domingo, 26 de octubre de 2014

Myriam Moscona (1.955) Tela de sevoya (2.012)



Autora desconocida para mí. Nacida en México en una familia de origen búlgaro sefardí. Escribe en ladino y en castellano y es una poeta reconocida en ambas lenguas. Este libro ha ganado el Premio Xavier Villaurrutia de escritores para escritores (¡) 2.012.

Me atrae este libro por la promesa que encierra el dorso del libro, un viaje al pasado y al interior de la escritora tomando como hilo conductor la lengua que ha mantenido su familia a lo largo de los más de quinientos años de diáspora desde que los Reyes Católicos expulsaran de España a los judíos que se llevaron su lengua y su cultura.

Efectivamente mi instinto me premia pues el libro consiste en un viaje hacia adelante y hacia atrás en el tiempo y el espacio, incluido el tiempo de los sueños en los que se encuentra con las personas de su familia y con sus recuerdos. Viaja buscando a sus antepasados en Sofía, Salónica, Esmirna, Estambul, y al hilo del ladino visita a expertos en esta lengua, que está muriendo, que siguen discutiendo cual debe ser la grafía pues es una lengua fundamentalmente de transmisión oral. Naturalmente habla del lenguaje en general y por tanto de su identidad.

Así pues creo que la incluiré en la lista de libros de ensayo y viajes a pesar de su contenido poético. La autora pone el énfasis en su búsqueda pero el lector descubrirá lo que fue y sigue siendo el pueblo sefardí.

Intentaré recordar la frase en ladino que da título al libro y que dice mucho del espíritu que acarrean los sefardíes por el mundo.

“El meoyo del ombre es una tela de sevoya”


O lo que traducido pudiera ser: “La mente o el alma del hombre es una tela de cebolla”, viniendo a expresar que el hombre tiene una mente frágil como las hojas de la cebolla.

Le pongo ****

viernes, 24 de octubre de 2014

John Banville, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2.014.

Nuestro amigo y admirado escritor ha sido galardonado con este premio que espero le satisfaga. Conocí a este autor gracias a Rafa y he disfrutado de muchas de sus novelas.

Buscando algo referente a este autor he encontrado esta entrevista en el Centro Cervantes de Dublín con motivo del Isla Festival de 2.013. Habla de su profesión, bueno, más bien del arte de la escritura, y de su forma de escribir. Me ha permitido entender mejor lo que significa la escritura para él y entiendo un poco mejor lo que significa para mí como lector. Es por eso que la comparto con vosotros.

Dura quince minutos y está subtitulada en castellano. Podéis verlo en formato más grande haciendo clic en el cuadrado "Pantalla completa" en la parte de abajo a la derecha. Espero que lo disfrutéis.


viernes, 17 de octubre de 2014

La fiesta de la insignificancia (2014) de Milan Kundera (1929)


Han pasado cinco años desde la publicación de su último libro: Un encuentro (2009), ensayo de Kundera sobre pintura, música y literatura en el que nos contagia su entusiasmo por las obras comentadas, como ya lo había hecho en: El arte de la novela (1986); Los testamentos traicionados (1993) y El telón (2005).
Kundera defiende la veta abierta en la novela por Rabelais, Cervantes, Sterne y Diderot  En los libros mencionados es un tema recurrente, como lo es también en la entrevista que le hizo Philip Roth en 1980:

Rabelais es el escritor que yo más quiero entre todos los escritores. Diderot, Jaques el fatalista, me gusta tanto como Lawrence Sterne. Son los mayores experimentos en forma de novela que se han hecho nunca. Y son experimentos, por así decirlo, divertidos, gozosos, llenos de alegría; algo que hoy en día ya no existe en la literatura francesa y sin lo cual todo pierde significación, en el campo del arte. Sterne y Diderot conciben la novela como un gran juego. Descubrieron el humor de la forma novelística. Cuando oigo esas eruditas exposiciones donde se explica que la novela ha agotado sus posibilidades, me doy cuenta de que pienso exactamente lo contrario……..

La sabiduría de la novela procede de tener una pregunta para todo. Cuando Don Quijote sale al mundo, este se convierte en un misterio puesto ante sus ojos. Tal es el legado de la primera novela europea a toda la historia de la novela que vino después. El novelista enseña al lector a aprehender el mundo como pregunta. Hay sabiduría y tolerancia en esta actitud. En un mundo edificado sobre verdades sacrosantas, la novela está muerta. El mundo totalitario, básese en Marx, en el Islam, o en cualquier otro fundamento, es un mundo de respuestas en vez de preguntas. En el que no tiene cabida la novela. En todo caso, me parece a mí que hoy en día, en el mundo entero, la gente prefiere juzgar a comprender, contestar a preguntar. Así, la voz de la novela apenas puede oírse en el estrépito necio de las certezas humanas. (El oficio: un escritor. Sus colegas y sus obras. Phiñip Roth. Seix Barral 2003 (Traducción Ramón Buenaventura)

Su nueva novela, la décima desde la excelente La broma (1967), y las también estupendas: La insoportable levedad del ser (1984), La inmortalidad (1989) y La ignorancia (2000), es breve, libre y llena de humor y frescura que creo sintoniza con el juego de los viejos maestros. Las disquisiciones eróticas acerca del ombligo. La anécdota de Stalin sobre la caza de las veinticuatro perdices. El rebautismo de Königsberg en Kaliningrado. El extraño idioma inventado por Calibán para mantener su independencia. Son bromas divertidas y gozosas con las que el veterano escritor nos da una lección de fluidez narrativa rara vez disfrutada.

Le pongo XXXX, y está a vuestra disposición.  

Rafa

lunes, 13 de octubre de 2014

Que levante mi mano quien crea en la telequinesis y otros mandamientos para corromper a la juventud (2014) de Kurt Vonnegut (1922-2007)


La nueva editorial Malpaso ha publicado un par de libros póstumos de este excelente autor norteamericano que inició su vida literaria en 1950, siendo su última novela Timequake de 1997.

El libro es una selección de discursos de graduación dirigidos a estudiantes.
En ellos se aprecia la original personalidad de Vonnegut, mezcla de profundo humanismo, fina ironía y cortante crítica de los hábitos de nuestra sociedad.

Los discursos son positivos y tratan de animar a los estudiantes a que su vida sea fecunda, como cuando formen una familia, que esta sea amplia, (Vonnegut tenía siete hijos, cuatro adoptados), que su mundo no se limite a la pareja que fácilmente se agosta y que disfruten de la vida. Y les cuenta la historia de su tío Alex:
   Una de las cosas que objetaba a los seres humanos es que casi nunca
advertían su felicidad cuando eran felices. El hacía todo lo posible por celebrar los buenos momentos. Podíamos estar bebiendo limonada a la sombra de un manzano, en pleno verano, y el tío Alex interrumpía la conversación para exclamar: No me digas que esto no es bonito, ¿eh?

Aunque se tildaba de agnóstico, sentía una gran admiración por Cristo:
Me fascina el Sermón de la Montaña. La compasión, creo yo, es la única buena idea que hemos tenido hasta ahora. Tal vez algún día se nos ocurra otra, momento en la que ya tendremos dos buenas ideas.

Este es un breve libro que le sirve de homenaje y que para fanes como yo (he leído dieciséis libros suyos) supone un grato recuerdo. Su nivel, sin embargo, dista mucho del de sus obras maestras que aprovecho para recomendaros:

Las sirenas de Titán (1959); Cuna de gato (Cats’s cradle) (1963); Dios le bendiga Mr.Rosewater (1965); Matadero 5 (1969); El desayuno de los campeones (1973).
                      
Le he puesto XXX1/2 y está a vuestra disposición.

Rafa

jueves, 9 de octubre de 2014

Nuccio Ordine (Calabria 1.958). La utilidad de lo inútil. Manifiesto. (2.013). ****


Demócrito por Velázquez.

Me regala Asís este “Manifiesto” y le agradezco el detalle. He leído con sumo placer este librito de 150 páginas en el que el profesor de la Universidad de Calabria, Nuccio Ordine, defiende a capa y espada los conocimientos en un principio inútiles, como por ejemplo: el estudio del griego y del latín, la lectura de los clásicos, de los grandes poetas, músicos, y artistas, y la enseñanza de estas materias en las escuelas y universidades, frente al olvido de estas enseñanzas en favor de las más prácticas y, teóricamente, con un mejor rendimiento económico para los estudiantes .

En el prólogo nos desvela el porqué:
“… considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores”


Alaba la virtud de la curiosidad y acaba aceptando dentro de las materias recomendadas las ciencias en general. Vamos, que este buen hombre se salta el “primum vivere, deinde filosofare” probablemente porque a su alrededor ve gentes que viven bien y tienen más bienes y servicios de los que necesitan. En este sentido he leído y disfrutado de su manifiesto.


Dice Fernando Savater en la tapa de la edición de Acantilado:

"Algunos impenitentes agradecemos a Nuccio Ordine su manifiesto “La utilidad de lo inútil” en el que repasa las opiniones de filósofos y escritores sobre la importancia de seguir tutelando en escuelas y universidades ese afán de saber y de indagar sin objetivo inmediato práctico en el que tradicionalmente es ha basado la dignitas hominis"


domingo, 5 de octubre de 2014

Hiromi Kawakami(1.958) Manazuru. Una historia de amor(2.006)



Leo esta novelita de 215 páginas que ha traducido y editado recientemente, junto con otras novelas de esta autora, la editorial Acantilado.

Mi primera experiencia con esta autora, que debo a Rafa cuando hizo una reseña en el blog en enero de 2.010, fue  “El cielo es azul, la tierra blanca”. Rafa le puso **** ¼ y nos gustó mucho a los que la leímos.

Esta vez la novela tiene un aire más íntimo y más misterioso. Kei, la protagonista de esta historia, es una mujer que vive con su madre y con su hija Momo, que va creciendo durante el relato desde los cuatro o cinco años a los diez y siete. Nos relata en primera persona la búsqueda del marido que ha desaparecido misteriosamente. Viaja frecuentemente sin saber el porqué a Manazuru, una península en el sur de Tokio, donde percibe unas presencias femeninas.

El relato rezuma el sentimiento de ausencia que la autora expresa con contención pero con constancia. Yo he sentido una cierta inquietud.

Como en casi toda la narrativa japonesa que he leído no faltan los viajes en tren ni las descripciones meticulosas de su gastronomía. Me ha gustado, aunque no tanto como la mencionada antes.


Le pongo ****