sábado, 16 de octubre de 2010

La tía Julia y el escribidor de Mario Vargas LLosa


En las fechas del Nobel, suelo tener en la mesilla alguna obra de los autores que deseo reciban el premio, como el soporte, que cualquier hincha muestra por su equipo para que triunfe en el campeonato.

En esta ocasión eran Philip Roth y Mario Vargas Llosa, como en otras lo fue Miguel Delibes, sin duda, también insigne representante de nuestro idioma.

El libro en cuestión era La Tía Julia y el escribidor, escrito por Vargas en 1977, y narra sus amores, cuando tenía dieciocho años, con su tía Julia, hermana de la mujer de un tío suyo, boliviana y divorciada de treinta y dos años.

La acción se desarrolla en Lima en 1954. Marito, estudiante de Leyes, rebosante de juventud e ilusión ejerce diversos oficios para poder iniciar una carrera literaria que le permita emanciparse de ese mundo conservador. Y Pedro Pacheco escribidor de folletines radiofónicos, también trabajador incansable (algo muy querido por Vargas Llosa) que intercala sus historias, de desbordante imaginación y dramatismo disparatado, pero repletas de humorismo y libertad.

Los capítulos alternan la peripecia de Mario y su tía Julia, sensible y nada escabrosa, con los folletines de Pacheco, tantos y tan diversos, que su autor termina por perder el control de sus personajes, haciéndolos reaparecer, después de muertos, o cambiando su oficio, de tal suerte que sus radioyentes se vuelven locos, como finalmente le ocurre a su autor.

Me he divertido mucho leyendo este libro de 466 páginas, estupendamente escrito, que está a vuestra disposición y le pongo xxxx.

Rafa




2 comentarios:

Ramón dijo...

Este verano (y por tanto, pre-nobel) tuve la suerte de leer este libro. Estaba con El Conde de Montecristo en mi e-book cuando este dejo espontaneamente de funcionar. Tuve que tirar de la biblioteca de la casa de la tía de mi mujer, donde estabamos alojados en Mallorca.
Tenía bastante libro "clásico" y entre otros me lei La Tia Tula y el escribidor. Lo lei del tirón en una semana y me pareció muy divertido, como dice Rafa. Coincido en la puntuación. Los folletines radiofonicos del escriba y su antiargentinismo me parecieron de traca. Me quedó la duda de si tiene algo de autobiográfico o es pura ficción.
Muy recomendable.
Un abrazo,
Ramón

Diego dijo...

Habrá que lo leer, que dicen en Asturias. Me faltan también alguno de los libros conocidos de Mario. Van a publicar pronto "El sueño del celta".