lunes, 9 de agosto de 2010

El juego de Ender. Orson Scott Card


Maravillosa novela de ciencia-ficción del año 1985 que se mantiene joven pues su autor tuvo la fantasía suficiente como para idear un futuro parecido al de hpy en día, al menos en lo que a ordenadores personales, internet, y redes sociales se refiere.

Primera novela que gana los dos premios de mayor prestigio en EEUU para este tipo de literatura, el Premio Nébula, y el Premio Hugo. Editada por B, S.A. y con 505 páginas.

La trama y la gracia del libro es que los protagonistas del libro son unos niños que son utilizados por los mayores para defender a la Tierra del ataque de unos extraterrestres con forma de hormigas, los insectores. Los niños son entrenados para la guerra en unos simuladores, como si fuera un juego de ordenador.

El autor utiliza la novela para hacer un poco de filosofía y para proponer unos instrumentos que, en los momentos en que se escribió la novela, estaban en pañales. Dos ejemplos. El correo electrónico e internet están plenamente implementados en todo el planeta y los niños los utilizan para crear un estado de opinión entre los ciudadanos haciéndose pasar por adultos a través de las redes sociales. Los juegos de ordenador y los simuladores son tan reales como la vida misma.

El protagonista principal del libro es Ender, un niño superdotado para ganar en los juegos de guerra y con un equilibrio emocional y psíquico extraordinarios. Su hermanos mayores, Peter y Valentine, son también superdotados pero no han sido seleccionados para formar parte de la elite que irá a la Escuela de Batalla.

Ender se ve sometido a una presión creciente pero vive la guerra como si fuera un juego.

Novela muy entretenida con una tensión narrativa sostenida, que ha sido comentada por Peter y por mí, y que os recomiendo poniéndole ****.

Un abrazo.

Dublineses. James Joyce.


Alianza Editorial-Traducción de Guillermo Cabrera Infante

Libro considerado una obra maestra de James Joyce y una predecesora de su Ulises. Consiste en quince relatos cortos situados en Dublín o en sus alrededores y cuyos personajes son gentes que el autor parece haber conocido. Todo muy irlandés en una época en que el nacionalismo estaba en boga y después de que la isla sufriera las hambrunas que hicieron que muriese mucha gente y que muchos emigrasen a América. Describe con crueldad a la sociedad de la que forma parte.

Primer libro que leo de este autor cuyo Ulises es temido por los lectores por su dificultad….Habrá que verlo pues le atacaré algún día. La traducción de Cabrera Infante me ha hecho sufrir un poco pues usa muchos americanismos.

El relato Eveline es sobrecogedor. El relato Una Nubecilla es terriblemente duro y muy bueno; excelente. También es terrible, triste, y magníficamente escrito, el relato Duplicados. Muy parecido es el relato Un Triste Caso en el que el protagonista sufre la misma melancolía que Antonio Machado con Leonor, a la que ve y siente en sueños. Todos los relatos tienen un trasfondo duro y terrible y se perciben en blanco y negro, o en sepia, carentes de color.

Finalmente, Los Muertos, el mejor relato y el más famoso. También el más largo. Lleno de buenos sentimientos y quizás escrito en último lugar para no dejar un mal sabor de boca en los lectores. Merecería la pena leer el libro solo por este relato.

Le voy a poner **** a la espera de otros comentarios.

Un abrazo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki


Acabo de terminar este libro en la excelente edición de Acantilado, que con cronologías y notas casi alcanza las 800 páginas.

No sé qué es más fantástico si el relato, o la vida de este rancio aristócrata polaco (1761-1815) que necesitaba galopar más de 300 kilómetros para recorrer sus propiedades, o la creación del libro, del que escribió y reescribió varias versiones, las más conocidas la de 1804 y la de 1810, terminada poco antes de su muerte en 1815, esta asimismo singular, ya que fué causada por la bola de la tapa de un azucarero de plata usada como proyectil.

El libro se escribe a caballo entre el fin del "Siglo de las Luces" y el inicio del "Romanticismo" y relata las aventuras de Alfonso van Worden, oficial de la guardia Valona que en su viaje a Madrid para ponerse al servicio de Felipe V, debe atravesar Sierra Morena, y con una cierta ironía encontrar, en la aparente plácida España dieciochesca, una pléyade de personajes totalmente heterodoxos: alquimistas, astrólogos, mahometanos, cabalistas, poseídos, bandidos, demonios, gitanos y anacoretas.

La narración sigue el procedimiento del "Decamerón" contando una historia por jornada, aunque se necesiten varias jornadas para completarla. Pero, como dice el geómetra despistado, extrordinario personaje: todas las historias empiezan con una aire muy simple, y uno espera ver muy pronto el final, pero nunca es así: una historia encierra a otra, que contiene una tercera...

La novela parece que fué escrita para el goce de su autor y posiblemente sin intención de publicarse, ya que es respetuosa con judios, moros y cristianos, irónica y admirativa con enciclopedistas, físicos y matemáticos como Diderot, Rousseau, Voltaire, Newton, Leibniz, ...

Los personajes son libertarios, más en la versión de 1804. Hay comentarios bíblicos, curioso el del Génesis del geómetra Velazquez, pasajes oníricos y otros realistas que parecen extraidos de nuestra picaresca. En fin hay de todo.

Lo he leído muy a gusto, aunque pienso puede indigestar a cualquiera. Le he puesto xxxx1/4.

Un abrazo
Rafa