miércoles, 19 de junio de 2013

Tirano Banderas (1.926) Una novela pionera de Valle-Inclán. **** 1/2

Ramón María del Valle-Inclán. Parte de su barba no sale en la foto

Me ha sorprendido esta famosa novela de Valle-Inclán. El paso del tiempo no ha hecho mella en su calidad ni en su interés. Si he tenido algún problema en su lectura, ese ha sido la ininteligibilidad de su lenguaje. Difícil de entender el lenguaje de Valle-Inclán. Recuerda el prologuista de esta edición, Antonio Valencia:

"Por otra parte su juego expresivo había unido el giro temático con otro tratamiento. La expresión bella, recamada, poética, del modernismo literario, con la musicalidad y la belleza parnasiana de palabras y sintaxis, sin dejar de ser bella se había hecho incisiva y conceptista, preñada de caracterizaciones apretadas, definitivas"

La novela es pionera de la llamada "Novela de Dictador", pues de eso trata. En un país imaginario que recuerda mucho a Méjico, el General Banderas ejerce de Dictador en los años veinte del siglo pasado. Con muchas expresiones mejicanas, nos cuenta los avatares de los distintos personajes; los revolucionarios que quieren tomar el poder por las armas, y los gachupines (españoles) que tratan de salvar sus intereses que son en muchos casos la usura y el abuso sobre los nativos. Habla de algo que conoció bien, pues vivió en  el  Méjico de aquella época y contó con la amistad de Álvaro Obregón que entonces era Presidente de la República. Aprovecha el autor para decir lo que piensa de la vida desde la altura de su intelecto y desde su capacidad para  expresarse.

La siguiente expresión me ha recordado al García Márquez de "Cien años de soledad":

"El Coronelito Domiciano de la Gándara, en aquel trance, se acordó de un indio a quien tenía obligado con antiguos favores"

Si lo vais a leer os recomiendo tener a mano un buen diccionario de castellano y de mejicano. 

2 comentarios:

Rafa dijo...

Estoy volviendo a disfrutar con Don Ramón, sobre todo con sus esperpentos: Martes de Carnaval, Retablo de la avaricia la lujuria y la muerte o Luces de Bohemia y no tanto con sus Comedias Bárbaras de Don Juan Manuel de Montenegro, porque al volverlas a leer me ha parecido que aún teniendo mucha fuerza, eran algo menos intensas que como las recordaba.
Con Tirano puede pasarme al revés, pues no tengo un buen recuerdo de ella, probablemente por su difícil vocabulario y mi bisoñez de entonces y que una nueva lectura me permitiría apreciar sus cualidades.
Un abrazo
Rafa

Diego dijo...

Me propongo releer "Luces de bohemia" y "Divinas palabras" de los que guardo buen recuerdo.

Resulta sorprendente la riqueza del lenguaje de este genio. Ya nadie escribe así.