viernes, 4 de noviembre de 2011

¿Adónde te escondiste, Amado, y me dexaste con gemido? San Juan de la Cruz (1.542-1.591)



De las más de mil páginas que tienen estos tomos, me quedo con los poemas. El valor de la obra literaria de San Juan son sus poemas, que creo que valen más incluso que las explicaciones que da él para que entendamos su mística. No necesitan explicación. Cualquier persona culta con una cierta sensibilidad y espiritualidad, será capaz de disfrutarlos.  La Iglesia Católica ha querido integrarlos en su doctrina, cosa que para mí resulta compleja.

El poema más logrado es "Cantico Espiritual", un diálogo entre la Amada y el Amado. He aquí un par de estrofas en las que San Juan muestra su dominio de la lira:

“¿Por qué, pues as llagado
aqueste coraçón, no le sanaste?
Y, pues me le as robado,
¿por qué assí le dexaste,
y no tomas el robo que robaste?

Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshazellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos”

Para mí, son de los más bellos que he leído. El tiempo parece detenerse, y los sentimientos y la fuerza expresiva son los mismos que el día que los escribió. Es lo que define a los clásicos.

La obra fundamental tiene muy pocas letras. Los versos que he seleccionado como importantes y que os enviaré en un archivo de Word, tienen un número cercano a las 3.000 palabras. La maravilla es comprobar cómo las ha juntado y cual es el resultado. 

El resto de la obra me ha resultado pesado. Quizás los interesados en la mística disfruten con las teorías de San Juan, para mí es suficientemente atractiva su poesía, que leo, y leo, y releo. A los poemas les pongo *****

1 comentario:

Rafa dijo...

Martínez de Burgos en la edición de Austral de "El cántico... dice:
Aunque fue engendrado en la oscuridad de un calabozo, no salió enteco y avellanado, como temió Cervantes de aquel su famoso hijo intelectual por haberle concebido en semejantes condiciones; antes fue nuevo ejemplo de cuánto se recoge el alma y cuánto poder de creación acumula en sí, aislándose de todo lo exterior que la distrae, para vacar de lleno a los trabajos de su interior laboratorio.
Un abrazo
Rafa