Nació
en Bilbao, es filósofo y ensayista y
desde el 2003 director de la
Fundación Juan March.
Frente
al abuso que los filósofos han hecho de la palabra, el autor recuerda a Ortega
y su defensa de la claridad a la que añade la brevedad en la exposición de
cualquier tema: Quien auténticamente sabe
algo, sabe también comunicarlo en breve espacio, por ejemplo mil palabras.
Piensa
que la filosofía contemporánea debe hacerse mundana y si uno cree tener una
idea nueva debe probar a contrastarla en una comida, una reunión de amigos. Si las ideas no transmiten emoción o no
despiertan interés es que no son interesantes, y si no son interesantes es que,
en último término, tampoco son verdaderas.
Este
libro recoge sus artículos editados en Babelia, suplemento literario de El País,
desde la primavera del 2010 hasta el otoño del 2011.
Uno
de los ensayos que me ha llamado la atención es Terrores infantiles y en él comenta como Menendez Pelayo en La historia de los heterodoxos españoles, al
estudiar la poesía escrita en inglés de Blanco White destaca entre sus versos
un soneto muy famoso – el que empieza “Mysterious
night!”, que Coleridge y otros eruditos británicos, salvando a Shakespeare,
tenían por uno de los más hermosos de su lengua.
Dice
Menéndez Pelayo que “la idea capital del
soneto de Blanco es hermosa y poética sobre toda ponderación”. Evoca el terror
que se apodera de Adán cuando en el Paraíso se pone el sol por primera vez;
carece de experiencia de un fenómeno natural semejante y al contemplar la
oscuridad que se extiende por el Edén, angustiado, teme ser testigo del fin del
mundo.
También el niño y el hombre sufrirá esos terrores y la
experiencia de la vida ayudará a superarlos.
El
libro me ha gustado, le he puesto XXX3/4 y está a vuestra disposición.
Rafa
Night and
death a Sonnet
Mysterious
Night! when our first Parent knew
Thee, from
report divine, and heard thy name,
Did he not
tremble for this lovely Frame,
This
glorious canopy of Light and Blue?
Yet ’neath a curtain of translucent dew,
Bathed in
the rays of the great setting Flame,
Hesperus*
with the Host of Heaven came,
And lo!
Creation widened in Man’s view.
Who could
have thought such Darkness lay concealed
Within thy
beams, O Sun! or who could find,
Whilst fly,
and leaf and insect stood revealed,
That to such
countless Orbs thou mad’st us blind!
Why do we
then shun Death with anxious strife?
If Light can
thus deceive, wherefore not Life?
Hesperus (Venus)
Nota (algo
pelma) Tengo la impresión que aún siendo hermosa la interpretación de Menéndez
Pelayo, que recoge Gomá, después de leído el soneto de Blanco White me ha
parecido que la interpretación es otra y más inquietante. Creo que
Adán se asusta, más que por la noche y la ausencia de luz, por la aterradora
inmensidad del universo que la luz oculta y la noche revela y duda si puede
llegar a conocer algo si la luz tan fácilmente le ha engañado, y si no es
inútil su lucha por una vida que también puede ser engañosa.
Perdonar la
falta de brevedad, en discordia con la tesis dicha más arriba.
La noche y
la muerte
¡Misteriosa
noche! cuando nuestro primer padre supo
de ti por noticia
divina y oyó tu nombre
¿no tembló
por esta arquitectura maravillosa,
por este
dosel glorioso de luz y azul?
Sin embargo
bajo una cortina de rocío traslúcido,
bañada por
los rayos de la gran llamarada del poniente,
llegó
Héspero∗ con el ejército del cielo,
y he aquí
que la creación se amplió ante la mirada del hombre.
¿Quién habría
pensado que tal oscuridad se ocultaba
dentro de
tus rayos, oh sol! ¡Quién podría saber,
cuando se
nos mostraba la mosca, la hoja y el insecto,
que nos
habías hecho ciegos para orbes tan numerosos!
¿Por qué esquivamos
la muerte con lucha ansiosa?
Si la luz nos
engaña así, ¿no lo hará también la vida?
Traducción
de Dámaso Lopez García
Ediciones
de la Universidad
de Castilla La Mancha