La acción transcurre en 1988 en una reserva india de Dakota del Norte. Joe, un joven indio Chippewa de trece años, nos relata la
historia de su familia y de sus amigos que empieza con la agresión sufrida por
su madre, hecho que le hará madurar como hombre y como hombre indio entre
blancos. El padre de Joe, Bazil Coutts,
es un juez tribal que conoce las normas legales que rigen las relaciones entre
la gente de la reserva y los “blancos”, normas que discriminan a los indios. La
historia pone de manifiesto el choque entre las culturas de los colonos blancos
y los nativos indios desde el punto de vista de estos últimos, y es sin duda
una reivindicación por parte de la autora, de origen indio.
Así pues tiene su parte de iniciación de Joe, en la que influyen gentes grandes y pequeñas entre ellos sus amigos, la intriga de la investigación de la agresión a su madre, el repaso a la especie en su desarrollo histórico, y los abusos de la colonización. Muy educativo para los que nos criamos con las películas de indios y vaqueros.
Así pues tiene su parte de iniciación de Joe, en la que influyen gentes grandes y pequeñas entre ellos sus amigos, la intriga de la investigación de la agresión a su madre, el repaso a la especie en su desarrollo histórico, y los abusos de la colonización. Muy educativo para los que nos criamos con las películas de indios y vaqueros.
Casa de corteza de abedúl (Birchbark) |
Escrita con verdadera maestría, de manera gráfica, por lo
que no me extrañaría que se hiciera una película, con un lenguaje sencillo pero
evocador, con el aire misterioso y místico de los espíritus y de los
antepasados indios, reflejando su forma de ser y su cultura.
Emotiva en muchos momentos y desde el principio llena de
intriga. Resumiendo, una buena novela, de las que se leen con interés. Le pongo
**** ½
La autora tiene una librería que se llama "Birchbark books"