Balzac
fue un escritor romántico y realista a la vez, que en veinte años escribió
ciento treinta y siete obras, muchas magníficas, quizá no tanto como algunos
singulares logros de Stendhal o Tolstói, pero su categoría está en la calidad alcanzada
en un gran número de ellas. Trabajaba con urgencia para pagar a sus acreedores,
ya que casi siempre estaba endeudado por sus desafortunados negocios o sus
fastuosos gastos que le obligaban a pedir el dinero adelantado a sus editores,
y a luchar desesperadamente contra el tiempo para terminar sus obras y cumplir
sus compromisos.
No
es extraño que el tema principal de sus libros sea el dinero.
“La
comedia humana” está compuesta por noventa y cinco obras: novelas, ensayos,
cuentos que buscan retratar la sociedad de su época como los naturalistas lo
hacían con el reino animal.
La
idea de unir historias se inicia en este libro donde aparece por segunda vez
Eugenio
de Rastignac, en esta ocasión como estudiante en Paris, y da lugar a una obra
más abierta en que sus personajes puedan evolucionar y combinarse libro a libro.
Este, en particular, figurará en más de quince libros de la comedia humana.
El
tío Goriot, anciano de sesenta y nueve
años, es inquilino de la modesta pensión Vauquer, en el barrio Latino. Antiguo
fabricante de fideos y pasta italiana, hizo una gran fortuna con el comercio de
harina durante la revolución, y vive en la actualidad austeramente después de
haber invertido todo su patrimonio en que sus hijas progresen socialmente
casándolas con dos aristócratas de la sociedad parisina.
Esta
familia, el estudiante Rastignac, el misterioso Vautrin y un número no muy
extenso de personajes, estupendamente retratados dan vida a este drama de
ambición, explotación y dinero con el decorado de Paris al fondo.
La
obra no es larga y aunque exaspera el amor paterno del Tío Goriot, el libro es recomendable.
Lo he leído en la edición de Letras Universales de Cátedra, le he puesto XXXX
y está a vuestra disposición.
Rafa
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