miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nancy Mitford. A la caza del amor.



No conocía a esta escritora (1904-1973) salida de las clases altas de la aristocracia rural inglesa. El libro venía recomendado por Mercedes y por Tere. El relato es en cierto modo autobiográfico, empezando por una infancia feliz (hacia 1920) en una casa de campo llena de abuelos, hermanas y hermanos, primos y primas, tíos y tías, servicio doméstico, caballos y todo tipo de animales domésticos. Uno de los personajes más atractivos de esta familia es el abuelo, un inglés típico, miembro del Parlamento, soldado en la 1ª Guerra Mundial, amante de Inglaterra y de sus viejas costumbres, y que considera sospechosos a los extranjeros, a los nuevos ricos sin clase, y a los que no usan el lenguaje correcto. Por ejemplo le parecen de segunda los ingleses que dicen “perfume” en vez de decir “scent”. Todo muy británico. Termina con los bombardeos de Londres en la 2ª Guerra Mundial, 1941.

El relato se centra en las mujeres de la casa, está escrito por una de ellas hablando de otra, su prima, y todo en él es femenino, lo que me ha hecho preguntarme si hay una literatura femenina diversa de la literatura general. Creo que sí. Cuando la protagonista se va haciendo mayor, el libro toma otros derroteros – a la caza del amor - que me han resultado más interesantes. Entre otras cosas me ha maravillado la sencillez con la que describe su estancia en el campo de refugiados de la Guerra Civil española en Perpignan.

La mayor parte de los personajes son ingleses “bien” (léase con pronunciación francesa), y las clases sociales más bajas simplemente forman parte del decorado. La vida de enamorada en Paris es de película.

Escribe estupendamente y con esa sorna típicamente británica que hace el libro delicioso. Como ejemplo copio aquí el comentario que hace la protagonista sobre la gente de izquierdas: “Los de izquierdas siempre están tristes porque se preocupan enormemente por sus causas, y las causas siempre acaban mal…”

El libro está escrito en 1945 y tiene 265 páginas. Le pongo **** estrellas y admito comentarios sobre esta nota.

Un abrazo.

1 comentario:

Diego dijo...

Mi teoría de que hay una literatura femenina, viene avalada por el hecho de que tres de las blogueras, Covadonga, Mercedes, y Tere, hayan hecho comentarios laudatorios sobre este libro.

Naturalmente, el libro carece de sexo.

Un abrazo.