martes, 30 de junio de 2015

Encíclica “Laudato si. Sobre el cuidado de la casa común” Papa Francisco.


Me tomo la libertad de escribir esta reseña por considerar que su lectura pudiera ser de interés para muchos habituales de la lectura, sobre todo para aquellos que, como yo, buscamos algún incentivo intelectual en la misma.

La lectura del título y del índice dicen mucho sobre el contenido de esta encíclica del Papa Francisco quien se adelanta a todos los líderes mundiales para hablar de la marcha de nuestro planeta, de las causas de su deterioro – que, según él mismo dice, no son otras que la acción del hombre - , de los efectos perniciosos sobre la casa común, sobre sus recursos y sobre sus habitantes, del impacto negativo en los más pobres y desprotegidos, y de las recomendaciones para tratar de resolver este problema.

Uno de los méritos de esta encíclica es, para mí, el hecho de que el Papa analice al planeta entero, “La casa común”, y que lo haga con un ojo científico y analítico, sin prejuicios, y sin respetos para nadie, ni para los más poderosos. Un ejemplo:

“Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos…….cualquier intento de las organizaciones sociales por modificar las cosas será visto como una molestia provocada por ilusos románticos o como un obstáculo a sortear”

“Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad”

Usa el Papa la misma argumentación científica que el Panel Intergubernamental del Cambio Climático y, como este, considera que la causa de los cambios es fundamentalmente la acción del hombre.

“La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”

Resumiendo una lectura enriquecedora en general. El Papa como es natural hace referencia a los escritos bíblicos y a los de Iglesia Católica pero el fundamento de la encíclica es más secular que religioso, y va dirigida a todo el mundo.

Tiene 192 páginas y el lenguaje es sencillo e inteligible.

Espero que la reacción de otros líderes mundiales sea un poco mayor de la que han tenido por el momento.  



jueves, 25 de junio de 2015

De qué hablo cuando hablo de correr (2007) - Haruki Murakami (1949 - )

Este libro autobiográfico del maestro Murakami estaba en mi lista de lecturas pendientes desde hace tiempo. Correr es una de mis mayores aficiones y leer a Murakami también, así que me he encontrado con una combinación perfecta.

Me imagino que la mayoría de lectores del blog al recorrer la obra de Murakami no tendrán este libro entre sus prioridades, precisamente por el tema sobre el que trata. Pero voy a intentar convenceros de que su lectura merece la pena aunque no seáis corredores o, como se dice ahora, runners (lo que mi tío Asís llamaría un papanatismo).

Los motivos por los que yo lo leería aunque no sea aficionado a correr son dos:


El primero, porque es Murakami. Este señor coge la pluma, la máquina de escribir (o lo que sea) y da igual que se trate de una novela o de, como es el caso, una crónica de su vida como escritor-corredor. Escribe como los ángeles.

El segundo, porque en realidad no es un libro sobre correr. El maestro utiliza sus múltiples hazañas sobre el asfalto y su evolución como corredor como hilo conductor para contarnos su filosofía de vida y su evolución como novelista desde sus inicios hasta ahora. Digamos que el 50% o menos de las páginas del libro tratan sobre sus entrenamientos y carreras y el resto son otras cosas, muy interesantes para los fans de Murakami en general. Creo que es lo más parecido a una biografía que existe sobre él.

Por supuesto, las partes que hablan de correr están contadas con su particular estilo y son una delicia para los que nos va la marcha. Hay que reconocer que está un poco chalado (me recuerda a alguien). Su primer maratón lo corrió en solitario, no en una prueba organizada, sino en una excursión particular que hizo para escribir un articulo en una revista. Se plantó en Atenas, se calzó unas zapatillas y se fue corriendo hasta Maratón, sin más. Años más tarde corrió una ultra-maratón de 100 Km. El relato sobre la carrera es delicioso, en especial cuando a partir del kilómetro 75 trasciende las sensaciones fisiológicas y entra en el plano metafísico.

Como corredor es un tío metódico, que entrena con unos esquemas fijos y hace sin excepción un maratón al año, y desde hace unos años, un triatlón olímpico en verano. Según él, esta misma disciplina la aplica para escribir, y para él el ejercicio físico es esencial para poder mantener un buen ritmo de escritura. Posiblemente sea modestia, pero dice de si mismo que no es ningún genio y que las novelas no le salen de manera natural, por inspiración, sino a base de mucha disciplina y horas de trabajo.

En fin, que me puedo tirar horas hablando de Murakami y sus maratones, cuando en realidad el libro tiene 140 páginas y se lee en tres tardes. Le pongo ****, incluso para los que no corren.

domingo, 21 de junio de 2015

The Long Goodbye (1953) - Raymond Chandler (1888 - 1959)

Llevaba tiempo queriendo leer algo de Raymond Chandler, quien junto con su contemporáneo Dashiell Hammett es de esos nombres míticos que suenan a novela negra.

Había visto hace poco el Sueño Eterno y me acordaba demasiado bien de la trama, así que elegí esta novela que escribió en 1953. El protagonista es el famoso detective privado Philip Marlowe, al que uno no puede dejar de imaginarse con la cara de Humphrey Bogart.

Lo primero que se me ocurre comentar al terminar la novela es la cantidad de escritores a los que ha debido de inspirar Chandler con sus historias. Por no decirlo de otra manera, o sea, cuántas veces se ha copiado el estándar marcado por los padres del género.

Detectives inspirados en Marlowe ha habido muchos: Pepe Carvalho, Kurt Wallander, etc. Perdedores solitarios, cínicos con buen corazón, propensos a caer en las garras de la mujer fatal y capaces de resolver en el último minuto, con un golpe de inspiración, lo que a los lectores se nos ha estado escapando a lo largo de toda la trama.

El estilo de Chandler es un poco de otra época, más pausado que las novelas de ahora, y lo que más me ha gustado son los diálogos y reflexiones de Marlowe (está narrado en primera persona). A ratos me recordaba un poco a algunos personajes de mi idolatrado James Ellroy, aunque menos bestias.

Recomendable para los amantes del género y diría que obligatorio para poder hablar de novela negra en calidad de connoisseur. Muy apto además para estas fechas como novela playera, ya que es muy entretenido y no se anda con demasiadas filosofías.

Hablando de estas fechas, ya estoy empezando a hacer mi selección para el verano, con un par de libros de Murakami que no he leído (Crónica del Pájaro y De qué hablo cuando hablo de correr), algo de Ellroy (alguna de las cuatro novelas de L.A.) y un libro de nuestro querido John Williams que me han recomendado: Butcher's Crossing (Rafa, que seguro que lo ha leído, nos puede contar si merece la pena o es una pérdida de tiempo).

A The Long Goodbye (El Largo Adiós) le pongo ****.