Acabo
de terminar esta novela policíaca, de este autor francés que ganó el Goncourt
del 2013.
Como
sabéis hay varios tipos de novelas policíacas. El genuinamente inglés con
Holmes como gran maestro, seguido por el Padre Brown y Hercules Poirot, estupendos ambos. Son los clásicos whodunits (¿quién lo hizo?)
en mundos generalmente cerrados y estáticos en los que al autor le preocupa la
dificultad del problema y la inteligencia deductiva del investigador para
encontrar la verdad sin que le quite el sueño lo real o artificial del elenco o de la historia. Esta línea se ha mantenido, pero cuidando más el retrato de personajes, en las novelas de policías, como el Inspector Kurt Wallander, el
Comisario Montalbano o el Inspector Jefe de Scotland Yard Adam Dalgliesh de la
recientemente fallecida PD James. Maigret
es una excepción por la importancia que tiene el componente humano en sus investigaciones..
Otra
línea es la de la novela negra, que podemos decir empieza en
USA con Hammett, al que le siguen Chandler, Goodis, Thompson, Leonard y una
pléyade de autores que forman las colecciones de la Biblioteca
Oro de Molino, de El Séptimo Círculo de
EMECÉ, de Bruguera o de Etiqueta Negra de Jucar, y que han
sido fuente de enorme disfrute. Son novelas que puede tener interés el ¿quién
lo hizo?, pero lo realmente más atractivo es seguir la lucha del protagonista por
sobrevivir y conocer la verdad en un mundo hostil, abierto y dinámico. Está
claro que al autor le preocupa mucho el dibujo de ese ambiente y la
consistencia de los personajes, que por lo general no son malos totales ni
buenos de altar, sino de una enriquecedora complejidad sumamente sugestiva.
El éxito de Anibal Lecter de El
silencio de los corderos, John Doe de Seven,
Amy Dunne de Perdida convertidos en la quintaesencia del mal, hizo que el cupo de malos integrales creciese notablemente. Al
tiempo que los buenos se hicieron mucho más crueles. La novela policíaca
francesa, la nórdica y la tradicional de habla inglesa acabaron padeciendo de iguales excesos y parecidas simplificaciones.
Vestido de Novia es una novela más bien de
malo y de víctima menos mala, pero tirando a serlo. El interés está magníficamente
dosificado y no puedes abandonar su lectura hasta haberla terminado. No llega a 300 pg. y está
dividida en cuatro partes, la segunda algo descompensada respecto a las restantes.
Le
he puesto XXX1/2, y está a vuestra
disposición.
Rafa
No hay comentarios:
Publicar un comentario