En
el hermoso capítulo 24 del Evangelio de San Lucas dos discípulos van camino de
Emaús y Jesús, que piensan que ha muerto hace tres días, aunque conocen la
desaparición de su cuerpo del sepulcro, se une en el caminar con ellos. Cuando
les quiere abandonar, ellos le dicen la frase que da título a este libro.
Álvaro
Pombo, con el que he pasado ratos excelentes: El héroe de las mansardas de Mansard, Donde las mujeres, El cielo raso,
nos lleva en esta ocasión a una comunidad trapense de Granada formada por tres monjes,
uno de ellos el prior, y tres novicios. Uno de los monjes aparece muerto, todos
lo indicios muestran que se ha suicidado.
El
arranque del libro con el retrato de los protagonistas y su ambiente es
expresivo y bien narrado, pero el tema, inicialmente abordado por Pombo del silencio de Dios del San Manuel de Unamuno, va, conforme
avanza la historia, diluyéndose a medida que intervienen nuevos personajes
exteriores a la cartuja.
Es
de agradecer al autor su ambicioso planteamiento y reseñar que nunca decae el
interés de su lectura. Le he puesto XXX1/2 y está a vuestra disposición
Rafa
3 comentarios:
Me encantó e interesó muchisimo este libro, estoy completamente de acuerdo con los puntos que le dás. Aunque no sé si es para recomendar a todo el mundo. Que crees?
Abrazos
Ch.
Creo que tu duda está más que justificada. El libro es recomendable pero no creo que lo sea a cualquiera.
Un abrazo
Rafa
María y Rafa, habéis dado en el clavo. No he podido avanzar en la lectura. Que le vamos a hacer.
Diego
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