Me tomo la libertad de escribir esta reseña por considerar
que su lectura pudiera ser de interés para muchos habituales de la lectura,
sobre todo para aquellos que, como yo, buscamos algún incentivo intelectual en
la misma.
La lectura del título y del índice dicen mucho sobre el
contenido de esta encíclica del Papa
Francisco quien se adelanta a todos los líderes mundiales para hablar de la
marcha de nuestro planeta, de las causas de su deterioro – que, según él mismo
dice, no son otras que la acción del hombre - , de los efectos perniciosos sobre
la casa común, sobre sus recursos y sobre sus habitantes, del impacto negativo
en los más pobres y desprotegidos, y de las recomendaciones para tratar de
resolver este problema.
Uno de los méritos de esta encíclica es, para mí, el hecho de que el
Papa analice al planeta entero, “La casa común”, y que lo haga con un ojo
científico y analítico, sin prejuicios, y sin respetos para nadie, ni para los
más poderosos. Un ejemplo:
“Llama la atención la
debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política
ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las cumbres
mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy
fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a
manipular la información para no ver afectados sus proyectos…….cualquier
intento de las organizaciones sociales por modificar las cosas será visto como
una molestia provocada por ilusos románticos o como un obstáculo a sortear”
“Dejar de invertir en
las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la
sociedad”
Usa el Papa la
misma argumentación científica que el Panel
Intergubernamental del Cambio Climático y, como este, considera que la
causa de los cambios es fundamentalmente la acción del hombre.
“La tierra, nuestra
casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”
Resumiendo una lectura enriquecedora en general. El Papa
como es natural hace referencia a los escritos bíblicos y a los de Iglesia
Católica pero el fundamento de la encíclica es más secular que religioso, y va dirigida a todo el mundo.
Tiene 192 páginas y el lenguaje es sencillo e inteligible.
Espero que la reacción de otros líderes mundiales sea un
poco mayor de la que han tenido por el momento.