Después de una primera y premiada novela Ojos de agua, sencilla y corta (187 pag.), ahora nos llega la segunda aventura, más larga (445 pag.), del inspector Leo Caldas de la policía de Vigo: la investigación del suicidio o asesinato de el Rubio cuyo cadáver la marea arroja a la playa del pueblo pesquero de Panxón.
Villar utiliza un lenguaje lacónico, sin duda muy gallego, en el que la contención es virtud, y si bien pinta con viveza los ambientes de Vigo y de su ría, al Inspector Caldas y a su gente, el retrato del resto de personajes, de lo desconocido que hay que desvelar, resulta algo desdibujado.
El autor hace guiños a Vargas y a Mankell, colegas por los que seguramente profesa gran admiración, pero, en mi opinión, creo no debe envidiar ya que tiene madera de narrador y cualidades para escribir un buena novela policiaca.
Por todo lo dicho y el buen rato pasado le he puesto xxx1/2. El libro está a vuestra disposición.
Un abrazo
Rafa
Rafa
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