lunes, 20 de mayo de 2013

Somos el tiempo que nos queda (2.005) J.M. Caballero Bonald (1.926)


Obra completa del autor hasta el año 2.005, preparada y corregida por él mismo. Un libro muy exigente para el lector, de más de 500 páginas de versos y prosas poéticas, escritas en un castellano barroco y complejo. Los trazos son tan rebuscados que cuesta ver el dibujo. Me cuesta encontrar al poeta detrás de las palabras; el poeta se esconde detrás de las palabras. El envoltorio es preciosista pero la nuez queda escondida en muchos casos. Leyendo pausadamente, me encuentro con un poeta que cuida con amor de las palabras, los ladrillos de su obra, a las que coloca en determinadas posiciones después de haber revisado y revisado el encaje de las mismas en el ritmo y en la armonía del poema.

La verdad es que empecé a leer este libro del poeta, Premio Cervantes 2.012, con el prejuicio de que no me iba a gustar, pues los poemas que había leído me parecían oscuros. En cierto modo me equivoqué. Con la lectura pausada y repetida de sus poemas más complejos he llegado a apreciar el preciosismo del lenguaje del poeta, un artífice de las palabras que escoge cuidadosamente y coloca en el lugar adecuado.

El contenido es, en general, difícil de encontrar y para ser "andaluz-medio cubano" le falta chispa y gracia. Para compensar erige verdaderos monumentos a la lengua castellana. He pensado mientras leía, que los profesores de gramática y lengua española deberían de usar alguno de sus poemas para hacer dictados en sus clases, y ayudar a los alumnos a entender el significado de las palabras y del poema. Por ejemplo este mismo:

MURO DE LAS COMPENSACIONES
(LABERINTO DE FORTUNA 1.984. Todos los poemas son prosa poética)

Cercanos a la infamia, recobramos un compulsivo rudimento de inocencia. Por lo común ocurre después de haber tratado en vano de coartar esa anárquica disciplina con que suele activarse la imaginación, no se sabe si en busca de una falsa coartada o de una airosa prueba de complicidad. Pero más que a una somero desliz urdido en la sevicia, habría que referirse a una gratuita forma de conmiseración. O quizá a ese especie de cláusula exculpatoria con que se enmascara de continuo las intermitencias delictivas de la virtud.

Libro para amantes del lenguaje y de la poesía. Mi recomendación es no meterse con todo el libro si no escoger alguno de los que forman esta recopilación: DIARIO DE ARGÓNIDA (1.997), o LABERINTO DE FORTUNA (1.984), por ejemplo.

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