lunes, 4 de febrero de 2013

Aquí y ahora Cartas 2008 – 2011 entre Paul Auster (1947) y J. M. Coetzee (1940)



Estos dos estupendos escritores, a los que nunca agradeceré debidamente los buenos ratos que he pasado leyendo sus libros, se hicieron muy amigos y empezaron a mantener una correspondencia regular. Este libro recoge las cartas que cruzaron entre 2008 – 2011.

En ellas hablan de la amistad, de la crisis económica, de deportes, de arte, de  libros y bibliotecas, de malas críticas, de alimentación, del matrimonio, del amor y de más cosas. Auster es el más animado, con anécdotas largas y apenas contradice a Coetzee, que con menos palabras, aunque con un deje algo amargo, se mueve mejor en el mundo de las ideas. Os copio varios ejemplos, en los que abundan las referencias al segundo, ya que es más fácil citarlo.

Me da la impresión de que a finales de los setenta o principios de los ochenta pasó algo que provocó que las artes perdieran su papel protagonista de nuestra vida interior. Estoy más que dispuesto a dar crédito a los diagnósticos de lo que pasó entre entonces y ahora que aluden a la política, la economía o la historia mundial. Sin embargo me da la sensación de que ni escritores ni artistas consiguieron en general salir airosos del desafío que sufrió su rol protagonista, y que ese fracaso nos ha hecho más pobres. (John)

Yo no tengo mucha fe en lo que hago. Para ser más preciso tengo la fe justa para poder escribir: la fe justa o tal vez la esperanza justa, una esperanza ciega o deslumbrada, en que si le dedico suficiente tiempo y atención al proyecto que tengo entre manos, “funcionará”, no será un fracaso palpable. Pero esa fe o esa esperanza solo llegan hasta ahí. No tengo demasiada fe en que mi obra perdure. (John)

Tu aflicción y la mía: la aflicción compartida de dos caballeros de edad avanzada ante el rumbo que está siguiendo el mundo. ¿Cómo se escapa uno del destino completamente risible de convertirse en vejestorio, en el típico abuelo puñetas que, cada vez que se embarca en uno de sus discursos sobre lo que pasaba “en mis tiempos”, hace que los chavales pongan los ojos en blanco con desesperación silenciosa? El mundo se está yendo al infierno en una cesta de mano, me decía mi padre, y antes que él lo decía su padre y así sucesivamente hasta llegar a Adán. Si el mundo llevara tantos años yéndose al infierno, ¿no debería haber llegado ya? Sin embargo, cuando miro a mí alrededor lo que veo no se parece al infierno. (John)

A los que somos escritores nos deberían animar estas palabras de Groucho Marx: Fuera de un perro, el mejor amigo del hombre es un libro. Dentro de un perro está muy oscuro para leer. (Paul)

Le he puesto XXX3/4 y está a vuestra disposición

Rafa

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