Después de haber leído la novela más famosa de este
autor, “El buen soldado”, cuya crítica hizo en su día Rafa en este blog y que me
gustó mucho, me he animado a enfrentarme a las mil páginas de esta tetralogia
escrita en los años veinte del pasado siglo y traducida por primera vez al
castellano en 2009, cosa cuando menos curiosa. ¿Cuáles serán las razones de
este retraso cuando todo el mundo dice que es la mejor novela sobre la Primera Guerra
Mundial?
Probablemente sea porque su traducción al castellano
no haya sido tarea fácil. De hecho el traductor nos anuncia en el prólogo que
tendremos acceso a una serie de notas y a un glosario de acronimos al final del
libro.
Los protagonistas son Christopher Tietjens y su
mujer Sylvia, un matrimonio que desde su inicio hacia 1910 está en crisis y así
continua a lo largo de la novela. Él es un caballero de la nobleza rural
inglesa, conservador y defensor de las costumbres victorianas, erudito,
inteligente, y desprendido. Ella es un bicho cuyo objetivo fundamental es
amargarle la vida a su marido. En medio de los placeres tradicionales de la Inglaterra Imperial
llega la Primera Guerra Mundial y Christopher va a las trincheras francesas. Aunque es
una novela de guerra, esta es solo una de las múltiples facetas del libro. El autor nos va mostrando las introspecciones y reflexiones del protagonista sobre el trabajo, el matrimonio, la amistad, los
cambios sociales, y la influencia que la guerra tiene sobre él mismo y sobre la sociedad.
Los ambientes y situaciones son ingleses y victorianos
y el autor se regodea en el análisis de los mismos. Un ejemplo es la descripción que hace del protagonista nada más empezar el libro:
“Su madre le pasaba un renta personal; cobraba un
sueldo del Departamento Imperial de Estadística; se había casado con una mujer
con posibles, y, como buen tory, dominaba lo bastante los sarcasmos y desdenes
para que le escuchasen cuando hablaba”
O lo que piensa Tietjens sobre los ingleses:
O lo que piensa Tietjens sobre los ingleses:
"Se ha dicho que la peculiar costumbre de reprimir
las emociones coloca a los ingleses en desventaja en los momentos de gran
presión inesperada. En las cuestiones menos importantes del curso general de la
vida se comportarán de modo impecable sin inmutarse por nada, pero ante la
súbita confrontación con cualquier cosa que no sea un peligro físico es fácil –
de hecho es casi seguro – que es vengan abajo. Esa es al menos la opinión de
Christopher Tietjens"
Ford Madox Ford |
Ford Madox desde su experiencia como soldado escribió
este libro con el propósito de que no hubiera más guerras Naturalmente falló
en su propósito pero tuvo la suerte de no tener que asistir a los horrores de
la siguiente.
Me ha gustado y se lo recomiendo a los lectores de
fondo, a los que aprecien el humor inglés, y a los que añoren los viejos tiempos. El autor no es fácil de leer, hay que ser paciente. Tengo que decir que me gustó más “Vida
y destino” de Vasili Grossman que cubre la Segunda Guerra Mundial y que tiene su
crónica en este blog.
3 comentarios:
El libro es muy apetecible, salvando la pega del volumen. O aprendo a leer más rápido o la lista de espera de libros interesantes me aplastará.
Un abrazo
Rafa
Estoy de acuerdo contigo. No obstante los buenos libros no importa que sean largos.
Un abrazo.
Diego
Me dice María que el libro le está resultando un poco pesado. Tiene razón. Rafa ya nos dijo cuando comentó "El último soldado" de Ford Madox Ford que este autor era un poco lento.
LA verdad es que el primer capítulo de la trilogía de "El último desfile" arranca suavemente.
Añado esta advertencia en la entrada.
Un abrazo.
Diego
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