miércoles, 18 de abril de 2012

Paul Preston (1.946) Holocausto español (2.011)

El título completo de este ensayo, del prestigioso hispanista escocés Paul Preston, es: "El holocausto español. Odio y exterminio en la guerra civil española y después", un título que puede parecer exagerado y que quizás eche para atrás a algunos lectores, sin embargo, a mí no me ha decepcionado en absoluto.


Un relato histórico desgarrador sobre las causas y las consecuencias del golpe de estado de 1.936 en la población civil de ambos bandos, durante y después de la guerra. La mayor parte del libro está dedicada a los asesinatos, violaciones, saqueos, y torturas, de españoles de ambos bandos. 


Dice el autor en su prólogo que las bajas de la Guerra Civil fueron 300.000 en combate, 200.000 lejos del frente durante la guerra, de los cuales 150.000 fueron asesinados por los rebeldes y 50.000 por los republicanos, y otros 20.000 ejecutados por los rebeldes después de la guerra. No cuentan aquí los muertos como consecuencia de las heridas y de las escaseces a las que se vieron sometidos en las cárceles, campos de concentración, e incluso en los pueblos y ciudades.

Preston considera que la clave de estas barbaridades es que los golpistas deciden desde el principio que su estrategia bélica es una inversión en terror para facilitar el establecimiento de la posterior dictadura.

Este relato no es una novedad, pues hemos ido sabiendo lo que pasó, sobre todo después de la muerte de Franco y de la llegada de la democracia, pero nunca se había visto todo junto contado con tanta precisión y frialdad. 

 El libro lleva a reflexionar no solo sobre los acontecimientos que relata si no también sobre la condición humana, que hace que, en determinadas circunstancias, el hombre se vuelva una fiera implacable, tanto en el calor de la refriega como en la frialdad de los despachos. En todos los tiempos el hombre ha actuado de manera parecida cuando ha habido una confrontación armada. No hay más que ver lo que había pasado en Europa 20 años antes y lo que iba a pasar poco después cuando Alemania invade Polonia en septiembre de 1.939 y Francia e Inglaterra le declaran la guerra, guerra en la que se verán barbaridades todavía mayores de las que se vieron en España unos años antes. Lo que diferencia a la Guerra Civil española es que las represalias y los asesinatos se cometen contra personas de la misma nación.

La parte que cubre los sucesos de Barcelona y de Madrid, se hace un poco más pesada por la descripción minuciosa de las burocracias y de políticos involucrados. El relato es sobrecogedor, y en el caso de las represalias en Andalucía y Extremadura parece un mantra que va repitiendo la misma historia de horror en todos los pueblos y ciudades. El libro tiene 700 páginas más las notas y los mapas.

Este es el mapa que resume la represión durante la guerra. Para verlo mejor hacer clic en el mismo.


Le pongo **** 1/2  

sábado, 14 de abril de 2012

Retrato del artista adolescente (1914) de James Joyce (1882-1941)


La obra de Joyce es aparentemente corta: dos libros de poemas; un drama, Exilados (1914); un libro de relatos, Dublineses (1914), comentado en este blog, y cuyo último cuento, Los muertos es uno de los más bellos en lengua inglesa; y tres novelas: Retrato… objeto de esta entrada; Ulises (1922), auténtico libro de culto, que no he leído y al que espero hincarle el diente este año y Finnegan’s Wake (1939) aún más revolucionario y de muy difícil lectura.
Todos nos hablan de Dublín y de sus gentes, ciudad que prácticamente abandonó en 1904, para sólo volver en escasas y breves visitas. Creó una nueva forma de escribir que renovó la literatura.

Retrato… es una obra de clara inspiración autobiográfica que se publicó entre 1914 y 1915 en la revista The Egotist  (magacine anarco-individualista de Londres, considerada la revista de vanguardia más importante de Inglaterra). La imagen que acompaña a la entrada corresponde a la edición española de 1926, traducida por el gran poeta y Director de la Real Academia Dámaso Alonso, con el seudónimo de Alfonso Donado. Mantiene su frescura y es la que he leído en la edición de Lumen de 1976.
La última página del libro indica los lugares y fechas de inicio y terminación del texto Dublín, 1904-Trieste, 1914. Su título inicial fue Stephen el héroe. 

El relato está escrito en tercera persona y en forma de monólogo interior, nuevo en esa época. Dividido en cinco capítulos, que sin una clara división avanzan desde la infancia-los primeros estudios en los jesuitas-la política-el pecado-los ejercicios espirituales-el infierno-la confesión-la crisis espiritual-la universidad y la partida. El estilo de escritura va variando en cada período, desde el elemental del niño al elaborado del universitario.
El alter ego de Joyce es Stephen Dédalus (nombre lleno de sugerencias: arquitecto del laberinto de Creta o imaginativo creador de artes para escapar: alas o velas) que lucha por superar la vulgaridad que le rodea y las ataduras de patria, lengua y religión.

Nace el alma. Su nacimiento es lento y obscuro, más misterioso que el del cuerpo mismo. Cuando el alma de un hombre nace en este país, se encuentra con unas redes arrojadas para retenerla, para impedirle la huida. Me estás hablando de nacionalidad, de lengua, de religión. Estas son las redes de las he de procurar escaparme. 

Mas adelante vuelve sobre esta obsesión:

Me has preguntado qué es lo que haría y qué es lo que no haría. Te voy a decir lo que haré y lo que no haré. No serviré por más tiempo a aquello en lo que no creo, llámese mi hogar, mi patria o mi religión. Y trataré de expresarme de algún modo en vida y arte, tan libremente como me sea posible, tan plenamente como me sea posible, usando para mi defensa las solas armas que me permito usar: silencio, destierro y astucia.

Y creo que lo logra con momentos muy bellos que llama de Epifanía (cuando el alma del objeto más común nos parece radiante) u otros de grata armonía:

Cuando se cansaba la mente de rebuscar la esencia de la belleza entre las obras espectrales de Aristóteles o del de Aquino, se volvía a menudo en busca de placer a las canciones de los poetas de la época de Isabel. Su espíritu, como un monje escéptico, gustaba de detenerse en la sombra bajo los ventanales de aquella época, para oír la grave y burlona música de los tañedores de laúd o las sonoras carcajadas de las mozas del partido, hasta que una risotada demasiado plebeya o una frase oxidada por el tiempo, llena de pundonor añejo y falso, herían el orgullo monástico y le hacían apartarse del escondite.

Le he puesto xxxx y está a vuestra disposición.
Rafa

martes, 10 de abril de 2012

Años lentos (2012) Fernando Aramburu (1959)


Fernando Aramburu, es licenciado en filología hispánica por la Universidad de Zaragoza, y desde 1985 reside en Alemania, como profesor de español. Ha publicado, además de este, tres libros de relatos y cinco novelas. En nuestro blog se han comentado los excelentes relatos de Los peces de la amargura (2006) y el simpático, pero algo largo Viaje con Clara por Alemania (2010). De su anterior producción destacaría su novela El trompetista del Utopía (2003).   

Este autor vuelve al San Sebastián de su infancia, finales de los sesenta, como lo hizo en su primera novela, Fuegos con limón (1996), con un relato realista y profundamente dramático. Son los tiempos que ETA inicia su serie de atentados.
 
Siguiendo la forma clásica de carta de Lázaro de Tormes, utilizada después por  muchos autores, Txiki Mendioroz relata su vida:

Yo, señor Aramburu, por razones que usted conoce, siendo niño pasé nueve años con unos parientes míos en San Sebastián. Y fue de esta manera: que mi pobre madre, desamparada por aquel mal hombre que fue su esposo, al cual me niego nombrar en este escrito, no podía mantenernos ni a mí ni a mis hermanos; buscó ayuda en el pueblo, no la encontró y en consecuencia no tuvo más remedio que darnos a la Casa de Misericordia de Pamplona.

Una hermana de la madre, casada con Visentico y con dos hijos se ofrece a acoger a Txiki en su casa del barrio de Ibaeta de San Sebastián. Su carta es la aparente base del libro, pero su construcción es sin embargo más compleja ya que Aramburu intercala a los capítulos del relato, otros, en cursiva, que denomina Apuntes y que son el borrador de una novela o quizá una biografía.   

La compleja construcción no es gratuita, ya que partiendo de una novela de corte realista, gracias a diversidad de puntos de vista logra ahondar en los personajes y meternos en una dramática y hermosa historia de culpabilidad y  penitencia muy conradiana, y en la que también participará el propio Aramburu:

Me ve, me saluda. En lugar de corresponder a su saludo le clavo la mirada de fuego. Comprende. Sin decir nada vuelve la cara hacia otro lado. De entonces acá han trascurrido cuarenta años. Me gustaría pedirle perdón, pero no vive. Así y todo me gustaría pedírselo y además públicamente, y ya sólo por dicho motivo debería escribir la novela

Esta libro de 219 páginas, ha sido editado por Tusquets, recibiendo su premio de novela 2012. Le he puesto xxxx1/4 y está a vuestra disposición.

Rafa