Me interesé en este libro por un artículo del diario El País. No había leído nada de este
autor y no me arrepiento de haberlo hecho. Federico
Sánchez es el nombre que usaba Semprún
en la clandestinidad cuando era miembro del PCE, y por lo tanto el libro es su autobiografía.
Semprún
nos describe la autopsia de un cadáver, el PCE,
y aprovecha de paso para poner a Santiago
Carrillo de chupa de dómine. Lo hace en el momento en que Carrillo ha vuelto a España al morir Franco a preparar la transición en plan héroe de la oposición. La
editorial Planeta le concede su Premio anual de 1.977, y provoca un
terremoto entre los intelectuales de izquierdas de toda la vida y entre los
miembros del PCE. Semprún se venga de este modo de Carrillo que fue quien propició su
expulsión del Comité del PCE en 1.964.
Como hemos podido comprobar con el paso del tiempo, Semprún tenía razón es sus estimaciones respecto a la evolución de
España, de su economía, y del cambio social que esto representó para
el proletariado, visión no compartida por el Partido. Tampoco se equivocaba en sus apreciaciones
respecto al futuro del comunismo internacional después de la muerte de Stalin.
Esta trama me ha resultado muy interesante pues pone de
manifiesto las dificultades de supervivencia de las estructuras burocráticas de los sistemas e ideologías que
pretenden cambiar la historia. Como decía aquella
canción jocosa: “Le cortaron la cabeza, perdió el conocimiento. Cuando llegó la
justicia, ya estaba el cadáver muerto” Exactamente eso. El PCE y el PCUS eran dos cadáveres
muertos.
Semprún escribe
con corrección y precisión. La biografía está bien estructurada con idas y
venidas bien situadas a lo largo del tiempo. Semprún me ha caído bien, a pesar de que La
Pasionaria al echarle del Partido le calificase como “un intelectual con cabeza de chorlito”
Para los interesados en rebuscar en la Historia.
Le pongo ****
2 comentarios:
Lo leí en su momento y también me gustó. Creo que entonces era revolucionario y quizás ahora más, visto lo visto.
No la he leído y no sé si me animaré a hacerlo algún día, y eso que es un autor que me cae muy bien y en el 69 me entusiasmó "La deuxième mort de Ramón Mercader", aunque hoy no creo que me atrevería a recomendarla. En cambio no tengo duda en hacerlo con "Veinte años y un día" del 2003, en que también está presente Federico Sanchez, y también me gustó mucho.
Un abrazo
Rafa
Publicar un comentario