El caso de este autor recuerda el de Woody Allen que haciendo honor a la laboriosidad judía, todos los años nos sorprende con una nueva obra, situada en Nueva York o Newark, su ciudad natal.
Hasta aquí las semejanzas, ya que mientras uno hace gala de un delicioso sentido del humor, el otro, libro a libro, y cada vez con mayor afán, nos lleva por los caminos del dolor y de la muerte.
Philip Roth, merecido aspirante al Nobel, ha escrito extensas y extraordinarias obras como: Pastoral americana o La mancha humana, sin embargo sus libros recientes: El animal moribundo, Elegía, Sale el espectro, Indignación, La humillación, y esta que nos ocupa apenas superan las doscientas páginas.
Su escritura se hace cada vez más sencilla y clara, sin que la estructura narrativa, en ocasiones compleja, frene su fluidez.
El título de la obra hace referencia a la diosa que personifica la idea de la venganza, y creo que en efecto, el libro nos cuenta una tragedia en el más clásico significado del término.
Es el verano de 1944, penúltimo de la II Guerra Mundial. y los habitantes de Newark empiezan a padecer una terrible epidemia de Poliomelitis (parálisis infantil), que ese año afectará a más de 19.000 personas en los Estados Unidos, y en muchos casos será mortal.
Sobre el tema de las plagas, el efecto que causan en las personas y la sociedad donde viven hay en la literatura dos grandes libros: El año de la Peste de Daniel Defoe (autor de Robinson Crusoe) y La peste de Marcel Camus.
La obra que comentamos no desmerece con las obras citadas y como ellas aborda la desconfianza en el prójimo, el temor al contagio, la incertidumbre, el dolor, la generosidad y la incomprensión de la indiferencia de Dios ante la angustia humana.
El protagonista es un joven de 23 años, leal y gran persona, que sufre la frustración de no poder estar con sus compatriotas en el frente, debido a su acusada miopía, y trabaja como profesor de educación física en un colegio de jóvenes . . .
Excuso seguir contando la historia, pues creo es mejor que su disfrute o padecimiento provenga de su lectura y no de un pobre resumen.
Le califico con xxxx
Un abrazo, Rafa