jueves, 3 de diciembre de 2015

Warlock (1958) de Oakley Hall (1920 - 2008)


Tras mis lecturas de The Searchers y Butcher's Crossing, había recibido varias recomendaciones en el sentido de que para cerrar verdaderamente el ciclo de novelas esenciales del oeste americano debía leer Warlock, de Oakley Hall.


El título confunde pues suena más a literatura fantástica, pero es el nombre del pueblo donde tiene lugar la acción. Ciudad fronteriza y salvaje donde reina el malo, Abe McQuown, y sus secuaces, una banda de vaqueros que se dedican a robar ganado y en sus ratos libres atemorizan a los habitantes de Warlock y van liquidando a los sucesivos valientes que se atreven a colgarse la estrella de sheriff.

Así las cosas, la gente respetable del pueblo para defender sus legítimos intereses comerciales y su seguridad tienen la brillante idea de contratar los servicios de Clay Blaisedell, un pistolero de dudosa reputación que a su vez es amigo de un tahúr llamado Tom Morgan (muy propio) y al cual viene persiguiendo una antigua novia vengativa, Kate Dollar, cuya reputación es igual de dudosa. En medio de este barullo está el nuevo sheriff, Johnny Gannon, cuyo hermano Billy es de los malos, y la bella Jessie Marlow, conocida como el ángel de Warlock, que regenta una suerte de hospital para los mineros que sufren todo tipo de accidentes laborales y por ello están a punto de amotinarse. La llegada de Blaisedell y su primer duelo contra los McQuown abrirán la caja de Pandora.

En medio de un ambiente clásico del oeste que como es lógico dio lugar a su correspondiente película (Henry Fonda hacía el papel de Blaisedell), nos encontramos una novela que tiene muchísima miga. Por momentos es como una obra de teatro en el sentido de que casi toda la acción ocurre en dos o tres lugares de la ciudad de Warlock, que se convierte ella misma en protagonista principal. A veces es una novela pura de acción y en otras es un tratado sociopolítico de largo alcance. Warlock no tiene categoría administrativa propia sino que depende de Bright's City, donde se juzga a los criminales que las más de las veces salen absueltos. Esto genera un vacío de autoridad que la comisión vecinal tratará de llenar por la vía de los hechos contratando un pistolero que está por encima de la ley y que, al final, no se sabe si es el bueno o el malo. El caos en ocasiones puede más que un sheriff escaso de apoyos y un juez borracho y carente de autoridad, y los ciudadanos se toman la justicia por su mano. 

Todo ello aderezado con coloridas descripciones de los duelos entre los protagonistas que harán las delicias de los aficionados al género. Siempre me había preguntado por qué los vaqueros esperan a que desenfunde el contrario en lugar de sacar la pistola y disparar sin más. En esta novela lo explican bastante bien, es así para poder decir que el otro desenfundó primero y justificar que has actuado en defensa propia, evitando que te manden a la horca.

En fin, una novela interesante a la que pongo *** 1/2.

sábado, 31 de octubre de 2015

Margaret MacMillan (Toronto 1.943) 1.914 De la paz la guerra (2.013)


Esta es la historia de los años previos a la I Guerra Mundial en la que MacMillan nos va llevando de la mano por los países europeos y nos presenta a sus dirigentes y políticos en el proceso de deterioro que llevó a que, un continente que gozaba de las mejores condiciones para mantener sus relaciones amistosas y de colaboración con el resto de países, fuese tirando paulatinamente estos activos por la borda y creando las condiciones, impensables en su día, para que se montase el desastre que se montó a partir de finales de julio de 1.914 y hasta noviembre de 1.918.

Parecía que había un virus consustancial a la condición humana que fue minando esta colaboración y confianza mutua. La debilidad y falta de conocimiento  y de criterio de los Reyes y Emperadores para manejar adecuadamente a sus países y sus relaciones internacionales. En algunos momentos se comportan como niños celosos y caprichosos. Ninguno de ellos sobrevivirá al desastre y países como Alemania, Austria, Rusia, acabarán siendo repúblicas e incluso repúblicas socialistas. Los dirigentes políticos que en muchos casos eran elegidos entre las familias nobles con la excepción Quizás de Francia y Gran Bretaña. Los cambios sociales provocados por la industrialización, las ansias coloniales de la mayoría de los países europeos celosos del Imperio Británico, el derrumbamiento del Imperio Turco con las implicaciones que tuvo en la zona de los Balcanes, el nacionalismo de muchos de ellos, el patriotismo, la dificultad para tener criterio propio y luchar por la paz. Los odios ancestrales a algunas naciones consideradas enemigas de la propia promovidos por los políticos cuando era necesario para encender las ansias patrióticas. Y finalmente las alianzas entre países como la triple entente y la triple alianza que llevaron a los mismos a comprometerse con sus aliados si estos eran atacados. Cuando estos ataques fueron percibidos por los aliados estos mandaron las tropas a la frontera.

Margaret MacMillan escribe con conocimiento y con interés usando a los políticos y militares de los distintos países para hacernos entender el porqué de los acontecimientos. Me ha resultado muy interesante el trato que da MacMillan a estos líderes con sus defectos y sus virtudes.


Os copio aquí la lista de capítulos para que os hagáis una idea del planteamiento de esta magnífica historiadora de la Universidad de Oxford.

I Europa en 1.900
II Gran Bretaña y su espléndido aislamiento
III “Pobre del país que tenga a un niño por Rey”
Guillermo II y Alemania.
IV “Weltpolitik”: el lugar de Alemania en la escena mundial.
V Acorazados: la rivalidad naval anglo-alemana
VI Amigos improbables: la entente cordial entre Francia y Gran Bretaña
VII El oso y la ballena: Rusia y Gran Bretaña.
VIII La lealtad de los nibelungos: la doble alianza del imperio austrohúngaro y Alemania
IX ¿En qué pensaban? Esperanzas, miedos, ideas y presuposiciones
X Sueños de paz
XI Pensamientos de guerra
XII Elaborando los planes
XIII El comienzo de las crisis: Alemania, Francia, y Marruecos
XIV La crisis Bosnia: confrontación entre Rusia y el imperio austrohúngaro en los Balcanes
XV 1911: el año de las discordias. Otra vez Marruecos
XVI La primeras guerras balcánicas
XVII Preparativos para la guerra o la paz: los últimos meses de paz en Europa
XVIII Asesinato en Sarajevo
XIX El final del concierto de Europa: el imperio austrohúngaro le declara la guerra a Serbia
XX Las luces se apagan: la última semana de paz en Europa

Edward Grey, Ministro de AAEE de Gran Bretaña dijo después de su discurso en el que anunciaba que Gran Bretaña iría la guerra el siguiente comentario que para tantos europeos llegaría a resumir lo que implicaba la guerra.

Mirando por la ventana hacia el parque de St. James, donde los faroleros esteban encendiendo las luces de gas, Dijo:
“Las luces se apagan en toda Europa, ya no volveremos a verlas encendidas en nuestros días”

En resumen que he disfrutado mucho leyéndolo y haciéndome una idea de lo que pasó en tiempos en que mis padres acababan de nacer y en los que España solo se menciona cuando se habla de Marruecos. Esto da una idea de la importancia que tenía nuestro país en el concierto internacional.


Le pongo ***+ ½ y agradezco a Cámara el que me recomendase su compra aunque tengo que reconocer que las más 750 páginas me dieron un poco de miedo.

martes, 27 de octubre de 2015

Blaise Pascal (1.623-1.662) Pensamientos. Alianza Editorial Selección de Xabier Zubiri.

 

Me compro este libro después de comprobar que Iñaki Uriarte en sus ya famosos “Diarios” menciona a menudo a este escritor en citas de cierto nivel, y sabiendo que “Pensamientos” es una de las obras claves de Pascal. Me equivoco pues este libro llamado así es realmente una obra inacabada en el que se recogen los fundamentos de lo que realmente quería escribir Pascal, esto es una apología de la religión cristiana, que nunca terminó.

No era un tema que me interesara mucho pero lo he leído con atención para ver de qué modo argumenta Pascal en unos tiempos en que la religión cristiana tenía muchas facetas e interpretaciones aparte de las que le iban llegando cada poco tiempo.

Dicho esto, Pascal escribe en la primera parte de los “Pensamientos” sobre la naturaleza humana y aquí usa el instrumental quirúrgico que le ha hecho famoso. Considera al hombre en sus debilidades y en su naturaleza y la verdad es que da en el clavo aunque este lector haya percibido que hace esta introducción para que haga contraste con los argumentos que usará en la segunda y tercera parte en su defensa de la religión cristiana que salva al hombre.

Hablando de la “Imaginación” concluye:

El hombre se halla pues, tan felizmente constituido, que no tiene ningún principio justo de verdad, pero muchos y excelentes de falsedad. Veamos ahora cuantos….Pero la más grata causa de estos errores es la guerra reinante entre los sentidos y la razón.  

Y hablando del Amor Propio:

Nadie habla de nosotros en nuestra presencia tal como habla en nuestra ausencia.


El hombre no es pues sino disfraz, mentira e hipocresía, tanto en sí mismo como respecto de los demás. No quiere que se le diga la verdad, evita el decirla a los demás; y  todas estas disposiciones, tan apartadas de la justicia y de la razón, tienen una razón natural en su corazón. 

En el pensamiento 146 dice: 

"El hombre está visiblemente hecho para pensar; ello constituye toda su dignidad y todo su mérito; todo su deber consiste en pensar como es debido. Ahora bien: el orden del pensamiento está en comenzar por su autor y por su fin"

Con mi débil entendimiento de estas materias he podido entender que Pascal es en cierto modo un fundamentalista, y que me perdonen los expertos en la materia. Pascal, que es un hombre de razón y un científico que, entre otros asuntos, descubre el concepto de vacío, tiene un concepto del hombre en su totalidad y más aún, en su totalidad cristiana.

Dicho esto, viene a decir Pascal que nuestra incapacidad de conocer la verdad es consecuencia de nuestra corrupción, de nuestra decadencia moral. Para paliar esta decadencia moral lo que tenemos que hacer es creer en Dios.

Espero y deseo que esta simple reseña ayude a aquellos que estén buscando algo que leer de este autor.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Héctor Abad Faciolince (Medellín 1.958) El olvido que seremos (2.005)


Libro de difícil clasificación que me presta y recomienda fervientemente mi amiga Covadonga, que leo con muchísimo interés, y que me va seduciendo según avanzo en su lectura.

No sé si es una autobiografía, la biografía del  padre del autor, el relato de la vida en familia en  Medellín de una familia burguesa , o yendo más lejos un ensayo sobre la Colombia de los años 1.960 a 1.990 y 2.005 desde el punto de vista sociológico, político, económico, y  religioso con sus luchas violentas entre facciones de extrema derecha con los militares, paramilitares, jerarquías ultra conservadoras de la Iglesia Católica, frente a las facciones liberales, progresistas, y extremistas de izquierda defensores de la igualdad en la educación, la salud, y el trabajo entre las distintas clases sociales, luchas en las que se verán involucrados algunos miembros de la familia y entre ellos el adorado padre del autor Héctor Abad, Catedrático de Medicina, y figura política comprometida en la defensa de los derechos de los más desfavorecidos. En resumen, un testimonio en primera persona.
Héctor Abad Faciolince
Tiene el autor la habilidad de ser parte de la historia y a la vez de intervenir como cronista de los sucesos de su familia, su país, y su ciudad, sin perder la tensión y la emoción de la historia, que es la suya, pues el lector se da cuenta desde el principio de que al padre querido y adorado por el autor le va a pasar algo trágico.


Escribe con un estilo muy personal y reiterativo sobre todo en aquellos los puntos que considera críticos en la historia y entre ellos el trato amoroso y tolerante que recibía de su padre, y la pasión de este por la defensa de la justicia social y los planes concretos que propuso y llevó a cabo para la mejora de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas.

El título del libro está sacado de uno de los Epitafios escritos por José Luis Borges:

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres y los que seremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre;
pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá quién fui sobre la tierra.

Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo.

Termina el libro con esta frase y este deseo del autor al escribir esta crónica:

"Lo que yo buscaba era eso: que mis memorias más hondas despertaran. Y si mis recuerdos entran en armonía con alguno de ustedes, y si lo que yo he sentido (y dejaré de sentir) es comprensible e identificable con algo que ustedes también sienten o han sentido, entonces este olvido que seremos puede postergarse por un instante más , en el fugaz reverberar de sus neuronas , gracias a los ojos, pocos o muchos, que alguna vez se detengan en estas letras"

Yo he sido uno de ellos. Le pongo ****

sábado, 17 de octubre de 2015

Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza 1.961) La buena reputación (2.014)


Premio Nacional de Narrativa 2.015 razón por la que compré esta narración de más de seiscientas páginas que la verdad tengo que decir se me han hecho bastante largas. Cuando llevaba leídas las primeras cien páginas no había pasado nada en ningún aspecto, nada sorprendente en la acción, ningún salto en el tiempo, nada en las personalidades de los protagonistas ni en sus relaciones. La narración se basa en la historia de una familia formada por Samuel, un judío melillense, su mujer Mercedes, una cristiana de Zaragoza, y sus hijas adolescentes Sara y Miriam. Una familia que vive en los años cincuenta del siglo pasado en la ciudad de Melilla y que conoce el cambio debido a la independencia de Marruecos en el año 1.956 lo que les hace considerar irse a la península y en particular a Zaragoza.

Los años van pasando por los miembros de la familia y nacen los nietos Elías y Daniel hijos de Miriam. La familia, una vez muertos los abuelos, vuelve a Melilla en los años ochenta. Aprovecha el autor para repasar los acontecimientos políticos, sociales, culturales, y económicos de aquellos años. El relato es plano y lento pues no pasa nada reseñable para el lector que se ve abocado a mirar por el microscopio cómo se mueven los personajes como si fuera la serie de TVE “Cuéntame cómo pasó” Así pues más que novela la narración parece un guion de televisión. Falta contenido, tensión, y emoción.

Me resulta curioso que haya habido un jurado nombrado por el Ministerio de Cultura que haya asignado este premio a esta narración. Quizás no había nada mejor.


No me parece recomendable salvo para los lectores tragamillas. Le pongo **1/2.

viernes, 16 de octubre de 2015

Haruki Murakami (Kioto 1.949) Escucha la canción del viento y Pinball (1.973)


Estas son las dos primeras novelas escritas por Murakami en los primeros años setenta en las que el autor apunta maneras de lo que escribirá luego. Me lo regalan mis hijos Nani y Ramón por mi cumpleaños y aciertan plenamente.

Muy en su estilo hace una introducción para explicarnos cómo empezó su idea de escribir una novela y qué procedimientos siguió para ello, procedimientos que sin duda influyeron en su estilo tan personal. Cuenta que decidió escribir en inglés, lengua que no dominaba, y luego traducir el texto al japonés con lo que conseguía evitar los posibles excesos de palabras y giros bien conocidos del autor y con ello simplificaba y reducía a lo esencial lo que quería contar.

Cuentan que Murakami es el novelista del siglo XXI y quizás tengan razón. Lo que no se le puede negar ya desde estas dos primicias es su personalidad como inventor de historias, personalidades, situaciones, y lenguaje. Un gran inventor.

En estas dos novelas ya aparecen sus personajes solitarios y torturados a la búsqueda de su “raison d’etre” Hombres jóvenes en el inicio de sus vidas como personas emancipadas. En ambas habla en primera persona y nos cuenta su vida y la de su amigo El Rata, un joven rico que se dedica al “dolce far niente” Pasan estos amigos gran parte de su tiempo en el Jay’s Bar donde beben múltiples cervezas y escuchan música de jazz, música clásica, y pop y folk de los años 60 y 70. Esta constante mención a la cultura musical occidental es una característica que Murakami mantiene en muchas de sus novelas.  Mezcla en sus dos historias el humor con la fantasía y la invención aunque en menor medida de los que lo hará en sus obras más modernas. El estilo me ha sorprendido favorablemente pues es un poco más florido y en algunos casos, lírica, y muy descriptiva.  

Pinball, que es como se llaman en inglés las maquinitas llamadas en España “Flippers” o “Petacos”, y que nosotros llamábamos "nisperillos" es una novela más elaborada y la relación de dependencia que establece el protagonista con una de ellas llamada “Space Ship” es kafkiana, un poco angustiosa y finalmente divertida.

Resumiendo, una lectura indispensable para los fans de Murakami que así entenderán mejor los orígenes de este escritor que tanto nos hace disfrutar. Le pongo **** 

El Rata torturado por no encontrar su lugar en este mundo dice en un momento de tensión  intensa:

"El Rata volvió la cabeza hacia el techo y cerró los ojos despacio. Después, como si cortara la corriente, apagó todas las luces del interior de su cabeza y enterró su corazón en una nueva oscuridad"


martes, 8 de septiembre de 2015

Los viejos amigos (2003) de Rafael Chirbes (1949-2015)


Este singular autor, recientemente fallecido, profundamente interesado por el dramático efecto de los ideales políticos en nuestra sociedad, que supo plasmar en hermosas novelas como La buena letra (1992) y La larga marcha (1996), y que desde su bautismo como escritor con Mimoun (1988) nos ha demostrado su nivel de exigencia y gran calidad    

En En la lucha final (1991), en La caída de Madrid (1997), o en el libro que nos ocupa, la construcción es semejante, consiste en presentar a los personajes mediante largos monólogos interiores, donde muestran su situación actual en contraste con los ideales del pasado, que a lo largo de sucesivos monólogos se irán crudamente degradando hasta su destrucción en amargo desencanto.

Los personajes están muy bien dibujados, quizá en exceso, se nota demasiado la presencia del autor, como también en el desarrollo de la historia y en su remate final. El pesimismo de Chirbes puede con todo y a mi entender resta libertad y vida a las historias.      

La piedad se evapora con el tiempo. Los jóvenes estáis deseosos de ayudar, de intervenir. Arriesgáis vuestra vida por una idea, por un amigo, os mataríais por demostrarle a alguien amor, sin daros cuenta que la vida es lo más fácil de entregar; de que el día a día es lo más difícil, lo que quema, lo que lo convierte todo en nada. A los sesenta años la piedad es sólo un gesto de cortesía como el que se hace al dejar el asiento en el metro, al cederle el paso en una puerta a alguien que va cargado con paquetes. Mecánica. Las emociones se gastan, el hombre no posee un caudal inagotable de emociones, ni mucho menos. A lo mejor los científicos tienen explicaciones para eso, cuestión de terminales nerviosos.
  
 Tengo en la biblioteca sus celebrados: Crematorio, ya comentado en este Blog, y En la orilla, que espero leer próximamente y volver a disfrutar con este honesto autor.

A Los viejos amigos le he puesto XXX1/2 y está a vuestra disposición.

Rafa

viernes, 4 de septiembre de 2015

Alejandro Palomas. (Barcelona 1.967) AUNQUE NO HAYA NADIE (2.014)


Una sorpresa muy agradable descubrir a este poeta joven y este libro de poemas suyos que me ha encantado. Aún diría más, me ha subyugado. La sorpresa me la ha dado mi amigo Juan Carlos que ha aparecido por casa con este regalo. Se ve que me conoce.


Me ha sorprendido la pretendida sencillez de su lenguaje. Escribe como si le saliesen las palabras a la primera. No es así. Una vez que vas avanzando en su lectura te das cuenta de que hay mucha meditación y mucho trabajo en la búsqueda de las palabras adecuadas para prestar sentimiento y profundidad a lo que dice.

El librito de 55 páginas está divido en tres partes que son estas:

I –       HOY NO HA VENIDO NADIE
II -       HOY NO HA DE VENIR NADIE
III -     HOY NO VENDRÁ NADIE

Así pues esto va de ausencias y de soledades. El poeta está solo y no deja de rumiar sus pensamientos y sus sentimientos para ir luego poniendo las palabras en el sitio adecuado y transmitírselos al lector; por lo menos a este lector.

En el primer capítulo habla de opciones. Os copio la Opción B.

En vida,
la compañía modula
y modela la soledad,
cronometrando la aceptación.

Poco más.

Esto es:
la compañía
da la medida
de la soledad
como la ausencia
la da del amor.

Es ecuación.
También.

En el segundo capítulo habla de hábitos. Os copio el Hábito III

Leer en voz alta
para ahuyentar la locura.
Que las palabras pongan el ruido.
Que descanse el pensamiento.
Que lo que somos sea.
Que lo que no sea esté lejos.
Vivir viviendo
y morir muriendo
un poco.
Leer en alto lo escrito
para que la voz diga
y el oído oiga voz
y no lo que sobra
.
Leer viviendo.
El ruido fuera.
La luz dentro.

Estos tres últimos versos representan para mí el ejercicio de  leer en general, y el de leer poesía en particular.


Recomendado para los amantes de la poesía y de las palabras puestas en su sitio.

viernes, 28 de agosto de 2015

Butcher's Crossing (1960) de John Williams (1922 - 1994)

Antes de escribir Stoner (estupenda novela comentada por Rafa en el blog en 2012), John Edward Williams escribió otras dos novelas. La primera, Nothing But The Night (1948), le pareció tan mala que años después renegaba medio en broma de haberla escrito, al menos eso dice Michelle Latiolais (escritora americana desconocida que fue alumna de Williams en la Universidad de Denver) en la introducción de Butcher's Crossing.

La segunda fue este western que no tiene nada que ver con Stoner y que aunque en mi opinión es una obra menor, me ha merecido mucho la pena leer. Después de intoxicarme leyendo El Jilguero, he disfrutado con la prosa sencilla y sin artificios de John Williams, y con una historia de aventuras auténtica.

Williams - al que no puedo dejar de llamar Stoner, convencido de que aquel profesor de universidad es él mismo - nos narra el viaje (iniciático, como no) de Will Andrews, un joven estudiante de Boston que viaja a Kansas para experimentar en sus carnes una cacería de bisontes. En el pueblo de Butcher's Crossing empezará su viaje hacia el oeste en busca de las enormes manadas que antaño pastaban en las praderas de Norteamérica.

Williams no hace ningún alegato explícito (acaso leyendo entre líneas) sobre una de las mayores barbaridades que el ser humano ha perpetrado en la tierra. Antes de la llegada del hombre blanco a Norteamérica habitaban en aquel continente unos sesenta millones de bisontes (o búfalos, según se prefiera). Los cazadores americanos fueron capaces en menos de cien años de reducir ese número a los 541 bisontes americanos que quedaban vivos en 1889. La carne no era muy apreciada pero sí las pieles, y de hecho la mayoría de las veces se dejaba el bisonte muerto y pelado en mitad de la pradera para que fuera pasto de carroñeros. Hay una escena muy gráfica de la película Bailando Con Lobos que nos da una idea de como era la cosa.

La novela tiene muchos puntos a su favor, como pueden ser los personajes que viajan con Andrews y la propia transformación del personaje principal al ir sufriendo las vicisitudes propias de la cacería. Pero lo que más me ha gustado es la capacidad de Williams para hacer que el lector participe como uno más en la aventura, pasando calor, masticando el polvo del camino, saciando el hambre de la dura jornada comiendo alubias de la sartén alrededor de la hoguera. Es una novela que huele a bisonte.

Una pena que Williams no escribiera más que cuatro novelas. La cuarta y última es Augustus (1972), que fue la que tuvo más reconocimiento ya que fue ganadora del National Book Award (de hecho compartió premio con Chimera, de John Barth). Habrá que leerla.

A Butcher's Crossing le pongo **** y lo recomiendo a los amantes de John Williams, del salvaje oeste americano y de los bisontes.

viernes, 21 de agosto de 2015

Patrick Deville (1.957) Peste&Cólera 2.014


Me regala este libro mi amiga Cristina a quien agradezco que me haya dado la oportunidad de conocer a este hombre y de repasar los acontecimientos de aquellos tiempos.

Gran éxito editorial en Francia con los siguientes premios, Premio Fémina, Premio FNAC, y Prix des Prix 2.012. No es de extrañar pues el libro es muy francés y nos cuenta la vida de Alexandre Yersin (1.863-1.943), un científico suizo asimilado a Francia por su vinculación con el genio Pasteur y sus colegas que en aquellos momentos estaban revolucionando la medicina y la ciencia destruyendo las viejas creencias y curando enfermedades tan devastadoras como la difteria, la rabia, la peste, el cólera, etc.


Yersin es conocido en el mundo científico y médico por el descubrimiento del virus de la peste, “Yersinia pestis”, y de la forma de curarla. Sólo por esto ya debería de estar en los altares de la ciencia. No obstante, Yersin vive en la época de los últimos aventureros y descubridores y su ídolo es Livingstone, el de “Doctor Livingstone I presume”, y se embarca como médico de un mercante para ir a Indochina donde se encontrará a gusto en la naturaleza primitiva y entre los educados indochinos que acabarán por echar de la colonia no solo a los franceses, sino a los ingleses y a los americanos.

Yersin es un hombre raro, solitario, e inquieto que, como digo, encuentra la paz en Indochina donde, además de estar solo, puede satisfacer sus inquietudes en campos tan dispares como la agricultura, la ingeniería, los descubrimientos, la antropología, la construcción, sin dejar de lado la iniciativa privada que le acabará enriqueciendo en la producción y venta de vacunas de la peste, del caucho, de la quinina, y otros. Una vida distinta de la que podía haber tenido en París a la sombra del Instituto Pasteur.

El autor dice al final del relato: Se podría escribir una Vida de Yersin como una vida de santo. Un anacoreta retirado al fondo de un chalet en la jungla fría, reacio a toda obligación social, una vida de eremita, de oso, de salvaje, un genio original, un auténtico extravagante.

¿Una biografía? Más bien el autor usa a Yersin para hablar de aquellos tiempos vistos desde la Francia investigadora, colonial, y guerrera (Franco-Prusiana, 1ª y 2ª Guerra Mundial, y comienzo de la de Indochina) 

Le pongo *** 

jueves, 20 de agosto de 2015

Fernando Villalón (1.881-1.930) Poesías completas (1.998) Edición de Jacques Issorel



Copio aquí lo que está escrito en el dorso de esta magnífica edición de Cátedra-Letras Hispánicas que creo que recoge perfectamente quién era este poeta desconocido para muchísimos amantes de la poesía. Tuvo el hombre la mala suerte de caer en una época en la que escribían poetas tales como Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno,  Antonio Machado, Rafael Albrti, Federíco G. Lorca, por mencionar solo unos pocos.

Fernando Villalón nació en Sevilla en 1.881 en el seno de una familia aristocrática de Morón de la Frontera. Desde joven se complace en la compañía de mayorales, gañanes y mozos de cuadra, le atraen más el campo y las correrías a caballo que los estudios de derecho que abandona sin conseguir el título de licenciado. Personaje extraordinario, a quien rodeó de misterio su afición al ocultismo, al espiritismo y a la teosofía, murió prematuramente sin que le diera tiempo a afirmar su presencia en el mundo literario, de manera que el Villalón personaje pintoresco prevaleció sobre el Villalón poeta. Como urgido por el tiempo, Villalón produjo en el breve espacio de unos años una obra en la que pasó con naturalidad de un estilo poético a otro, de versos modernistas a verso libre, del soneto y la décima a la poesía surrealista, del romance histórico a la poesía cosmogónica. Una obra variada y coherente, que esta edición recoge completa, y que hace de él uno de los más genuinos exponentes de la generación del 27”


Mi padre recitaba de memoria algunos de los versos de “Romances del 800”, espléndidos, como cuadros de la época de los pintores folclóricos andaluces.. Para muestra el 825 que hay que leer con aires andaluces:


825

I
Diligencia de Carmona,
la que por la vega pasas
caminito de Sevilla
con siete mulas castañas,
cruza pronto los palmares,
no hagas alto en las posadas,
mira que tus huellas huellan
siete ladrones de fama.
Diligencia de Carmona,
la de las mulas castañas.

II
Remolino en el camino.
Siete bandoleros bajan
de los alcores del Viso
con sus hembras a las ancas.
Catites, rojos pañuelos,
patillas de boca de hacha.
Ellas, navaja en la liga;
ellos, la faca en la faja;
ellas la Arabia en los ojos,
ellos el alma a la espalda.
Por los alcores del Viso.
siete bandoleros bajan.

III
Siete caballos caretos;
siete retacos de plata;
siete chupas de caireles,
Siete mantas jerezanas.
Siete pensamientos puestos
en siete locuras blancas.
Tragabuches, Juan Repiso,
Satanás y Mala-Facha
José Candio y el Cencerro
y el capitán Luis de Vargas,
de aquellos más naturales
de la vega de Granada.
Siete caballos caretos
los Siete Niños llevaban.

IV
Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas,
el que a los pobres socorre
y a los ricos avasalla.
Ve y dile a los milicianos
que la posta está robada
y vamos con nuestras novias
hacia Écija la llana.
Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas

Aunque solo fuera por estos “Romances del 800” merecería la pena leer a Villalón.

El resto de su obra poética son “Andalucía la baja” y “La toriada”  Para una lectura, no solo con armonías musicales, palmas, y cantares, si no también con poemas de más enjundia. Yo suelo abrir de vez en cuando el libro y leer alguno de los poemas que tengo subrayados. Disfruto.


Espero que os hayáis hecho una idea sobre este hombre que podría haber sido torero,o bandolero, y que quizás nació un poco tarde….y que os animéis a leer alguno de sus poemas.

sábado, 15 de agosto de 2015

Padres e hijos (1862) de Ivan Turguénev (1818-1883) y La dedicatoria (1977) de Botho Strauss (1944)

Padres e hijos es el único libro que he leído de este autor ruso occidentalista y totalmente opuesto ideológicamente a su contemporáneo y eslavófilo Dostoievski (1821-1881) que no paraba de echar pestes contra Turguénev, por sus opiniones y por una deuda de juego que aquél le reclamaba  y al parecer Don Fiodor nunca pagó.

El libro, de apenas 230 páginas, es un emotivo ejemplo del choque de ideas entre generaciones expresada con pasión y lirismo.

En el ensayo que prologa la edición Bela Martinova nos dice:
Padres e hijos es una obra sumamente trascendente para la historia de la literatura rusa. Y ello, por varias razones; la primera, y tal vez la más conocida, es la que le atribuye la innegable influencia que desempeñó a la hora de abolir la servidumbre, imperante en Rusia hasta 1861. La segunda se debe a la descripción que en ella hace Turguénev de la confrontación de dos ideales, el aristocrático y el nihilista… en las personalidades de Pável Petrovich Kirsanov y de Bazárov…y ser los portadores…de dos ideas tipo…que si bien siempre han coexistido en la historia de la humanidad, también han dividido significativamente al mundo…Al estudio…de estas tipologías, les dedicó Turguénev tiempo y reflexión…hasta plasmar su original enfoque filosófico en su célebre ensayo Hamlet y Don Quijote.

El pasado 17 de Julio en el Cultural de El Mundo Ignacio Echevarría publicó un artículo muy interesante  titulado Emociones Injertadas, del que me he permitido transcribir un fragmento, (http://www.elcultural.com/secciones/Minima_molestia/10/160/5)
y que comenta unos pasajes del libro de Botho Strauss, La dedicatoria (1977), en la edición, de elegante diseño, que de la novela hizo Alfaguara en 1984, con traducción de  Genoveva Dietrich. Leí varios libros de este autor en los ochenta, que aún conservo, y recuerdo que me gustaron: La hermana Marlene y Teoría de la amenaza; la mencionada: La dedicatoria; Rumor; Parejas y transeúntes y El hombre joven. Después le perdí de vista y aunque sigue en activo apenas se han traducido nuevas obras a nuestra lengua.

El protagonista de la novela es un hombre al que su pareja ha abandonado bruscamente, sumiéndole en una bancarrota emocional, anota cuantas ideas pasan por su cabeza con el propósito de restaurar la conversación interrumpida. En una de éstas, se pone a leer Padres e Hijos de Turgeniev, y observa el modo en que esa lectura lo arma para un tipo de experiencias de las que carece. Se pregunta entonces si puede ocurrir que la lectura de ciertos libros eleve nuestros sentimientos a una altura superior a la que nos corresponde.
Y concluye: “Por la vía imaginaria hemos encontrado la pasión olvidada, pero lo que ésta desencadena en nosotros, su emoción, no es en absoluto imaginario, sino real, como lo son las lágrimas y los temblores. Es un sentimiento que exige ser utilizado, que reclama la experiencia personal. Pero en nuestro presente cotidiano nada le corresponde. En él todo se rige por una dieta sentimental pobre. La verdadera vida no ofrece oportunidades para vivirla hasta la saciedad. Así, tras leer el libro, la pasión dispuesta a saltar acecha en nosotros pero nadie la invita a la acción”.
Da que pensar esta idea de la lectura (pero lo mismo cabría decir de una melodía o de una película, por ejemplo) como excitante de sentimientos que la vida diaria no puede colmar.

He vuelto a leer La dedicatoria, libro del que no recordaba nada y me ha gustado, le he puesto XXXX , lo mismo que a Padres e hijos, ambos están a vuestra disposición,

Rafa

viernes, 14 de agosto de 2015

Santiago Roncagliolo (Lima 1.975) La pena máxima (2.014)


Me regala mi cuñado Eduardo esta novela policíaca de este autor peruano nacido en 1.975 a quién no conocía. La acción transcurre en Lima en el periodo de tiempo que duró el Campeonato del Mundo de Fútbol de 1.978 jugado en Argentina. Un joven funcionario del Departamento de Justicia, Félix Chacaltana, se entera del asesinato de un amigo y decide investigar quién ha sido el asesino.

Chacaltana es una persona simple, honesta y ordenada, e irá evolucionando al tiempo  que el relato se va complicando.

La acción mezcla la vida privada de Chacaltana que vive con su absorbente madre viuda y que tiene una novia que le mete prisa para casarse, con el enredo de la investigación, todo ello aderezado con los partidos del Mundial. El decorado son las dictaduras militares de Perú y Argentina y su lucha para impedir que los jóvenes revolucionarios de ideas comunistas progresen en su lucha por el poder. Incluso hay dos personajes españoles que hicieron como milicianos la guerra de España, y que tuvieron que exiliarse a América.

El autor es un joven que decidió ser escritor y se vino a España a triunfar. Dice él mismo: "Fui a España a ser escritor, siguiendo la estela de los latinoamericanos que habían triunfado en Europa, como García Márquez, Vargas Llosa o José Donoso. Pronto me di cuenta de que los fracasados son muchos más que los triunfadores, sólo que sus historias no trascienden, nadie las sabe" 

Ha tenido éxito con su novela “Abril rojo” (2.006), con la que ganó el Premio Alfaguara de novela de ese año. Es curioso que la acción de “Abril rojo” transcurra en el año 2.000 y que de nuevo Chacaltana sea el investigador. Habrá que ver cómo ha hecho Chacaltana para ir hacia atrás en el tiempo; quizás con la máquina del tiempo de H. G. Wells…  


Los decorados políticos influyen en el comportamientos de los actores y, por tanto, en la marcha del relato. Está escrita con buen ritmo en un castellano de Castilla la Vieja, y sin grandes circunloquios. Entretenida. Le pongo ***

martes, 11 de agosto de 2015

Hombres sin mujeres (2014) de Haruki Murakami (1949)

Con un guiño a Hemingway, que con el mismo título publicó en 1927 su tercera recopilación de cuentos, Murakami hace su cuarta entrega de narraciones. Antes fueron: El elefante desaparece (1993), no publicado en España; Después del terremoto (2002); Sauce ciego, mujer dormida (2006), y esta, que reúne seis cuentos escritos en 2014, realizados, al parecer, en poco más de tres meses, fruto de intenso trabajo y desbordante inspiración, más uno: Samsa enamorado, escrito y publicado en 2013.     

Drive my car y Yesterday son las dos primeras historias, con resonancias beatlescas: Un veterano actor, con problemas en la vista, se ve obligado tomar a su servicio una choferesa. Mientras le transporta le confía la inexplicable infidelidad de su difunta esposa a quien amaba profundamente e imaginaba ser igualmente correspondido.
En la segunda narración, un joven recuerda el efímero contacto con la bella novia de un amigo, que ha quedado rezagado en el acceso a la universidad y que éste hace posible gracias a una extraña proposición.
La tercera historia, cuyo título es Un órgano independiente, es excelente y nos relata las donjuanescas venturas y el trágico desengaño de un simpático y educado Doctor en cirugía plástica.     
Sherezade es otra extraordinaria historia, cuarta del libro, acerca de una mujer que cuida a un hombre escondido al que alimenta física, erótica e imaginativamente.
Kino, vuelve el Jazz-Bar que formó parte de la vida de Murakami y fue también escenario de otro de sus libros: Al sur de la frontera, al oeste del Sol. Lo que fue placentero y fuente de ilusión, se torna aquí bajo un clima onírico en un lugar tenebroso.
Samsa enamorado, es una original variación de la Metamorfosis de Kafka, que creo no encaja con los restantes relatos.
Cierra el volumen un cuento breve cuyo nombre da título al libro Hombres sin mujeres, de la que he extraído este fragmento:  
Convertirse en un hombre sin mujer es muy sencillo: basta con amar locamente a una mujer y que luego ella se marche a alguna parte. En la mayoría de los casos  (como bien sabrás), son taimados marineros quienes se las llevan. Prácticamente no podemos hacer nada frente a ello.

Murakami tiene swing, todo lo hace sencillo y fluido y una vez más la lectura de sus narraciones supone un grato disfrute (It don’t mean a thing, if it ain’t got that swing) como decía Duke Ellington. Le he puesto XXXX y está a vuestra disposición.

Rafa

martes, 4 de agosto de 2015

Ravel (2006); Correr (2008); Relámpagos (2010); 14 (2012) de Jean Echenoz (1947)

Jean Echenoz es un escritor francés, que nunca se caracterizó por escribir novelas largas, Me voy, que fue galardonada con el premio Goncourt, es de las más extensas y no supera las 253 páginas.

Yo he leído doce libros suyos y salvo Cherokee, bastante flojo, los restantes son entretenidos y gozan de un nivel más que aceptable.

Echenoz ha encontrado una veta literaria en la biografía breve, que con gran sencillez y buen ritmo nos relata la vida de personajes notables aunque no muy conocidos,  manteniendo nuestro interés gracias a su elegante modo de narrar, su capacidad de síntesis y su sentido del humor.

Ravel (128 p), nos cuenta los diez últimos años de la vida del gran compositor, entre 1927 y 1937. Es un libro estupendo y muy recomendable.

Correr (140 p), es la vida de Zátopek, el extraordinario corredor, de movimientos nada elegantes, pero con gran disciplina e integridad para salir triunfante en el deporte y en la vida civil ante los regímenes totalitarios.

Relámpagos (149 p), es la vida de Gregor Tesla, Ingeniero e inventor de la corriente alterna, de la radio, de las lámparas de neon, quizá es la biografía más novelesca de las tres.

14 (98 p), es la historia de una de las más crueles guerras que ha habido: la Gran Guerra de 1914-1918, a través de cuatro soldados. Es la más corta y la que menos me ha gustado.     

Al conjunto le he puesto XXX1/2. Los libros están a vuestra disposición.  Rafa

viernes, 31 de julio de 2015

Herzog (1964) de Saul Bellow (1915-2005)

Si estoy chalado, tanto mejor, pensó Moses Herzog. Algunos le creían  majareta, y durante algún tiempo él mismo había llegado a pensar que le faltaba un tornillo. Pero ahora, aunque seguía portándose de modo extraño, se sentía seguro de sí mismo, alegre, clarividente, y fuerte. Había caído bajo una especie de hechizo y escribía cartas a todo bicho viviente. (p.9, 1ª del libro)

Así comienza esta novela, crónica de la desigual ventura de nuestro personaje capeando las galernas de su tiempo.
Herzog es judío y profesor de filosofía de cierto renombre y de 47 años, la misma edad que su autor tenía cuando inició este libro, del que dicen ser muy autobiográfico.
Nuestro hombre acaba de divorciarse de la bella Madelaine, su segunda mujer, con la que ha tenido su segundo hijo. Está obsesionado con esta separación y las circunstancias que le han llevado a la ruina.

Pero eso era precisamente uno de los problemas en que estaba trabajando: que aunque la gente sea ahora libre, la libertad no tiene contenido alguno. Es como una gran vaciedad llena de aullidos. (p.55) 
Pero el personaje moderno es inconstante, vacilante, dividido falto de la pétrea certidumbre del hombre antiguo, y también privado de aquellas firmes ideas del siglo XVII y de sus claros y duros teoremas. (p.130) 
A veces se preguntaba si no pertenecería él a una clase de gente secretamente convencida que tenía un arreglo con el destino; esa gente que, a cambio de su docilidad e ingenua bondad, se creen protegidos de las peores brutalidades de la vida. (p.181) 
Lo mejor que podía hacer era resignarme y someterme al destino....Vivimos en una época de agotamiento espiritual. Todos los antiguos sueños han sido ya soñados. Todo esto me irritaba…pero leía cada vez más, enfermo de tanta indignación. (p.271)

El problema de Herzog resulta algo reiterativo, no así los jugosos y divertidos personajes secundarios magníficamente retratados, donde brilla el humor de Bellow.

Shapiro …Hablaba con largas frases – podían llamarse proustianas – de construcción germánica y llenas de increíble retórica. Por ejemplo decía “Tomando una posición equilibrada, yo me atrevería a afirmar el mérito de esa tendencia antes de haber hecho una consideración más reposada” (p.91) 
En cambio, Gersbach intervenía siempre brillantemente en la conversación, Su estilo era tan enfático y sus miradas tan impresionantes, parecía tan listo cuando hablaba, que se olvidaba uno de comprobar si tenía algún sentido lo que decía. (p.94) 
…los Herzog, que eran ágiles y todos ellos habían heredado la viveza y elegancia de su padre, que había pasado por esta vida como en una especie de desfile de una sola persona. (p.283)
  
En el diario “El Mundo”, María Ramirez  nos cuenta que en 1964, justo antes de editarse, y en su afán de perfección, Bellow reescribió casi totalmente el libro sobre las galeradas de prueba y las envió a su editor. Cincuenta páginas no llegaron, ya que la oficina de correos de transito del “original“ fue atracada y  los ladrones, en su huida las destruyeron al carecer de valor para ellos. Bellow tuvo que reescribir de nuevo esas páginas.
La novela obtuvo el National Book Award de 1965 y su autor recibió el Nobel de Literatura en 1976. He leído la edición de Ediciones Destino de 1965, con traducción, que suena muy bien, de Rafael Vázquez Zamora, de la que he copiado los fragmentos. En la solapa se reseña que el libro fue un best-seller, que se mantuvo en las listas por largo tiempo, cosa inimaginable hoy en día.

Por qué ser un tipo tan emotivo… Pero lo soy, Si, lo soy y a los perros viejos no se les puede enseñar. Yo soy así, y así continuaré siendo. ¿Para qué luchar contra ello, si soy así irremediablemente? Es mi inestabilidad la que me sirve de estabilizadora. No la organización, ni el valor, como les pasa a los demás. Comprendo que es penoso ser así, pero así soy y no tiene remedio. (p.383)

Confieso que me ha costado algo superar la primera parte de la novela, sin embargo ha valido la pena seguir adelante. Le he puesto xxxx1/4 y está a vuestra disposición.
Rafa    

jueves, 30 de julio de 2015

Juan de Mairena (1.936) Antonio Machado (1,875-1.939)

El título del libro es: Juan de Mairena (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo), que define muy bien el contenido de este libro apócrifo. “La razón o la excusa de este Machado travestido en Mairena fue sin duda la dificultad para explicarse a sí mismo….tal vez la imposibilidad o el miedo de llegar a esa profuniddad del yo y la conciencia de ello” Pablo del Barco.

Vamos, que Don Antonio decide usar a “otro” para poder explicar su filosofía y hacerlo de una manera amable y sencilla, y con mucho sentido del humor lo cual no reduce en nada la importancia de la forma de pensar de este hombre. Escrito sin pretensión, aunque no sin fondo.
El libro se publicó en 1.936 aunque el autor lo vendría escribiendo hace tiempo.

Juan de Mairena: “Nacido en Sevilla en 1865. Su biógrafo y presunto creador, Antonio Machado, lo describe como "poeta, filósofo, retórico e inventor de una Máquina de Cantar", y lo presenta como alumno de otro autor apócrifo, el maestro Abel Martín, también sevillano, nacido en 1840 y fallecido en Madrid en 1898” (Wikipedia)

Juan de Mairena proyectó fundar en Sevilla una Escuela Popular de Sabiduría Superior algunas de cuyas enseñanzas os copio aquí:

“Al hombre público, muy especialmente al político, hay que exigirle que posea las virtudes públicas, todas las cuales se resumen en una: fidelidad a la propia máscara. Decía mi maestro Abel Martín –habla Mairena a sus discípulos de Sofística – que un hombre público que queda mal en público es mucho peor que una mujer pública que queda mal en privado. Bromas aparte – anadía-, reparad en que no hay lío político que no sea un trueque, una confusión de máscaras, un mal ensayo de comedia, en que nadie sabe su papel.

            Procurad, sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra máscara sea, en lo posible, obra vuestra; hacéosla vosotros mismos, para evitar que os la pongan- que os la impongan – vuestros enemigos o vuestros correligionarios; y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro, porque más tarde o más temprano, hay que dar la cara”

“Recordad el proverbio de Castilla: “Nadie es más que nadie”. Esto quiere decir cuanto es difícil aventajarse a todos, porque, por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre”

“Yo siempre os aconsejaré que procuréis ser mejores de lo que sois; de ningún modo que dejéis de ser españoles”

¡Quien fuera diamante puro!
– dijo un pepino maduro.
Todo necio
confunde valor y precio.

“¡Un hombre que escucha!...Todos mis respetos”


Se lo voy a regalar a mi hermano Tomás que cumple años uno de estos días para que disfrute lo que yo he disfrutado de un libro que es un clásico, que son aquellos libros por los que no pasa el tiempo.

martes, 7 de julio de 2015

La Dalia Negra (1987) - James Ellroy (1948 - )

Con ganas de leer algo de mi viejo amigo James Ellroy pero sin atreverme con el tercer libro de su trilogía de los bajos fondos de EEUU (Sangre Vagabunda - Blood's a Rover) acabo de terminar La Dalia Negra, primera de sus cuatro novelas del llamado cuarteto de Los Ángeles.

Esta es la novela que le hizo famoso, escrita en 1987.

En ella, Ellroy hace honor a su apodo de perro demoníaco (demon dog) de la literatura policíaca americana, con ese particular estilo que consiste en agarrarte en la primera página y llevarte sin tregua hasta el final sin dejar de darte puñetazos en el hígado. Estos golpes tan pronto toman la forma de diálogos brillantes sobrecargados de slang como de escenas violentas de una truculencia supina. Para colmo el slang no es del todo convencional sino que se inventa palabras que estoy seguro que solo utilizan los personajes de sus novelas. Me temo que la traducción al castellano tiene que perder algo, a la fuerza.

Creo que este es un autor que no admite medias tintas, o te encanta o le acabas odiando. A mi como podéis comprobar me encanta aunque sufro cada vez que leo uno de sus libros, sobre todo cuando le da por escribirlos de mil páginas. Esta novela sin embargo es un Ellroy más asequible y la recomendaría para quien quiera conocer al autor, porque no es demasiado larga y el estilo dentro de sus particularidades es legible, no como sus novelas posteriores (American Tabloid, por ejemplo) donde ya se había vuelto medio loco y el esfuerzo que hay que hacer para no perder el hilo es proporcional al disfrute de leer.

Por ponerle un pero, en su empeño por llegar a un final brillante atando todos los cabos sueltos posibles (que son muchos) me parece que se excede un poquito y que hay un par de detalles que podía haberlos resuelto mejor, o incluso no resolverlos y dejarlos para la reflexión del lector. Aun así es una novela bastante redonda.

Al terminar películas y libros suelo tirar de Wikipedia y Google para investigar un poco y cual ha sido mi sorpresa cuando he aprendido que la novela está basada en un crimen real, el crimen de la Dalia Negra, y que la pobre Elisabeth Short existió en la realidad. Esta noche no duermo.

Le pongo **** y la recomiendo para los que no conozcan a James Ellroy.

lunes, 6 de julio de 2015

Memorias de Adriano. (1.951) Marguerite Yourcenar (1.903-1.987)


Una joya de la literatura universal y la obra más importante de su autora quién estuvo trabajando en la misma durante muchos años hasta su publicación en Francia en 1.951. La obra, una novela histórico-filosófica, tuvo un éxito inmediato, no solo entre los aficionados a la novela histórica y al clasicismo, sino entre los lectores en general, y fue traducida al castellano por Julio Cortázar. Su publicación en España por la editorial Edhasa tuvo lugar en 1.982 y fue uno de los éxitos de la Feria del Libro de Madrid.

La he leído de nuevo para comprobar si seguía teniendo el atractivo que tuvo para mí y así ha sido.

El Emperador Adriano, ya envejecido, escribe una epístola a su nieto adoptivo Marco Aurelio a quién nombrará heredero del Imperio por  intermedio de Antonino Pío, y le cuenta su vida, sus guerras, su objetivo de pacificar el imperio, su forma de alcanzar el poder y de mantenerlo, sus viajes, sus obras, su idea sobre los hombres, del arte, de la poesía, su filosofía, sus amores, sobre todo el que tuvo por el joven bitinio Antinoo a quien adoró locamente, la muerte de este, su decisión de dejar heredero a Antonino Pío y después  a Marco Aurelio, sus dolores, su agonía y finalmente su muerte.

La novela es densa en su forma y en su contenido y no viene mal tener a mano Wikipedia u otra enciclopedia para aclarar conceptos, personajes, tribus, y lugares. Yourcenar hizo un gran trabajo de recopilación, mucho estudio del personaje y de su tiempo, y mucha inteligencia y delicadeza en su lenguaje. Un libro para leerlo sin prisa y con interés.

Nos dice Yourcenar en las notas al final del libro:

“Si decidí escribir estas “Memorias de Adriano” en primera persona, fue para evitar en lo posible cualquier intermediario incluida yo misma. Adriano podría hablar con más firmeza y más sutileza que yo”

Este lector no ha tenido en cuenta que Adriano usó a Margueritte Yourcenar para que escribiera sus pensamientos y sus reflexiones, Yourcenar ha tenido la habilidad de transportarme a ellos.

Y también:

“No perder nunca de vista el diagrama de una vida humana, que no se compone, de una horizontal y de dos verticales, sino más bien de tres líneas sinuosas, perdidas hacia el infinito, constantemente próximas y divergentes, lo que un hombre ha creído ser, lo que ha querido ser, y lo que fue”

El libro empieza con estos versos de Adriano:

“Animula, vagula, blandula
Hospes comesque corporis
Quae nunc abibis in loca     
Pallidula, rigida, nudula,                 
Nec, ut soles, dabis iocos…”

“Mínima alma mía, tierna y flotante
huésped y compañera de mi cuerpo
 descenderás a esos parajes pálidos, rígidos y desnudos,
donde habrás de renunciar a los juegos de antaño”

Una obra maestra, muy trabajada, y muy sólida. Una lectura gratificante.