jueves, 25 de junio de 2015

De qué hablo cuando hablo de correr (2007) - Haruki Murakami (1949 - )

Este libro autobiográfico del maestro Murakami estaba en mi lista de lecturas pendientes desde hace tiempo. Correr es una de mis mayores aficiones y leer a Murakami también, así que me he encontrado con una combinación perfecta.

Me imagino que la mayoría de lectores del blog al recorrer la obra de Murakami no tendrán este libro entre sus prioridades, precisamente por el tema sobre el que trata. Pero voy a intentar convenceros de que su lectura merece la pena aunque no seáis corredores o, como se dice ahora, runners (lo que mi tío Asís llamaría un papanatismo).

Los motivos por los que yo lo leería aunque no sea aficionado a correr son dos:


El primero, porque es Murakami. Este señor coge la pluma, la máquina de escribir (o lo que sea) y da igual que se trate de una novela o de, como es el caso, una crónica de su vida como escritor-corredor. Escribe como los ángeles.

El segundo, porque en realidad no es un libro sobre correr. El maestro utiliza sus múltiples hazañas sobre el asfalto y su evolución como corredor como hilo conductor para contarnos su filosofía de vida y su evolución como novelista desde sus inicios hasta ahora. Digamos que el 50% o menos de las páginas del libro tratan sobre sus entrenamientos y carreras y el resto son otras cosas, muy interesantes para los fans de Murakami en general. Creo que es lo más parecido a una biografía que existe sobre él.

Por supuesto, las partes que hablan de correr están contadas con su particular estilo y son una delicia para los que nos va la marcha. Hay que reconocer que está un poco chalado (me recuerda a alguien). Su primer maratón lo corrió en solitario, no en una prueba organizada, sino en una excursión particular que hizo para escribir un articulo en una revista. Se plantó en Atenas, se calzó unas zapatillas y se fue corriendo hasta Maratón, sin más. Años más tarde corrió una ultra-maratón de 100 Km. El relato sobre la carrera es delicioso, en especial cuando a partir del kilómetro 75 trasciende las sensaciones fisiológicas y entra en el plano metafísico.

Como corredor es un tío metódico, que entrena con unos esquemas fijos y hace sin excepción un maratón al año, y desde hace unos años, un triatlón olímpico en verano. Según él, esta misma disciplina la aplica para escribir, y para él el ejercicio físico es esencial para poder mantener un buen ritmo de escritura. Posiblemente sea modestia, pero dice de si mismo que no es ningún genio y que las novelas no le salen de manera natural, por inspiración, sino a base de mucha disciplina y horas de trabajo.

En fin, que me puedo tirar horas hablando de Murakami y sus maratones, cuando en realidad el libro tiene 140 páginas y se lee en tres tardes. Le pongo ****, incluso para los que no corren.

2 comentarios:

Diego dijo...

Hola Peter.

Leí este libro en su día y no me gustó tanto como a tí. De hecho, en la reseña que hice y que está archivada en "Libros de ensayo, biografías, y viajes", Rafa comentaba que le daba pena que no me hubiese gustado. Qué le vamos a hacer. Quizás mi cerebro tiene en su archivo: "Murakami, novelista magnífico y fantástico", y no admite otra valoración como ensayista.

Recuerdo la carrera de 100 kilómetros en la que tiene una sublimación mística.

Incluiré ru reseña en el archivo de "ficción"

Gracias y un abrazo.
Diego.

Peter dijo...

¡Reseña repetida! Fíjate que estaba convencido de ser el primero en comentarlo pero claro, tenemos un catálogo tan amplio que pasan estas cosas.