lunes, 26 de octubre de 2009

Romancero Gitano. Federico Garcia Lorca.


En plan "revival" y para ver si este muchacho aguanta el paso del tiempo, he vuelto (y revuelto)a leer esta edición de Austral muy bien prologada. Es muy difícil saber si me gusta porque me gustó o me gusta porque me gusta, no sé si me explico. En nuestra juventud "había que leer" a Lorca. Lo mismo les pasaba a los extranjeros interesados en España, tenían que leer a Lorca con el morbo adicional de su asesinato por los nacionales, muy en leyenda negra.

En su día memoricé, como muchos otros, los versos del Romancero Gitano. Aquello de:

Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.


O lo de:
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano


O:
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.


Y tantos otros versos que han quedado en la memoria. Para mi que el tiempo ha tratado bastante bien a Federico. Me gustaría que alguno de los blogueros más jóvenes dieran su opinión al respecto.

Le pongo ****1/2

Un abrazo.

4 comentarios:

Sr. Lobo dijo...

Lorca nunca fue de mis preferidos, ni dentro ni fuera del colegio.

Además el profesor de turno era más fan de Machado ("mi infancia son recuerdos de un patio de sevilla...").

ando despistado últimamente, leyendo poco. El último, Tokyo Blues. una buena recomendación.

en la mesilla, las travesuras de la niña mala de Vargas Llosa, y muchos otros esperando que me vuelvan las ganas de leer. De mientras, os sigo la pista con poco que aportar.

Abrazos.

Peter dijo...

Sr Lobo tienes el síndrome de la vuelta al cole. Yo todavía me leí dos o tres libros en septiembre y llevo semanas con La Ciudad de los Prodigios...

Rafa dijo...

He vuelto a disfrutar "El romancero.." este año y me pareció que seguía teniendo brillo y frescura.

Sin embargo su "Poema del cante jondo" así como otras cosas de poetas de su época no me contaron nada.

Un abrazo

Rafa

Diego dijo...

Lobo, a mí me pasa lo mismo. Debe ser el otoño, o los planetas, vaya usted a saber. Albert Camus me mira desde la balda de la Biblioteca y ya he tenido un par de pesadillas.

Te recomiendo la poesía para arrancar. Lorca no es Machado, que diría Wittgenstein.

Un abrazo.