miércoles, 22 de enero de 2014

Dos libros de relatos, o de cuentos. Uno de McEwan y otro de Keret.























Dos autores, dos formas distintas de escribir relatos. La diferencia puede que estribe en que soy admirador de Ian McEwan y a Edgart Keret no le conocía. Además me siento más cercano a la cultura de McEwan que a la de Keret, joven escritor judío, hijo de supervivientes del Holocausto, y que vive y escribe en Israel sobre sus compatriotas.

El libro de McEwan contiene una serie de siete cuentos cuyo protagonista es Peter, un niño de diez años con fuerte inclinación a irse a los cerros de Úbeda y salir de la realidad para vivir situaciones fantásticas. Los cuentos se van enlazando aunque no formen un relato único. Muy recomendable para adolescentes y para mayores que quieran pasar un rato agradable. Chispa y buen humor británico.

El libro de Keret contiene treinta y ocho  relatos cortos protagonizados por judíos que viven en Israel. Los primeros relatos me han resultado amargos, tristes, y me han producido una cierta desazón. No obstante los relatos de la segunda mitad del libro son más ocurrentes y, escarbando entre la amargura, graciosos. Seguiré a este autor.

Le pongo *** al de McEwan, y *** 1/2 al de Keret

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