Este
autor, que la Academia
sueca compara con Melville, porque sus novelas no solo dramatizan la lucha
contra las fuerzas del mal y sino que son también relatos llenos de aventuras y
emoción, recibió el Premio Nobel en 1983. De él había leído su estupenda Trilogía del mar (Ritos de paso; Cuerpo a
cuerpo y Fuego en las entrañas) (1980-1989).
Fue
profesor de escuela y en 1940 se enroló como marinero en la Royal Navy , donde
permaneció cinco años, participando en la persecución y hundimiento del acorazado
Bismark y en el desembarco de Normandía.
Esta
es su primera y más famosa novela, que publicó a los 43 años y recoge su
experiencia como maestro y marino. Se desarrolla en una isla del Pacífico,
donde un grupo de niños y adolescentes, cuyo número nunca sabremos, ha tenido
un aterrizaje forzoso, los pilotos y el avión han desaparecido y ellos, solos,
tienen que enfrentarse a esta difícil situación.
Ralph,
uno de los adolescentes, haciendo sonar una caracola reúne a todos los
náufragos y con la ayuda del gafoso Piggy se proclama su lider y pide la
necesidad de establecer normas que deben tratar de respetar, tales como:
construir cabañas sólidas, recoger y almacenar agua dulce, hacer fuego y rotar guardias
para mantenerlo.
Pero
los cazadores piensan de otra manera y en complicidad con la locura, la
superstición y el mal, representado por el señor de las moscas (Baal Zebub o
Belzebú), la aventura isleña se transforma en el revés del buen salvaje.
La
novela no siendo larga tiene una parte central que es algo lenta y le he puesto
XXX3/4. Está a vuestra disposición.
Rafa
2 comentarios:
¡Qué recuerdos más buenos tengo de esta novela! La leí cuando mis hijos eran unos adolescentes y se la recomendé. Les encantó.
En el fondo es algo más que una novela, es un tratado de antropología, o de sociología, o de ambas.
Gracias, Rafa.
También me gustó cuando la leí hace bastantes años, pero tengo la sensación de que me pareció sobrecogedora.
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