sábado, 11 de abril de 2009

Los Miserables




Por fin he conseguido terminar Los Miserables, de Victor Hugo. Confieso que me ha cogido en una época de poca lectura, lo cual tratándose de semejante ladrillo es en si mismo peligroso. Quiero decir que en algunos momentos se me ha hecho un poco largo, pese a lo cual lo recomendaría a cualquiera y como mínimo le pondría ****.

El libro es francés desde la primera letra hasta la última, todo se desarrolla en la época en la que - a raiz de la revolución francesa - los gabachos le cogieron el gustillo a levantar los adoquines de la Rue de tal y de cual, y montar unas barricadas tremendas. El personaje central de la novela, Jean Valjean, me parece un heroe fantástico (con permiso de los de la Iliada y de Gandalf el Gris, claro), diferente de otro clásico frances, Edmond Dantés (el Conde de Montecristo *****), pero a la misma altura. El desarrollo del libro como novela me ha encantado, los personajes y sus historias entrelazadas, los malos que luego son buenos y los malos de verdad, el drama, el heroismo, l'amour... No os digo más que al final del libro lloras.

No me atreví a leerlo en francés, que me imagino será una delicia, pero si alguno lo lee con soltura seguro que es mejor todavía. El musical de Broadway no se muy bien como estará adaptado, se me hace difícil puesto que la trama es compleja y el tema no es como para ponerse a cantar. Me apetecería ver una buena adaptación al cine, si la conocéis avisad.

Lo que menos me gustó, y de ahí que en algún momento se me haya atragantado, son las contínuas interrupciones de la trama para introducir pequeños ensayos del autor sobre temas diversos, algunos de interés (la batalla de Waterloo, la revolución francesa, la restauración) y otros que simplemente te cortan el rollo (el sistema de alcantarillado de París, le diferencia entre una revuelta y una revolución). Ha sido un poco como pretender ver El Señor de los Anillos en versión extendida en Antena 3, es decir, con tantos minutos de anuncios como de película.

Por lo demás, ya os digo, me ha dejado muy buen sabor de boca y os lo recomiendo. Sin destripar nada os copio los versos que dan final al libro, que bonitos:

Il dort. Quoique le sort fut pour lui bien etrange,
Il vivait. Il mourut quand il n'eut plus son ange.
La chose simplement d'elle-meme arriva,
Comme la nuit se fait lorsque le jour s'en va.

Ahora tengo dos más ligeritos que me trajo el Olentzero: El del elefante de Saramago (estoy empezando y es agradable de leer, ligerito) y el del erizo elegante. Me he apuntado luego a los hermanos Karamazov, y aunque no leeré de momento a Galbraith me alegro de que existan precedentes tan similares, sobre todo para llevar la contraria a todos los pesados de los medios de comunicación que están empeñados en convencernos de que no los tiene y que estamos ante poco menos que el apocalípsis económico de occidente.

3 comentarios:

Diego dijo...

No he leído nada de Victor Hugo, debo confesar. En novela francesa me quedé con mi amigo Stendhal con el que disfruté de lo lindo.

Tu hermano Ramón acaba de leer "El viaje del elefante" y me ha comentado que le ha gustado, sin más.

Yo me he metido en la maraña de la antropología, buscando algo que no sé si me va a gustar encontrar.

Un abrazo.
Diego

Rafa dijo...

Tampoco la he leído y espero pronto hacerlo.

En unas notas sobre Dostoievski, dice que el año 62 viajó por primera vez a Italia y durante la semana que estuvo en Florencia no visitó los Uffici sino que pasó el tiempo inmerso en la lectura de los cuatro tomos de "Los miserables", que acababa de publicarse.

Un abrazo
Rafa

Un abrazo

Santiago dijo...

Para mi, se trata de unos de los mejores libros que he leído. Policial, dramático, histórico, de todos los rubros tiene algo.
Es de esos libros que no se pueden dejar de lado por ser largos, porque realmente no te arrepentís jamás de haberlo leído.