soportarlo y aparecían ahogadas en un río. 

Cuando escribes, ves esa libertad y la escuchas. En el instante en que escribes, en que lees, en que escuchas, la libertad existe en la expresión, necesitas este pequeño lujo: la expresión de la libertad y la libertad de expresarte. Y cuando la has conseguido te sientes bien.

Como dice en el epílogo Liu Zaifu después de leer este libro queda claro que Gao Xingjian es un poeta y la obra entera es una tragedia poética y una poesía trágica.

Es un libro, aunque algo extenso, me ha gustado y merece leerse.
Le he puesto XXXX y está a vuestra disposición.

Rafa