Pessoa a Baixa de Lisboa |
Leo con gusto, y con algún esfuerzo, este libro que me recomendó una librera de
Lisboa cuando le pedí algo de Pessoa, famoso poeta portugués del que no había leído nada.
La librería estaba situada en la plaza del Café La Brasileira en el Chiado.
Acertó la librera conmigo.
El libro es el único que se publicó en vida del autor un año
antes de su muerte. Pessoa crea una mitología portuguesa que repasa el pasado
glorioso, que pasa luego por su decadencia, y que augura la vuelta de la gloria en
forma de un Quinto Imperio representado por la figura de Don Sebastián, figura
central del poema mitológico. En cada poema Pessoa nos va llevando de la mano
de los personajes históricos portugueses, de sus glorias guerreras, de sus
navegaciones y descubrimientos, para lamentarse luego por la decadencia y
resurgir prometiendo la vuelta del Quinto Imperio.
El portugués, o al menos el portugués que escribe Pessoa,
parece que está hecho para la poesía. Leyéndolo en voz alta, he podido
disfrutar de su lírica y me he evitado en muchos casos tener que buscar en el
diccionario. Este es el último poema del libro.
QUINTO / NEVOEIRO
Nem rei nem lei, nem paz nem guerra,
Define com perfil e ser
Este fulgor baço da terra
Que é Portugal a entristecer —
Brilho sem luz e sem arder,
Como o que o fogo-fátuo encerra.
Ninguém sabe que coisa quer.
Ninguém conhece que alma tem,
Nem o que é mal nem o que é bem.
(Que ânsia distante perto chora?)
Tudo é incerto e derradeiro.
Tudo é disperso, nada é inteiro.
Ó Portugal, hoje és nevoeiro...
É a Hora!
Valete, Frates.
Pessoa refleja una idea de transcendencia en la Patria que
luego utilizará Salazar. Desconozco hasta que punto se mantiene esta idea en el Portugal de hoy, ochenta años después de su publicación.
Lo leo en esta edición de la editora Angelus Novulus, libro
muy cuidado, muy bien impreso y con suficiente sitio en cada página para que
quepan los poemas, y los comentarios muy profesionales de Antonio Apollinario
LourenÇo.
Copio este verso muy famoso de Pessoa para vuestro solaz.
O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
Que chega a fingir que é dor
A dor que deveras sente.
Copio este verso muy famoso de Pessoa para vuestro solaz.
O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
Que chega a fingir que é dor
A dor que deveras sente.
Le pongo ****
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