viernes, 31 de julio de 2015

Herzog (1964) de Saul Bellow (1915-2005)

Si estoy chalado, tanto mejor, pensó Moses Herzog. Algunos le creían  majareta, y durante algún tiempo él mismo había llegado a pensar que le faltaba un tornillo. Pero ahora, aunque seguía portándose de modo extraño, se sentía seguro de sí mismo, alegre, clarividente, y fuerte. Había caído bajo una especie de hechizo y escribía cartas a todo bicho viviente. (p.9, 1ª del libro)

Así comienza esta novela, crónica de la desigual ventura de nuestro personaje capeando las galernas de su tiempo.
Herzog es judío y profesor de filosofía de cierto renombre y de 47 años, la misma edad que su autor tenía cuando inició este libro, del que dicen ser muy autobiográfico.
Nuestro hombre acaba de divorciarse de la bella Madelaine, su segunda mujer, con la que ha tenido su segundo hijo. Está obsesionado con esta separación y las circunstancias que le han llevado a la ruina.

Pero eso era precisamente uno de los problemas en que estaba trabajando: que aunque la gente sea ahora libre, la libertad no tiene contenido alguno. Es como una gran vaciedad llena de aullidos. (p.55) 
Pero el personaje moderno es inconstante, vacilante, dividido falto de la pétrea certidumbre del hombre antiguo, y también privado de aquellas firmes ideas del siglo XVII y de sus claros y duros teoremas. (p.130) 
A veces se preguntaba si no pertenecería él a una clase de gente secretamente convencida que tenía un arreglo con el destino; esa gente que, a cambio de su docilidad e ingenua bondad, se creen protegidos de las peores brutalidades de la vida. (p.181) 
Lo mejor que podía hacer era resignarme y someterme al destino....Vivimos en una época de agotamiento espiritual. Todos los antiguos sueños han sido ya soñados. Todo esto me irritaba…pero leía cada vez más, enfermo de tanta indignación. (p.271)

El problema de Herzog resulta algo reiterativo, no así los jugosos y divertidos personajes secundarios magníficamente retratados, donde brilla el humor de Bellow.

Shapiro …Hablaba con largas frases – podían llamarse proustianas – de construcción germánica y llenas de increíble retórica. Por ejemplo decía “Tomando una posición equilibrada, yo me atrevería a afirmar el mérito de esa tendencia antes de haber hecho una consideración más reposada” (p.91) 
En cambio, Gersbach intervenía siempre brillantemente en la conversación, Su estilo era tan enfático y sus miradas tan impresionantes, parecía tan listo cuando hablaba, que se olvidaba uno de comprobar si tenía algún sentido lo que decía. (p.94) 
…los Herzog, que eran ágiles y todos ellos habían heredado la viveza y elegancia de su padre, que había pasado por esta vida como en una especie de desfile de una sola persona. (p.283)
  
En el diario “El Mundo”, María Ramirez  nos cuenta que en 1964, justo antes de editarse, y en su afán de perfección, Bellow reescribió casi totalmente el libro sobre las galeradas de prueba y las envió a su editor. Cincuenta páginas no llegaron, ya que la oficina de correos de transito del “original“ fue atracada y  los ladrones, en su huida las destruyeron al carecer de valor para ellos. Bellow tuvo que reescribir de nuevo esas páginas.
La novela obtuvo el National Book Award de 1965 y su autor recibió el Nobel de Literatura en 1976. He leído la edición de Ediciones Destino de 1965, con traducción, que suena muy bien, de Rafael Vázquez Zamora, de la que he copiado los fragmentos. En la solapa se reseña que el libro fue un best-seller, que se mantuvo en las listas por largo tiempo, cosa inimaginable hoy en día.

Por qué ser un tipo tan emotivo… Pero lo soy, Si, lo soy y a los perros viejos no se les puede enseñar. Yo soy así, y así continuaré siendo. ¿Para qué luchar contra ello, si soy así irremediablemente? Es mi inestabilidad la que me sirve de estabilizadora. No la organización, ni el valor, como les pasa a los demás. Comprendo que es penoso ser así, pero así soy y no tiene remedio. (p.383)

Confieso que me ha costado algo superar la primera parte de la novela, sin embargo ha valido la pena seguir adelante. Le he puesto xxxx1/4 y está a vuestra disposición.
Rafa    

1 comentario:

Diego dijo...

Querido Rafa:

Cuando este escritor recibió el Premio Nobel de Literatura compré una de sus novelas que entonces se editaron en España sin ninguna recomendación; craso error que he vuelto a cometer con otros premiados. Guardo el recuerdo de una escritura difícil y torturada aunque no recuerde nada más.

A ver si me animo con esta recomendación tuya y disfruto.

Un abrazo.
Diego.